La marca como gran valor empresarial en Internet
La marca como gran valor empresarial en Internet
La marca de una compañía siempre ha sido uno de sus activos más importantes, pero este factor se ha multiplicado en el ámbito digital. La visibilidad gana peso ante la saturación del mercado online y el bombardeo de estímulos hacia los consumidores.
Por un lado, merece la pena destacar que las diferencias empresariales se reducen en Internet. La desaparición de barreras de acceso económicas o físicas permite que cualquier empresa pueda llegar a millones de potenciales clientes, algo que supone un reto para los gigantes de cada sector.
Sin embargo, las empresas más reputadas revirtieron este proceso con imagen de marca, algo que se traduce en una promesa de consistencia entre la empresa y el consumidor. El mensaje es sencillo: la cantidad de oferta aumenta, pero la experiencia otorga una ventaja competitiva fundamental.
Esta situación puede extrapolarse a cualquier ámbito económico, pero es especialmente relevante en la industria del ocio y el entretenimiento digital. Las últimas dos décadas han supuesto un crecimiento sin precedentes en el sector, pero los resultados terminan por fortalecer la tesis de las empresas más conocidas.
La marca tiene más poder que los datos
El factor que mejor explica este fenómeno es que la marca tiene más poder que los datos, es decir, el valor de retención en la mente de un consumidor es incalculable para cualquier compañía. Un caso muy claro se puede observar con los casinos online en España, que viven una auténtica época dorada.
Las marcas como betway, PokerStars o bet365 a veces no ocupan las primeras posiciones de los rankings realizados por comparadores de casinos. Estas tablas hacen referencia a los operadores con más promociones, pero el potencial de estas compañías mundialmente conocidas las mantiene como favoritas para los jugadores.

Las plataformas de streaming o los vendedores de Amazon siguen un patrón muy similar, a pesar de que sus sectores se han saturado en estos años con la llegada de nuevos competidores. Así, la búsqueda de cualquier producto en Amazon cuenta con cientos de proveedores diferentes, pero el poder de ciertas marcas se impone pese a no ocupar la primera posición en los filtros de búsqueda.
Por ejemplo, el sector de los dispositivos tecnológicos está dominado por Samsung o Apple, aunque tengan un precio superior a la competencia. La relación calidad-precio de forma objetiva puede ser superior bajo el paraguas de otra compañía, pero la penetración de estas marcas supera cualquier pensamiento racional.
La marca está rodeada de valores subjetivos, que dependen de cada uno de los consumidores y se modifican con la experiencia individual hacia la compañía. Esta reputación asociada se asienta como uno de los principales pilares de éxito en Internet, donde los consumidores tardan menos tiempo en decidir sus compras.
La marca también sirve en la industria turística
La digitalización también ha empujado hacia esta situación a la industria turística. Los países, las regiones o las ciudades compiten por visibilidad en un entorno cada vez más exigente, pero también demandado ante los récords de viajes internacionales que vive el planeta.
De este modo, estamos ante una estrategia válida para Cartagena, que también comunica su marca para dar a conocer las fortalezas de la ciudad y sus alrededores. El objetivo es llegar a viajeros que conocen España, pero no todas sus particularidades geográficas y culturales.
La gran ventaja del municipio radica en este punto: su historia, el bagaje cultural, la tradición gastronómica, etc. A partir de ahí, el único objetivo pasa por convencer a sus visitantes mediante la experiencia en los viajes, algo en lo que ya es experta Cartagena en su conjunto.

La reputación como aliada de la decisión final
Este valor subjetivo que se entremezcla con la marca también implica que factores como éxito empresarial y confianza vayan más allá del plano económico. Los beneficios son fundamentales para cualquier compañía, pero secundarios a la hora de forjar una identidad en torno a sus clientes.
Aun así, la marca también tiene un peso monetario importante por sí misma y cualquier fusión empresarial tiene en cuenta este activo como prioritario. En definitiva, se trata de un elemento intangible que resumo todo lo que es una organización, al mismo tiempo que ayuda a potenciar su hegemonía dentro de la industria.
Un futuro prometedor para las marcas asentadas
Los últimos avances tecnológicos y digitales suponen un nuevo reto para las marcas de las compañías más importantes en los distintos sectores económicos. La necesidad de transformación se ha convertido en una constante, algo que a veces choca con el peso histórico de ciertas empresas.
La capacidad de reacción es inferior en las compañías de mayor tamaño, que suelen coincidir con las marcas más reputadas. Sin embargo, estas organizaciones también tienen la capacidad de movilizar más recursos a medio plazo, así que el balance es favorable para los próximos años.
La automatización de procesos, la ciberseguridad, la protección de datos o la relación digital con sus clientes son demandas cada vez más asentadas entre los consumidores. Estas incógnitas deben resolverse con rapidez y atendiendo siempre a las necesidades de la marca, que requiere de una relación estrecha con todos los ámbitos de la compañía .