Montanaro: MONSTRUOS, DEMONIOS Y MARAVILLAS
MONSTRUOS, DEMONIOS Y MARAVILLAS
Dijo una vez Don Quijote de la Mancha, o no, pero es válida la reflexión que. "El ser humano se esclaviza por el lujo y las vanidades, persiguiendo riquezas como si en ellas encontrará la dicha. Mas no advierte que, cuanto más tiene, más teme perderlo, y en esa angustia se le escapa la verdadera felicidad. Porque la dicha no está en el oro ni en la opulencia, sino en la brisa que acaricia el rostro, en la risa sincera de un amigo, en el pan compartido con gratitud. ¡Necio es aquel que busca en lo externo lo que solo el alma puede hallar! La vida sencilla es el mayor tesoro, y quien la comprende, es el más afortunado de los hombres". Este mundo en general y los políticos, con muy raras excepciones en particular abusan de la necedad, es su decálogo, poder, lujos y vicios, muchos vicios entre otras cosas.
Así, el monstruo aparece intermitentemente en referencia epistolar a través de la obra de los pintores y los grabadores del fin de la Edad Media, en particular El Bosco, como una creación misteriosa que hoy, en nuestra época, intentando encontrarle sentido, imputa intenciones subversivas, orígenes patológicos, quizás hasta una inspiración adeudada con los alucinógenos, y más, todos los clichés que se han querido aplicar al Bosco quizás. El objetivo es contextualizar al monstruo, sus actos y desafíos y la noción o calificación de monstruo sobre todo para estudiar el narcisismo del sujeto, de las estructuras de su universo, de los paisajes crueles y despóticos de las mentalidades arbitrarias que lo rodean, de un posible pensamiento místico y mítico anclado en el agnosticismo más profundo fruto de la soberbia y el narcisismo, como Marx.
Usa Kappler la tradición grecorromana y la tradición de los divinos doctores del medievo entremezclados para mantener y enriquecer la existencia de los monstruos, casi justificarlos. Heredado del siglo XV, en una ansia y angustiada obsesión por lo diabólico, se engendra una nueva generación monstruosa que coexisten entonces con la precedente. Hoy se acepta al monstruo a través de los actos escabrosos por nauseabundos en un intento de restituir la mirada del pasado justificando con el adversario las autocráticas acciones, todo sobre sus propias creaciones ignominiosas, traidoras, odiosas y, sobre todo, falta de nobleza, tomándose la libertad de usar recursos del siglo XXI para encontrar puntos en común entre épocas pasadas y la actual, prostituyendo leyes, actos e ideologías. Podríamos desarrollar una verdadera iconografía y muy abundante de la mentira, de la falsedad, de la hipocresía y de la tiranía de un dictador basada en los anteriores de siglos pasados, sin rubor y sin vergüenza alguna y en gran parte inédita, a pesar de sus antepasados que ilustra su propósito, el poder y la vanidad desmesurada.
Recordando a los monstruos, demonios y sus maravillas políticas de hoy me bien a la mente aquel Codex Gigas junto a las miserables sentencias de Marx y la religión, sobre el primero, “la Biblia del Diablo”, también llamada “Codex Gigas”. Un monstruoso libro de 75 kilos que contiene la imagen de Lucifer y arrastra la leyenda medieval de que un monje lo escribió en una sola noche con la ayuda de Satanás como otros reescribiendo la Constitución en 7 años por la traidora escapada del delincuente sobrepasando la herejía permanente de la ética.
La historia de este libro, entre la realidad y la leyenda, comienza en el monasterio de Podlažice en la actual República Checa, en el año 1230, cuando un benedictino condenado a muerte prometió escribir un libro en solo una noche para redimirse de sus pecados, pero no uno cualquiera: el más grande de su época, conteniendo en él la Biblia y toda la sabiduría humana.
El Recluso, un monje extremadamente vanidoso, fue condenado a muerte por incumplir sus votos. Como castigo por sus pecados iba a ser asesinado a la primera hora de la mañana del día siguiente, de una forma brutal, emparedado vivo pero un pacto con el Diablo le salvó, según la leyenda. Satanás accedió a escribir el libro a cambio de que en una de sus páginas apareciera dibujado él y que una maldición quedará allí impresa.
