LA BANDA SONORA DE NUESTRA VIDA

LA BANDA SONORA DE NUESTRA VIDA

 

La música mueve masas, y todos tenemos una canción favorita de esas que cuando escuchas sus primeros acordes tus ojos se abren de par en par. Es indiferente si eres de los 60, 70, 80,90…, porque cada uno tenemos nuestra propia banda sonora que nos va a acompañar siempre.

En la sala de estar de mi casa, y sobre un tocadiscos que todavía recuerdo que iba metido en una especie de maleta pequeña, giraban los discos de Fórmula V, Diango, Camilo Sesto y muchos más. Y no, no me pusieron Eva María por la canción, ya que esta pegadiza letra fue algo posterior a mi aterrizaje en esta vida.

 

 

Yo no voy a esconder mi debilidad por la música pop de los 80, esa que muchos dicen que ha sido la época donde los mejores grupos dieron rienda suelta al talento. Pero es cierto que fue una década mágica, y que todos los que ahora hacemos “tardeo” porque ya rozamos más los 50 que los 40, nos agrupamos siempre que podemos en algún bar de copas emblemático para cantar esas canciones como si de himnos se tratasen.

“Hoy no me puedo levantar,  dime tu nombre y te haré reina en un jardín de rosas, la del pirata cojo con pata de palo, sufre mamón  devuélveme a mi chica, hoy me he levantado con la sonrisa puesta, qué tiene esa bola que a todo el mundo le mola, como un burro amarrado en la puerta del baile, labios de fresa sabor de amor, yo para ser feliz quiero un camión, chiquilla, camino de la cama es el mejor camino, manue no te arrime a la pared,  voy a mil, esos ojos negros, corazón partío, cuéntame un cuento , déjame, hago pájaros de barro y los echo a volar…”

Si estás tarareando estas canciones, o eres de los 80 o eres  el padre, madre, abuelo o abuela  de un ochentero. Si mi abuela  Sacra aún viviera, os podría tararear como mínimo alguna de Los Hombres G sin dudarlo. ¡Me avisaba por teléfono cuando David Summers salía en algún programa de televisión para que pusiera a grabar mi cinta de video VHS!, era una crak la abuela Sacra.

Cada ciudad tenía su “zona de marcha”, y  por supuesto en Cartagena teníamos la nuestra, la más genuina y ochentera  que la formaban  la calle Cuatro Santos, Calle del Aire y Cuesta de la Baronesa. Allí nos dábamos cita cada sábado tarde noche y con un poco de suerte pillábamos un trocito de la incipiente madrugada. Lo digo por mí, que me dejaban hasta la una, y fíjate la ironía, cuando luego tienes la posibilidad de volver a casa a la hora que quieres, entonces a las diez ya estás en el sofá.

Clip era uno de mis locales favoritos, formábamos un círculo y al ritmo de Los Secretos cantábamos y nos movíamos de forma casi sincronizada después de habernos tomado una jarra de vino dulce en La Bocana. ENE 20, Agua Bar y muchos más inundaban la calle Cuatro Santos de música y risas.

En la puerta de La Sastrería, con una  Heineken con pajita, tarareábamos la música que salía desde dentro del local, La Champa con su “orgasmo de monja”, y en El Tragaluz  bailábamos como locos al ritmo de la música de alguna década anterior a la nuestra ,pero que daba su punto a la noche: “Explota explota mi corazón, de Raffaela Carrà”. Porque esas canciones también amenizaban parte de nuestra velada nocturna, y así lo demostraba con creces un amigo del grupo, “el Parrilla”, que con sus camisas estampadas difíciles de encontrar en las tiendas de moda de la época, nos arrastraba a todos a cantar  las canciones del Dúo Dinámico en El Cortijo, en la que  llamaban “la calle de los pijos”, o lo que es lo mismo, Jiménez de la Espada.

 

También teníamos Barbus, ocupado  actualmente por un bazar chino en la Plaza San Francisco, y las fiestas de instituto. ¡Cuánto encanto tenían las fiestas del Jiménez en la Dama!, y luego estaban las de Isaac Peral que las hacían en Olimpia. Bonita etapa, sí que sí. Durante semanas buscábamos nuestro mejor “outfit” como se dice ahora, y nos tirábamos horas en el baño para lucir estupendos, luchando  a veces con ese inoportuno grano de adolescente que aparecía en el lugar más visible. Aquello era un verdadero drama, le echábamos alcohol, otros decían que pasta de dientes, y las chicas recurríamos al maquillaje. Grandes momentos que vivíamos con una ilusión intensa para acudir impresionantes a aquellas fiestas en las que te sentías muy mayor.

