Montanaro. SÁNCHEZ CONTRA SÁNCHEZ. LA ATARAXIA DE SÁNCHEZ NO CASA CON LA DIGNIDAD DE ESPAÑA ¿QUIÉN DIJO FANGO?
SÁNCHEZ CONTRA SÁNCHEZ. LA ATARAXIA DE SÁNCHEZ NO CASA CON LA DIGNIDAD DE ESPAÑA ¿QUIÉN DIJO FANGO?
El Diccionario de la lengua española define la ataraxia como la “tranquilidad de ánimo o imperturbabilidad del espíritu por la ausencia de penas y temores”. Podemos afirmar que la ataraxia es un estado de ánimo que se caracteriza por la tranquilidad y la ausencia total de deseos o temores, una situación disruptiva, la de Sánchez se refiere a aquello que causa una ruptura abrupta con el “status quo”, en permanente estado de desarrollo. Piensa de una manera que juega con los límites de lo convencional, sorprende, por lo que demuestra una gran capacidad para la generación de ideas innovadoras y sorprendentes, amorales y sin ética ninguna.
Este concepto al que yo pretendo retorcer hoy en la misiva epistolar se utiliza en diferentes perímetros, en el filosófico, en el médico y en el psicológico, incluso psicofarmacológico donde los medicamentos ataráxicos son los que tienen un efecto tranquilizante y se toman por bidones.
Para los filósofos es una cualidad positiva que se relaciona con la tranquilidad y la serenidad en cuanto a la razón y sentimientos. Desde esta perspectiva, incluso puede ser hasta positiva, se convierte en un mecanismo de autocontrol, en el caso del despotismo, demasiado autocontrol, enfermizo.
Desde el punto de vista de la medicina, es dónde la ataraxia es una condición que aparece como consecuencia de un daño ocasionado en el cerebelo, que controla la coordinación muscular, quizás la caída de pequeño desde la cuna o la cama del finado aspirante a dictador dónde, la disfunción ética tiene su génesis. Cuando ocurre es porque el cerebro está dañado en la parte frontal por un accidente o por un ictus y existe una ausencia de desilusión o enfado, no es positivo, algo no está funcionando o desarrollándose como debería, la ataraxia como trastorno puede llegar a ser muy perjudicial.
La ataraxia persistente puede provenir del abuso de alcohol, de la toma de algunos medicamentos o de enfermedades como la parálisis cerebral o la esclerosis múltiple, entre otros, a saber.... La ataraxia como trastorno puede ser muy perjudicial ya que, en este caso, la alteración de las emociones se produce porque el cerebelo no funciona como debería, sabiendo...
Dentro del área de la psicología, la ataraxia se suele entender como un mecanismo psicológico de autocontrol y concentración. Esta herramienta genera un cierto grado de enfriamiento emocional que permite, de alguna forma, que nuestras emociones se queden en pausa y liberarlas solo después de alcanzar el objetivo. Sabido…
Escribía en un teorema sobre la derecha la existencialista Simone de Beauvoir en “la misión de la elite”; “Sin embargo, si una moral de la ataraxia está al servicio del egoísmo individual, su egoísmo de clase sigue siendo combativo: al condenar a la historia, quiere valorizar, sin embargo, el momento de la historia que hace de él un privilegiado. Después de reducir al hombre a la nada, la élite se salva divinizándose; aquí procede del mismo modo”.
Decía Monnerot, un surrealista de extrema izquierda asumiendo, como no las tesis del trotskista Burnham que, jefes, estados, partidos, no persiguen nunca, en el poder, otra cosa que, al poder, ¿tenemos dudas con Sánchez? Si un hombre de acción expone una finalidad objetiva, como el bien común o la libertad, es sólo para mistificar a su gente, y es un inocente el que le cree.
En verdad, el único sujeto de la ciencia política es “la lucha por el poder en sus diversas formas confesadas o disimuladas”. Este postulado permitió definir al comunismo como: “una conspiración mundial tendiente a la conquista de un monopolio del poder, en la época declinante del capitalismo”, ¿la actual UE? El maquiavelismo completa armoniosamente al psicologismo del resentimiento. Hombres movidos por una “voluntad de poder” amplifican en quienes se saben impotentes, sentimientos de inferioridad, de envidia, de odio y todo escondido en una aparente ataraxia.
