ENRIQUE ESCUDERO, SERIES , PELÍCULAS Y TEATRO, que alegran el alma.

ENRIQUE ESCUDERO, SERIES , PELÍCULAS Y TEATRO, que alegran el alma.

¡Mira Eva, ese chico lo he visto en muchas series de televisión, es un actor extraordinario!”

No sé cuántas veces habré escuchado esa frase con tono de alegría y gran admiración.  Pero si he de ser sincera, casi no me daba tiempo a mirar cuando ya habías pasado.

La vida tiene algo maravilloso, pasan los años y las personas que estaban predestinadas a encontrarse, lo hacen.

Por eso estos días hemos estado tú y yo hablando durante horas, en una terraza de la ciudad y en un lugar muy especial para ti. Yo con los ojos muy abiertos y tú cercano y generoso. Y por supuesto, acompañados de él, de tu admirador especial. Que lleva media vida riendo y disfrutando de cada una de tus actuaciones sublimes en tantas y tantas series de televisión que nos hicieron soñar en la década de los 90.

Enrique Escudero, cartagenero que se lanzó con 17 años a vivir un sueño, el teatro. Llegó a Madrid con una maleta repleta de ilusiones y hoy todavía continúa llenándola de deseos cumplidos.

Le pregunto si tuvo el apoyo de su familia para partir tan joven a estudiar Arte Dramático a la capital, en aquellos años en los que me cuenta que estaba por encima la vocación a las posibilidades de triunfar.

¡Claro que lo tuvo! Nació en una familia donde el teatro fue protagonista. El arte siempre se inhaló en casa. Aquel hogar donde la interpretación, la radio, la pintura, eran los ingredientes diarios que aderezaban la vida de Enrique.

¿Recordáis la galería de arte Isidoro Maíquez en el Teatro Circo? Sí, su madre fue la que condujo aquel espacio mágico.

¿Y que su padre, Enrique Escudero de Castro fue el primer alcalde de la democracia en la ciudad de Cartagena?

Le miro un instante. Sus ojos escondidos tras unas cejas abundantes y una barba de varios días, mientras se prepara un cigarrillo, tienen un brillo especial. Quizá mi inagotable curiosidad le ha llevado de vuelta por un instante a todas aquellas experiencias pasadas.

Comparte conmigo la alegría con la que celebraban en casa, que el actor cartagenero  Pedro Beltrán, guionista de obras de Fernando Fernán Gómez como El extraño Viaje, El pícaro o Mambrú se fue a la guerra, les visitara. Junto a sus tres hermanas disfrutaba de alguien lo más parecido a un abuelo entrañable. Y me cuenta con cierta tristeza su fallecimiento, en una pensión de Madrid, donde el actor Gabino Diego  le encontró sin vida.

No me extraña que se encienda la luz en su mirada. ¿Cuántos  hemos pensado alguna vez en lanzarnos a vivir nuestro sueño?

Él lo hizo, se formó durante años. De Florencia guarda un gran recuerdo, pero hay un lugar especial, Pontremoli, en la región de la Toscana.

Me cuenta Enrique que había un teatro muy antiguo que fue restaurado para dedicarlo a la formación teatral. En él convivieron un tiempo, vivían allí. Trabajaban el teatro físico, ese que te hace explorar en tu interior para interpretar desde tus sentimientos más profundos. Para él fue una de las experiencias más maravillosas. Le proporcionó una formación que nunca podía haber imaginado. Aunque se sincera al decir que se sentía más identificado con el teatro textual, el que te hace vibrar contando historias.

Pero cuando se enteró que Lluís Pasqual estaba haciendo un casting en Madrid para una obra de Federico García Lorca, agarró con fuerza su maleta viajera y se presentó en el Centro Dramático Nacional.

¿Queréis saber si pasó la prueba? ¡Claro que sí!

Cinco Lorcas Cinco, cinco piezas teatrales, una en la que intervino Enrique y otra Antonio Banderas. ¡No sería la primera vez que estos dos grandes actores coincidieran!

Y así de sencillo lo cuenta él. Que una cosa llevó a la otra y de repente formaba parte del reparto de todas las series de televisión de los años 90.

¿Quién no ha disfrutado con Farmacia de guardia? Enrique era la pareja de Emma Ozores. Mustafá, ¿lo recordáis?

Fue “el gaseosas “en la serie Los ladrones van a  la oficina, durante más de cien capítulos.

Esta etapa la recuerda repleta de aprendizaje, por compartir con los más grandes actores y actrices horas y horas de experiencia. José Luís López Vázquez, Antonio Resines, Anabel Alonso, Enrique San Francisco, Manuel Alexandre, Roberto Cairo, Fernando Fernán Gómez….

¿He dicho Fernando Fernán Gómez?  

Dice Enrique que la televisión era muy diferente al teatro. La parte de ensayo era mucho menor. Allí cada uno llevaba su papel aprendido y directamente a grabar. Recuerda que estaba él un día en la sala de lectura, repasando su papel y observó por encima el guión de Fernando Fernán Gómez. Le llamó la atención, porque solo estaban escritas las frases del dialogo que tenía que interpretar él.

