DE COMPRAS POR LA CALLE SAN FERNANDO
DE COMPRAS POR LA CALLE SAN FERNANDO
Que levante la mano quién no ha recorrido la Calle San Fernando de nuestra ciudad de principio a fin, cargado de bolsas al más estilo Pretty Woman.
Porque yo, en la década de los ochenta, fui una de las que me hice por esa arteria de la ciudad rebosante de comercios, los mil metros lisos un montón de veces. Y eso que ya he contado en otras ocasiones que muy deportista no soy.
Esos sábados por la mañana que bajaba con mi madre en busca de un pantalón que tanta falta me hacía, y usando mi persuasión y rozando a veces el machaqueo profundo, conseguía la camiseta, el cinturón y si insistía un poco más, arriesgando a perderlo todo, principalmente la paciencia de mi madre, los zapatos para completar “mi look soñado”.
Todo lo que buscabas, allí lo tenías. Porque en aquella época para mí y para muchos, era el mayor y más bonito centro comercial al aire libre que teníamos en Cartagena.
Tiendas de ropa para chicas jovencitas que queríamos empezar a lucir esa frescura que la edad ya nos proporcionaba por sí sóla. Ropa de caballero, bebés y niños, joyerías, ropa interior, peluquería, confitería, especias y legumbres de lo más selecto, cafetería, farmacia, tejidos por metros para lucir tus mejores diseños, complementos, grabados, la juguetería de Bienve, bolsos, maletas…. y sobre todo zapaterías.
Una calle estrecha y larga, llena de vida por el tránsito continuo de gente que disfrutaba comprando en comercios de trato personal y cercano.
Porque por aquel entonces no habían “aterrizado” todavía las franquicias que empezarían a llenar de protagonismo e innovación otras calles principales de nuestra ciudad. Y mucho menoslos grandes centros comerciales, dejando a nuestra calle San Fernando un poquito más a la sombra.
Pero, ¿sabéis una cosa?, hoy he vuelto a vivir un poco de lo de entonces.
¡Y claro que he seguido paseando y comprando una y mil veces por allí!, pero es diferente cuando vas predispuesto a revivir momentos y encontrarte con otros nuevos.
No estamos precisamente en un momento propicio para celebraciones de bodas y comuniones, pero ¿quién no ha comprado en BELISA ese tocado espectacular, combinado a la perfección con un bolso y unos bonitos pendientes? Pues precisamente hoy Carmen, al frente de su negocio ya más de veinte años, con una sinceridad absoluta y cargada de amabilidad, me ha despejado algunas dudas respecto a quién está detrás de toda esa decoración tan bonita que aparece siempre en esta calle cuando hay algo que celebrar.
Ni más ni menos que todos estos comerciantes que aúnan sus fuerzas e ilusión para seguir manteniendo viva nuestra Calle San Fernando. A modo de “piña” y con este interés común, hacen todo lo posible para que esta zona comercial no caiga en el olvido.
Las chicas de PIRULETAS, ellas son “las responsables” de la mayor parte de decoraciones que podemos ver en esta calle y las que han hecho todas estas farolas por San Valentín, que ahora guardan en su trastienda para seguir creando nuevas ideas.
Frente a Belisa, la persiana bajada ya hace unos meses de una de mis zapaterías favoritas, DON ZAPATO, que con cuatro décadas a sus espaldas nos ha dicho adiós.
Marina, al frente de DIDADA, ha sido una de las valientes que emprendió su camino en esta calle justo dos semanas antes del confinamiento. Pero como tiene un montón de cosas bonitas, coloridas y sobre todo simpatía y ganas, su éxito y continuidad están asegurados.
Tenemos innovadores que continúan con el negocio familiar, como GRABADOS HERNÁNDEZ fundado en 1.931, que mantiene ese escaparate con santos, placas con esquelas..., a lo que ha añadido un lugar espectacular que tenéis que visitar si no habéis estado ya, TANKARWOLD.
Corsetería y lencería TAMARA, sigue siendo el referente de la ropa interior en Cartagena.