En términos generales, la ataraxia es un estado de paz interior y equilibrio emocional que permite al individuo vivir plena y felizmente, independientemente de las circunstancias externas, así en la sociedad moderna, vemos una especie de ataraxia pasiva frente a la realidad, la ataraxia en su esencia no simboliza pasividad o conformidad, ojo, sino una mente serena que puede actuar sobre el problema a través de circunstancias más racionales y efectivas manipuladoras.
Podemos confundir el concepto con el conformismo, la pasividad, la sumisión a lo que nos molesta, nos han y nos hemos acostumbrado a huir de la realidad. En la mente de la sociedad moderna, no tenemos los recursos para cambiar, ni los buscamos, tal vez no podamos. La avalancha de información y desinformación que recibimos nos impide enfrentarnos a los demonios internos y externos. No es que no podamos, pero es mucho más fácil salir a beber, consumir drogas o pasar horas mirando memes en Internet para olvidar que nos estamos consumiendo lentamente y ahí está el brujo de la Moncloa, sabedor de males y obscenas deficiencias epistémicas.
Para Schopenhauer, aquellos que intentan escapar de la realidad solo están posponiendo la inevitable confrontación con el dolor y el sufrimiento de la vida. Sin embargo, atravesar estos desafíos puede conducir a dos caminos: uno de fortaleza y otro de trauma. Aquí es donde entra el hecho de que, así como hay una fuga y una confrontación, también hay dos formas de actuación, acumulando los males como ahora hasta reventar, o buscando una salida racional y efectiva que pasa por despachar a una horda de delincuentes de la política que encabeza un tal Sánchez el miserable, está claro que tras seis años del mal que se representa hoy en el sanchismo, igual que fue el zapaterismo, siempre igual con el mismo denominador común, el social comunismo de fondo, la intransigencias a la libertad y el dominio del pueblo. Tenemos la opción de nutrir la verdadera ataraxia dentro de nosotros y buscar soluciones definitivas a nuestros problemas. No hay forma de ser efectivamente feliz cuando se descuida la solución al problema. Tenemos un problema.
Es importante incidir en este pesudo ensayo epistolar dedicado a Sánchez, enfermo por dónde lo mires, se puede hablar de ataraxia desde el punto de vista estrictamente filosófico y espiritual o, desde el punto de vista físico o médico donde me quedo. Pero en todas hay cinco anagramas identificatorios.
La “Imperturbabilidad”, se trata de alcanzar la serenidad, inventada e impostada, no por ausencia de sentimiento o padecimiento, sino por control total de las emociones perturbadoras, como, por ejemplo, la ira, aunque a veces no se pueda. Increíble la farsa circense del pensamiento impuro sabiendo de la imputación por corrupción de su esposa, o la presidenta como dice el muñeco de Patxi López ¿Dignidad? Imperturbable.
Otra y muy típica es la ausencia de límites, ni se conocen, ni se aceptan. Quizás ésta sea una clave de la ataraxia médica o provocada, por un ictus o por una caída a temprana edad de la cuna. Así, estos seres de sombra y oscuridad no entienden de límites en sus actos ni sentimientos, han perdido esta capacidad de asumir que existen limitaciones y normas, o quizás, solo el enamoramiento.
La tercera indicación es la falta de análisis de las consecuencias que pueden acarrear sus actos, les importa una mierda. Adolecen de sentimientos de culpa o responsabilidad por sus actos, claro ejemplo en Sánchez. A estas derivas se le suma la ausencia de frustración, los afectados por cualquiera de las causas físicas posibles son ajenas a la frustración, por eso lo de la caída de la cuna.
