OTOÑO
OTOÑO
Llegó el otoño, precipitado, cuando todavía en muchos rincones se escucha a los más rezagados chapotear en el mar de aguas cristalinas.
Cuando los vestidos de seda blancos todavía acarician el cuerpo de la más nostálgica que se aferra a esa luz que le llena de vida.
Pero ya estás aquí, tímido, dando pistas con algunas hojas secas a la orilla de los paseos infinitos de árboles aferrados por sobrevivir miles de años.
Coloreando de naranjas los atardeceres tempranos, restando horas azules al cielo.
Decorando de ocres, verdes, amarillos y rojos los árboles presumidos, que celebran con su vestido de gala, la magia de la madre tierra.
Ellos, que se quedarán desnudos y despojados de color, y nos pondrán su alfombra de hojas crujientes a nuestro paso.
Y justo en ese instante, la soñadora de noches eternas, caminará descalza sobre ese manto de hojas secas.
Saltará una y mil veces para escuchar el sonido de su infancia, cuando, como ahora, jugaba a coger todas las que le cabían en sus manos menudas y las lanzaba hasta lo más alto.
¡Hojas de otoño volando hacia el cielo, bailando entre notas de melancolía!
Así eres tú, otoño, invades de melancolía a las almas sensibles, de una melancolía bonita, que te regala suspiros y te invita a soñar.
Y atrapas en la locura a los que te reciben a ti, tercera estación del año, con inusitada alegría, dando la bienvenida a los giros, a los afluentes que iniciarán su andadura junto a las alfombras de hojas secas.
Paseando por nuestras calles iluminadas a una hora temprana, veremos nuestro reflejo en los escaparates de cristal, donde los botines, los tejanos, los bolsos y esos vestidos cubiertos de florecillas minúsculas de color marrón, darán vida a unos maniquíes que hoy, sin que te des cuenta, te han sonreído,para que en ese cristal, vuelvas a ver reflejada tu sonrisa.
FELIZ DOMINGO DE OTOÑO
EVA GARCÍA AGUILERA