¡Cómo se va echando ya de menos un ratito de estos con los amigos! , qué ganas de que pase esta horrible situación en la que nos hemos visto abocados y que a veces pienso que es un simple pesadilla. ¿No os imagináis cómo será cuando volvamos a juntarnos con nuestros amigos en algún local de copas de los que ponen música de la que a nosotros nos gusta? D’Lío, La Juguetería…y cantar al ritmo de Radio Futura, Loquillo, Siniestro Total, Mecano, La Guardia, Duncan Dhu, Modestia Aparte, Cómplices, Los Ronaldos, Hombres G, Gabinete Caligari, Alaska, Héroes del Silencio, Eros Ramazzotti, Duran Duran, Pet Shop Boys, El último de la Fila…..

¿He dicho El ÚLTIMO DE LA FILA?, el último, pero no el menos importante. Que levante la mano quién ha cantado al ritmo de esas palmitas aflamencadas sus canciones  una noche de buen rollo con sus amigos y una cerveza. Y aquí las manos están todas arriba, porque este grupo no entendía de edades concretas. Los de 20, 30,  50 y hasta los de 70 cantan y bailan sus canciones, que los he visto con mis propios ojos en cualquier sarao que se precie a deleitarnos con esta música.

Pues no quiero daros envidia, bueno, un poco sí. Porque aquí yo, la curiosa y la que se emociona con las casualidades y todo lo bonito que le ocurre, ha pasado estas últimas semanas un par de ratitos con un gran cartagenero, bajista de este grupo de éxito nacional e internacional, que nos ha dejado una banda sonora  extensa y muchos momentos irrepetibles. Mi desde ya gran amigo y mejor persona ANTONIO FIDEL, bajista del grupo El ÚLTIMO DE LA FILA.

 

 

Porque Antonio Fidel es una persona sencilla, cercana, que lleva casi toda su vida dedicado a lo que más le gusta, la música y componer. Porque en los años 70 un día comenzó su aventura marchándose a Barcelona, y trabajando duro se forjó un camino que le ha llevado a disfrutar  y vivir de este arte.

Si ya me conocéis un poco, os imaginaréis la de cosas que le pregunté. Perdona Antonio Fidel por mi impetuosidad empujada por esta ilusión de estar a tu lado, y saber, conocer… Y es que yo soy una nostálgica de esa época, y estar con alguien que la ha vivido a ese nivel…. ¡No podía parar de preguntar, imaginar….!  Y claro, me parecía raro percibir un entusiasmo más  sosegado que el mío, pero me quedó claro en un instante.

Sencillez, generosidad, los pies en la tierra, trabajador  con  grandes experiencias, pero muy dueño de su propia intimidad. A eso le sumamos que Antonio Fidel me cuenta que él no es nada nostálgico, su vida la vive disfrutando cada etapa, cada momento, y el proyecto más cercano es el que siempre más le ilusiona.

¿Sabéis que formó el grupo Los rápidos y posteriormente Los Burros?,  ¿y que él fue el compositor  de la mayoría de aquellas canciones? Todo ello ocurrió en Barcelona, donde me cuenta que tenía como vecinos a muchos de los que después formarían parte de nuestros grupos favoritos de la época. Uno de ellos era Loquillo,  con el que hizo tanta amistad que fue  “el causante” que eligiera como destino para su servicio militar nuestra ciudad, estando así arropado por un amigo. Como anécdotas me cuenta que a veces Loquillo incluso se acercaba a cambiarse en la emblemática Librería Athenas, propiedad del padre de Antonio Fidel cuando terminaba sus guardias o tenía unos días libres.

 

Los Rápidos y Los Burros no tuvieron mucha suerte con las discográficas de la época, como les ocurrió a tantos grupos que por aquellos años trabajaban duro por abrirse paso en la música. Pero hay músicos que no se rinden, y algún tiempo después conoció a Manolo García y a Quimi Portet. Y aquí comenzó una bonita historia con EL ÚLTIMO DE LA FILA, que nos ha regalado    noches en locales de moda, en nuestras habitaciones, en los conciertos, con unas letras extraordinarias y una música inconfundible que siempre ronda en nuestra cabeza.

Y el trabajo bien hecho perdura en el tiempo, porque Antonio me cuenta que no fueron un boom repentino, sino una escalada que subía a pasitos pequeños, que “progresaba adecuadamente”. Yo que los he vivido a principio de los 90,  los tengo claramente identificados como uno de los mejores grupos españoles, pero claro, ya se encarga Antonio Fidel de aclararme un poco que los comienzos no fueron así de multitudinarios como los de mi generación  recordamos.