El Codex Gigas contiene el Antiguo y Nuevo Testamento; dos obras de Flavio Josefo; las Etimologías de San Isidoro de Sevilla; el libro de texto estándar para la enseñanza de la medicina en la Edad Media, conocido como El arte de la medicina; La Crónica de los bohemios del siglo XII, de Cosmas de Praga; y un calendario, todo un programa electoral del progresismo.
La leyenda decía que una maldición acompañaba a quien poseyera el libro. Tras arruinar al monasterio benedictino, también sus nuevos dueños sufrieron los estragos de la leyenda. El claustro donde se guardaba fue azotado por una fuerte epidemia, posiblemente la peste bubónica. Frente a los monjes negros de Ferraz que en secreto estudiaban sus páginas buscando algún mensaje oculto, alucinógenos, prostitución, malversación, y una serie de vicios ocultos encajaban a la percepción. La obsesión por el libro, sumado al poco interés por los asuntos políticos los llevaron al caos y al suicidio, esperemos…
Esto es clave para el desasiego político actual. La división y el enfrentamiento, la separación, el conflicto, la tensión, el problema virtual generado e inexistentes, la maldición del Codex Gigas instaurada en España. Curioso el cultivo de esta dualidad hecho desde la propia ideología autocrática, el tú y el jodido yo, que solo termina en violencia asociado a un decálogo de naturalización de lo ilegal y lo absurdo...
Indultos y amnistías a golpistas para mantenerse en el poder. Una economía devastada con récord de impuestos y pobreza creciente. Seguridad y fronteras en caída libre mientras se protege a delincuentes. Medios comprados con dinero público para silenciar cualquier disidencia. La justicia convertida en un circo al servicio del poder. La necesidad de oropeles y poder basado en el independentismo como núcleo de la política no es más que un nido de anormales robando y viviendo del cuento, delincuentes, golpistas, sediciosos y aprovechados sin dignidad, estafadores que, gracias a la desvergüenza de todos los presidentes de la democracia, se han creído una raza superior y no veas, analiza a cada uno y descubre sus deficiencias, te sorprenderá….
Estos ideólogos de hoy se basan en sus anteriores dictadores de cabecera, Marx rechazaba todo lo que no fuera real bajo su punto de vista todo lo que no fuera material. Marx consideraba a la religión fruto de la imaginación humana y además dañina porque ocasionaba la enajenación. Dios es un espejismo para estos sujetos y sujetas, al hombre corresponde todo el señorío de la naturaleza y de su vida. No se limita a una negación de Dios, sino también a que se plantee la cuestión de Dios y su repudio para frivolizar a la sociedad. El ser humano no puede alegrarse, ni consolarse con algo irreal que, además, lo aleja del socialismo. crear.
La expresión marxista, "la religión es el opio del pueblo" es de general conocimiento, recesivo tal que, para estos monstruos, diablos y sus maravillas, la religión pretende ser el corazón de un mundo sin corazón, el espíritu de un mundo sin espíritu, no es más que el suspiro de las gentes oprimidas. Lo que es de verdad el socialismo, una libertad sin libertad, una igualdad sin igualdad, una atopia ficticia y engañosa para tontos inertes. Un suspiro que se les prohíbe avanzar con engaños para que no se detengan en cuestiones presentadas como irreales y seguir en la lucha para instaurar el socialismo. Curioso, es un rechazo a la religión franco…, a todas las religiones. Sin embargo, Marx se opuso con mucho ahínco contra una concreta, el cristianismo. Por algo será.
“Asinque”, Monstruos como nuestra clase política, con perdón, humanamente desnaturalizados. Diablos como Sánchez y su infernal horda de fariseos y la maravilla de España, no de Europa, no olvidemos que siempre nos han envidiado, nos han odiado y nos han perjudicado y hoy no hay diferencia y me temo que mañana, cuando nos despiojemos del socialismo, tampoco.
Andrés Hernández Martínez