EL MISMO MAR DE MIS ÚLTIMOS ENEROS

EL MISMO MAR DE MIS ÚLTIMOS ENEROS

Y allí estabas tú, como siempre. Disimulado, calculando el tiempo que tardaría en guardar todas las ilusiones de los días de bullicio interminable, en una caja bien cerrada en la que todavía se alcanzaba a ver el brillo de las bolas plateadas y las luces intermitentes.

Expectante , así estabas tú, contando los minutos en los que daría fin a las últimas migajas del rollo de pascua que quedaba al fondo de la caja de lata coloreada de rojos y verdes, que acompañaba a mi infusión calentita, dispuesta para ir a verte.

Y aquí estoy, mi mar inmenso, de nuevo a tu lado.

Hoy he preferido cerrar los ojos un rato para sentirte. Me han contado, que cuando solo hay oscuridad, el resto de los sentidos se agudizan para ver con el corazón.

Y sin verte te imagino. Y al imaginarte me entra la risa. ¡Te tengo desconcertado!

No sabes si estoy triste o contenta. Si te voy a inundar de preguntas o he venido acompañada del silencio.

Si voy a acentuar tu sabor salado con mis lágrimas de tristeza o la sonrisa se quedará a acompañarnos toda la mañana, mientras las nubes juegan a crear escenarios sombríos que se convierten en sol de vida en unos segundos.

¡Ay, mi mar bonito, cuánto te he echado de menos!

Me convertiré en orilla para sentirte más cerca. Para contarte flojito mis ilusiones de nuevo, confesarte mis temores y suspirar, cuando los rayos de sol de la mañana me regalan el lienzo perfecto que me quiero llevar a casa.

¿Qué se siente al ser infinito, mi mar?  ¿Me regalarías un trocito de horizonte para hacer realidad mis sueños?

Hoy estás templado, calmado, en reposo. Eres un cristal limpio donde poder verme reflejada. ¿Sabes? Me gusta lo que veo.

¡Te has sorprendido!, no estás acostumbrado a escucharme decir esas cosas.

¿Recuerdas cuando me salpicabas con fuerza, enfurecido, aquellas mañanas grises donde hasta las nubes se escondían?

Yo me lamentaba sin consuelo, con pataletas de niña pequeña, esperando a que las cosas cambiaran sin hacer nada para ello.

¡La vida es tan bonita! Somos instantes mágicos para los corazones de otros. Otros son la causa de nuestra sonrisa. Cambiamos. Brillamos o palidecemos, pero seguimos.

Y hace tiempo que sé que tú no eres siempre el mismo. Serías un mar feo y estancado bajo el rompeolas si lo fueras. Vas y vienes, ¿verdad?

¿Puedes hacer algo por mí? Si te cruzas con una ola infinita de mi mar de hace varios eneros, cuéntale que sigo luchando por mis sueños.

¡Ah!, y lo más importante. Dile muy flojito, que yo sí sigo siendo la misma ilusionada de los últimos tiempos.

Azul, libre, alborotado, profundo, eterno, infinito, inmenso, embravecido,cristalino, sereno. MI MAR DE LOS ÚLTIMOS ENEROS.

FELIZ DOMINGO

EVA GARCÍA AGUILERA.