No recuerdo el nombre de la zapatería más grande de la calle, esa que tenía también entrada por la Calle del Parque y había que bajar unas pequeñas escaleras…. ¡Ah, sí! : GALERÍAS SAN FERNANDO. ¡Qué tristeza verla convertida en una frutería y ropa de segunda mano!
Y Maysa, allí me compró mi madre unos “GARVALÍN”, que entre que ya mi pie había crecido lo que tenía que crecer, que eran de buena calidad y que les daba poco uso deportivo… me duraron una eternidad. La zapatería de niños por excelencia que continúa totalmente renovada.
Y como dos columnas dóricas, esas que resisten el paso de los años y dando entrada o salida según por donde empieces tu recorrido, tenemos CONFITERÍA SAN VICENTE Y JOAQUIN BOJ, desde los cuales nos observa el BAZAR X deseoso que le recordemos aunque no esté en esta calle. Porque todos hemos estado allí alucinando de pequeños, con aquellas cajas transparentes abarrotadas de todo tipo de botones multicolores.
CONFITERÍA SAN VICENTE
De los primeros ya os hablé en mi primer artículo y de JOAQUIN BOJ, ¿qué os voy a contar?Que he tenido el gusto de ver al patriarca en plena acción esta mañana, con esa fortaleza que sólo las personas de antes tienen. Con agilidad y profesionalidad ha atendido a varias personas mientras yo he estado hablando con su hija Encarna, su sucesora. Y es que ha resultado una conversación muy amena, porque ella es encantadora, y hemos sabido combinar a la perfección todo lo que yo quería saber sobre ellos, con aficiones y personajes que hemos descubierto tenemos en común. Así que volveré pronto, porque entre tanta variedad, tendré que llevarme un poco de todo para probar en casa la calidad de manos de expertos desde 1939.
Y hay una persona que no he dejado para el final porque se me haya olvidado, es que hace años que la observo con admiración, he comprado en su tienda, y siempre me ha despertado un “algo” que hoy he confirmado que no iba desencaminada. Vivo ejemplo de mujer trabajadora, luchadora y muy inteligente. Un estado físico y mental con 81 años que hasta yo lo quisiera. Hablo de Rosa, de COMERCIAL RÍOS. Para que todos me entiendan, el comercio de bolsos y maletas que lleva aquí más de cincuenta años.
En plena adolescencia inició junto a su padre este camino que hoy todavía continúa. No me hace falta ni preguntar por qué sigue trabajando. La respuesta es sencilla: ese es su hogar, donde se siente viva y activa. Ha vivido tanto, han sido inmensas las experiencias entre todos esos bolsos y maletas que otros llenaban para viajar al lugar de sus sueños…. Es un gusto escuchar hablar a Rosa. Es ágil de mente, se expresa como si tuviera una enciclopedia delante. Observo sus folios sobre el mostrador, con referencias de los artículos y quién sabe qué más.
Me cuenta que le encanta asomarse por la noche a su ventana y observar las estrellas después de una jornada de trabajo. Hemos hablado de un montón de cosas, de los hombres, las relaciones de antes, de lo que le gustan las personas mayores, de la protección a la infancia…..Me reitero, cultura en estado puro, coherencia, saber estar y unos ojos pequeñitos que cuentan muchas cosas.
Nos despedimos con la promesa de volver a vernos otro día, porque ambas hemos coincidido que hemos pasado un rato muy agradable y nos ha sabido a poco. Así que volveré, claro que lo haré, oportunidades de encontrar personas como ella no pasan todos los días. Además, me he comprometido a llevarle el artículo impreso en papel, ya que a las pocas cosas que se resiste y no por falta de entendimiento sino por ansias de libertad, es a conectarse a internet.
Y como dice la canción del gran Manolo García, “llévame esta noche a San Fernando”. Allí tienes unas escaleras que te llevan a ver las estrellas que tanto le gustan a Rosa. Porque esta calle llena de vida te abre las puertas a un lugar privilegiado, “EL MOLINETE”, otro estupendo lugar cargado de historias para contemplar la ciudad desde lo más alto.
¡Hasta el domingo que viene! Feliz semana.
EVA Mª GARCÍA AGUILERA