La apatía y la pasividad es el último indicio recurrente, en el sentido filosófico del término, los griegos ansiaban la ataraxia como meta espiritual para lograr estados de apatía y pasividad como forma de lograr la calma y el sosiego más absoluto. Evitando tanto la acción como el sentimiento. “Asinque”, la ataraxia como demuestran estas claves se presenta como una cualidad ansiada o como un fatal síntoma de una grave enfermedad o padecimiento médico. Dicho esto, si un ser oscuro, es imperturbable y Sánchez lo es, reconozco que es un estratega espurio, adulterado y hasta falso. No conoce y no acepta limites, los instaura. Las consecuencias de sus actos las desprecia. Goza de total ausencia de frustración, es apático, displicente e insensible, eso sí, enamorado sí y, además, su inercia o indolencia es insultante, su pasividad es injuriosamente identitaria a un cúmulo de patologías refrendadas en Pedro Sánchez. Fuera de la ironía, sería otro estudio psicológico del sujeto.
Un sujeto que se aproxima a lo más alejado de la honradez, de la moralidad y de la libertad, un sujeto auspiciado por las facciones terroristas más sangrientas envuelto en un discurso envenenado y confrontador. Este sinvergüenza que gobierna España gracias a asesinos terroristas, golpistas delincuentes, comunistas canallas expulsados de la ley y la democracia por anarquistas, cómplices de las miserias estalinistas y leninistas y, además, las poligoneras vascas. Está cavando su tumba política y si la historia ha puesto a Zapatero del lado de la dictadura bolivariana, pondrá a Sánchez del lado de la delincuencia, la malversación, el nepotismo y la manipulación de su dictadura que no la nuestra. Los que lo han puesto ahí, una vez sea un traidor trapero a sus intereses lo tirarán a la basura, al tiempo y no lejos.
Mientras, la diplomacia nubla esta alma impostada producto de la soberbia dictatorial, que los asesinos terroristas den las gracias a Sánchez, que vergüenza para un país, hoy desnortado y contaminado por la basura reaccionaria de la izquierda más denigrante. No tengo palabras, y los que asumen estos actos terroristas y los defienden son igual de cómplices, ¿genocidio? Lo único que hoy tenemos seguro es que Hamas está aniquilado por su cobardía terrorista. Que los talibanes, una dictadura misógina y sanguinaria, feliciten a Sánchez, junto a ETA, Hamas, Huties, Hezbola o/y Estado Islámico, es para mirárselo, ¿España de qué lado está, del lado de la libertad o del terrorismo sangriento? Todo esto son hechos, no opiniones. Da instrucciones en una cortina de humo de cómo ha de ser el territorio en guerra entre Israel y Hamas, no se puede ser más imbécil y soberbio por deficiente.
La degradación total llega desde las instituciones de la Justicia, la propia fiscalía delinquiendo contra Ayuso. La fiscal provincial de Madrid se niega a entregar al juez los documentos sobre la filtración de datos del novio de Ayuso por segunda vez. La progresía es así de canalla, atacan la Libertad y defienden la tiranía. Pero la erosión de la democracia tiene lugar poco a poco, a menudo a pasos diminutos. Cada uno de esos pasos, por separado, se antojan insignificantes, ninguno parece amenazarla. Los movimientos del Gobierno para subvertirla están dotados de una pátina de legalidad al gusto, o bien los aprueba el Parlamento o bien el Tribunal Constitucional garantiza su constitucionalidad a pesar del Supremo. Se adoptan con el pretexto de perseguir un objetivo público legítimo e incluso loable, combatir la corrupción, garantizar la limpieza de las elecciones hoy contaminadas, mejorar la calidad de la democracia hoy tarada o potenciar la seguridad nacional que ya hemos visto está en manos de Marruecos. Todo es una farsa en él y en su entorno y todo es una farsa en sus correligionarios murcianos y cartageneros, parásitos vividores.
La ambivalencia emocional comprende la relación amor-odio hacia cualquier objeto o tema. En el caso de que esa contradicción sea hacia una persona, se denomina ambivalencia afectiva, ojo al concepto. Como dijo alguien por ahí, del amor al odio no hay un paso, a veces ni tan siquiera hay que moverse. Sánchez contra Sánchez…
Andrés Hernández Martínez