Y ni corto ni perezoso le preguntó: “¿Fernando, cómo sabe usted cuando le toca intervenir si no se  aprende la frase anterior a la suya?”

“Porque así me obligo a escuchar, me ahorro de memorizar lo suyo y lo mío y escuchando sé en qué momento me toca intervenir a mí”

Le pareció tan bueno el consejo, que Enrique lo hizo extensivo a Enrique San Francisco…..Una cosa llevó a la otra y en el momento de iniciar la grabación todos los actores llevaban solo sus propias frases para interpretar.

¡Y nadie sabía  quién tenía que empezar! Jaja. Enrique confesó el “consejo de Fernando, y con aquel carácter peculiar que Fernán Gómez tenía, se dirigió a nuestro cartagenero y le dijo “¡NUNCA MÁS TE CUENTO NADA!

¡Cuántas vivencias, qué bonito todo!

¿Y si os cuento que Enrique ha actuado en Médico de familia, que ha sido “Miguelito” en la serie Manos a la obra, que ha compartido mil vivencias con Arturo Fernández en La casa de los líos….?

Me cuenta con cariño la experiencia que vivió en el único capítulo que grabó en la serie Menudo es mi padre. Sí, la del Fary, el taxista.  Era el cumpleaños de este añorado cantante y le invitó a una comida con todos los actores de reparto. Vivencias que nunca se olvidan.

mo los consejos recibidos y frases recurrentes que “Romerales” de Farmacia de guardia le decía siempre: “o es muy fácil o es imposible”.

¡No se le resistieron ni los culebrones de la época! En Calle Nueva estuvo interpretando a un frutero bonachón. Tan real era su papel, que un día paseando con su familia, una señora se le acercó para advertirle que le estaban engañando, que no se fiara de nadie.

¡No saber separar el actor de la persona, uffff!

Os he contado que Enrique coincidió con Antonio Banderas en el teatro, pero también lo hizo en el cine.

¿Pensabais que nuestro actor iba a dejar alguna disciplina en el aire? ¡Por supuesto que no!

La blanca paloma con Antonio Banderas, Francisco Rabal, Emma Suárez…., Los alegres Pícaros, Un franco, 14 pesetas, Matar al Nani…

¡Matar al Nani!, grabada en la cárcel de Carabanchel. ¿Os imagináis a Enrique vestido de preso dando un paseo por la cárcel después de la grabación,incitado por el protagonista? ¿Y que cuando quisieron salir, indocumentados, por un momento pensó que se quedaría allí para siempre?

Me dice Enrique, menos mal que iba con “el prota”, le echaron de menos y volvieron a por él. Si hubiera ido yo solo todavía estoy allí cumpliendo condena. Ja ja.

Me parece imposible estar a su lado, alguien con tantas vivencias y tanta sencillez. Con una experiencia infinita.

Y hoy, está exactamente donde le apetece estar. Dice que una vez alguien le dio un consejo, justo cuando empezaba. Le dijo que cuando se encontrara acomodado en un trabajo que le diera estabilidad, recordara siempre el porqué había elegido el camino de ser actor.

Y por eso hoy, después de esos años de experiencias desmedidas, está justo donde quiere. En el teatro, contando historias junto a Cristina Muiño, chica de voz dulce e interpretación exquisita, con la que su primera experiencia artística fue en un proyecto de micro teatro. Me cuenta ilusionado que tanto a nivel actoral como personal tuvieron un entendimiento muy bonito y que, voy a repetir sus palabras textualmente porque me han emocionado: “con el paso del tiempo e infinidad de cruces entre focos y bambalinas, sin ser conscientes del todo, transformamos en realidad todas las parejas que habíamos formado sobre el escenario”

Y por eso hoy ha querido volver a dar la vida que se merece el teatro cercano que una vez hizo soñar a muchas personas en un lugar entrañable, El Teatrico. Donde las historias de El molinete, amores cantados a la luz de una farola vistieron de emoción esas paredes donde hoy estamos charlando.

Un proyecto que renace en un momento de madurez, con la experiencia rebosante para compartir con todos aquellos que apuestan por el sueño de la interpretación. Un lugar especial, mágico.

Porque en la calle San Rafael esquina con la calle de la Palma, EL TEATRICO ESTUDIO abre sus puertas. Me parece un lujo tan grande aprender de personas como Enrique y compañeros que han vivido tanto como él.

Y fusionan la formación con las actuaciones de grandes actores como Nancho Novo. ¿Sabéis lo que es disfrutar del teatro cercano en un lugar tan especial, donde si alargas tu mano podrías rozar la del protagonista?

Me ilusiono con los proyectos de recuperar las tertulias, de dar luz a los grandes poetas de la ciudad……

El mundo necesita personas así. Hay mucho arte en Cartagena.

¿Y qué queréis que os diga? La vida es esto, lugares entrañables, personas de corazón generoso, el olor a las sillas de madera, largas conversaciones junto a un escenario que será protagonista de emociones infinitas, trajes que darán vida a personajes que se quedarán para siempre.

¿Y a ti, Enrique Escudero, qué te digo yo ahora?

Que ya has entrado en mi vida y ahora es, si cabe, aún más bonita.

FELIZ DOMINGO DE ILUSIONES

EVA GARCIA AGUILERA