Yo no tenía ni idea que fueron teloneros de Siniestro Total,  de Radio Futura, porque me lo confirma el bajista del grupo, sino ni me lo creo. ¿Teloneros?, vamos anda. Y la bonita experiencia que les hizo disfrutar de una gran gira internacional como teloneros de Tina Turner. ¡Qué pasada! Y poquito a poco un día estalla lo que tiene que estallar cuando algo es muy, pero que muy bueno. Y entonces EL ÚLTIMO DE LA FILA es el primero en el cartel, el SOLD OUT se cuelga en todos sus conciertos, y sus ojos desde el escenario no llegan a ver entre la multitud a las  personas que cantan con ellos todas sus canciones. Y llegan las giras, las plazas de toros, los discos de oro y platino, anécdotas, coinciden con otros grandes grupos como Mecano, La Orquesta Mondragón, suenan en las emisoras de radio……… Una etapa intensa, repleta de sensaciones, de energía, de experimentar emociones, de vivir un éxito con la cabeza muy bien amueblada. Una etapa  que finalizó cuando estaban en lo más alto.

 

¿Y sabéis que el último concierto fue precisamente en Cartagena en la explanada del Puerto en el año 1.996? ¿ Cuántos de vosotros estuvisteis allí?

Ellos tampoco sabían que sería el último, pero a veces los caminos de cada uno toman otros destinos, necesitan frenar.

 

¿Lo más bonito de todo esto?, pues que siguen estando en contacto, que son amigos, que cada uno se dedica a la música de la manera que más le gusta o que la vida le ha guiado.

Y que nuestro cartagenero no ha parado de componer ni un momento, que siempre tiene proyectos, que sigue colaborando con Manolo García en algunas ocasiones, que se juntan para aniversarios y disfrutan como si el tiempo no hubiera pasado, que mantiene contacto  con Quimi……

Y yo, he sido muy afortunada, porque he pasado una tarde en un estudio de grabación viendo trabajar a Antonio Fidel,  con toda esa ilusión que la música le aporta. Trabaja componiendo para él, sus proyectos, y  con otros artistas que quieren hacer sus sueños realidad. Sinceramente una experiencia maravillosa, sentada a su lado y junto a  un bajo de esos que se nota que tiene “solera”. Y así me lo confirma, ese bajo lleva tanta vida subiendo y bajando de los escenarios……

He dicho al principio que es generoso y sencillo, ¡Qué valores más preciados sobre todo cuando van juntos de la mano!

Porque recibí otro bonito regalo, junto a su compañía, su experiencia, su talento y su música. Un regalo dedicado y especial, un disco de vinilo de uno de los proyectos más bonitos que ha hecho de un tiempo a esta parte,  ANTONIO FIDEL y LOS NAVEGANTES, en una edición de lujo, con ilustraciones, CD, que deberíais tener cada uno de vosotros porque es un gran trabajo.

 

¡Antonio no me mates, pero necesito decirlo!, ya sé que ha sido un proyecto para “vosotros”, pero esto tiene que ver la luz en todas las tiendas de discos porque es alucinante, queremos conciertos vuestros porque sois geniales, así que en el momento en el que esta situación mejore, por favor, un guiño a todos los que promueven la cultura de nuestra ciudad. Música en directo de estos grandes y cartageneros artistas. ¡Queremos bailar y cantar con vosotros!

Es un lujo, porque han colaborado tantos artistas; Manolo García, Quimi Portet, Adrià Puntí, Ovidio López, Juan Expósito….Unos con las voces, otros los coros, ilustraciones, guitarra rítmica y por supuesto la música compuesta por Antonio Fidel y algún que otro coro, ¿eh?

Y yo ya tengo mis favoritas,  No volver, cantada con el toque personal de Manolo García y Jack y Rambo, un bonito homenaje a aquel “pistolero “de nombre Jorge que caminaba por las calles de nuestra ciudad con su gorro de pistolero y con Rambo, su perro. ¡Ay!, que bonita.

Y ahora seguro que muchos estáis removiendo cajones buscando vuestras entradas de sus conciertos, sacando los vinilos y las cintas de cassette, recordando aquellos locales de moda y sonriendo con esa nostalgia bonita que a todos nos invade con esos momentos que nos han marcado etapas de nuestra vida.

Así que nos despedimos cantando nuestra canción favorita, con la ilusión de poder hacerlo pronto juntos, y sobre todo agradeciendo a mi amigo Antonio Fidel el tiempo compartido en el estudio de grabación y ese ratito de charla de la buena, de la auténtica, con ese té humeante y esa terraza soleada y las ganas de escuchar a ANTONIO FIDEL Y LOS NAVEGANTES en directo en nuestra ciudad, ahí lo dejo.

Gracias a las buenas personas.

 

Feliz Domingo

Eva García Aguilera.