Rincón Literario de Paco Marín: “Cómo maté a mi padre”
TÍTULO: Cómo maté a mi padre
AUTOR: Sara Jaramillo Klinkert
EDITA: Lumen (2020)
Encuadernación: Rústica con solapas. Tamaño: 15,5 x 23,1 cm. Número de páginas: 192. PVP: 17,90 €. ISBN: 978-84-264-0921-8
Es muy difícil y complicado reseñar sentimientos, dolores, amarguras, rabias, sinsabores, ausencias… pues bien, todo eso y más es lo que Sara Jaramillo Klinkert deposita en Cómo maté a mi padre.
La redacción física de la novela es impecable. Un lenguaje español muy rico y variado, con palabras que, a mí particularmente, me han sonado a nuevas y que he incorporado ya a mi vocabulario.
Cuando tenía once años, un sicario mató a mi padre. Yo era una niña que no imaginaba que algo así pudiera pasar. Pero pasó. Todavía me cuesta creer que apenas treinta y cinco gramos de acero y un gramo de pólvora hayan podido acabar con una familia.
Sara, dentro de la dureza de la historia, nos arranca sonrisas y enfados…. Enfados por relatarnos la total impunidad en la que los sicarios habitan. Novela relatada en primera persona.
Cuando Héctor Abad Faciolince, autor de El olvido que seremos, leyó esta primera novela, decidió publicarla de inmediato; muy poco después Lumen se sumaría a su entusiasmo. Tras el éxito en Colombia y mientras Francia prepara su traducción, Cómo maté a mi padre llega a los lectores de ambos lados del océano como una de lasrevelaciones literarias de los últimos tiempos.
Termino apuntando que más que leer críticas de ella, hay que leerla. Si no leen Cómo maté a mi padre se perderán una de las mejores obras de los últimos años.
Sara Jaramillo Klinkert (Medellín, 1979) es comunicadora social y periodista por la UPB (Universidad Pontificia Bolivariana) y ha trabajado en varios de los principales medios de comunicación colombianos. Cursó el máster de Narrativa de la Escuela de Escritores de Madrid, donde le fue otorgada la beca al rendimiento académico. Su primer proyecto fue la escritura de la novela autobiográfica Cómo maté a mi padre, con la que Lumen inicia la publicación de su obra, a la que seguirá su segunda novela, Donde cantan las ballenas. En la actualidad vive en Medellín, dirige una tienda de venta de especias y escribe su tercera novela.
En Medellín, Colombia, nos recibe y charlamos con SaraJaramillo Klinkert… Gracias…
P.- Por favor, presente a Sara Jaramillo Klinkert.
R.- Esto es difícil para mí porque hago muchas cosas la mayoría de las cuales ni siquiera están relacionadas. Soy periodista, yogui, cocinera, tengo una tienda de especias que se llama “ábrete sésamo”. Me declaro atea, feminista, animalista, pero soy mala militante. Panadera fracasada debido a mi incapacidad de seguir reglas. Ornitóloga frustrada. Jardinera en construcción. Amante de loras y guacamayas. Tengo un gato que se llama Kafka y que me acompaña mientras tecleo. Prefiero escribir y leer por encima de todas las cosas.
P.- ¿Desde cuándo y por qué escribe?
R.- Debería decir que escribo de manera seria y rigurosa desde hace poco, dado que Cómo maté a mi padre es mi primer libro publicado, aunque si abrieras el cajón de mi mesita de noche encontrarías varias historias inacabadas a las que les faltó aliento para llegar a un final, así que debería decir que escribo desde muy joven. Sin embargo, hace unos meses organizando mi biblioteca, encontré un cuaderno de cuando tenía 8 años lleno de microhistorias con unos dibujos feísimos hechos por mí. Entonces pienso tal vez la respuesta correcta es que escribo desde siempre y dibujo desde nunca.
P.- ¿Quién le indicó el título del libro? y ¿por qué ese título?
R.- La novela tenía antes una especie de prólogo escrito por mí en donde, de alguna manera, explicaba cómo había tenido que resucitar a mi padre a punta de recuerdos. El prólogo finalizaba expresándole la angustia que me generaba saberlo tan vivo en mi mente y la necesidad de matarlo para que esta vez no quedaran sus pedazos bajo tierra sino en las páginas de un libro. Cuando un amigo cercano leyó el prólogo me dijo: «esas tres páginas se resumen en una frase: Cómo maté a mi padre y fue ahí cuando empezamos a pensar si acaso ese sería un título adecuado. Me costó decidirme porque me parecía muy fuerte, muy violento, muy incómodo, pero luego pensé que exactamente así era el libro. Hoy creo que no pude haber encontrado un título mejor.
P.- ¿Le costó trabajo encontrar editorial que publicara Cómo maté a mi padre?
R.- Al revés. No había terminado de darle los toques finales cuando el manuscrito, de manera completamente fortuita, llegó a manos de Héctor Abad Faciolince. A los pocos días su editorial manifestó el deseo de publicarlo cuanto antes y comenzamos a editarlo. Andábamos en ese proceso cuando aparecieron varias editoriales españolas: ¡todas lo querían publicar! Recibí varias ofertas, pero María Facse de Lumen me convenció. No podía creer que iba a estar en manos de ella, es una editora a la que admiro demasiado. De ahí en adelante todo ha ocurrido muy rápido. Todavía me pellizco todas las mañanas cuando despierto para asegurarme de que no estoy soñando.
P.- ¿Qué le supuso la desaparición de su padre de esa forma tan brutal?
R.- Entender que el mundo, tal cual lo conocía, ya no volvería a ser el mismo. Tienes una vida perfecta, matan a tu padre, ya no tienes esa vida. Te das cuenta de que estás sola en el mundo, de que nadie va a darte un empujón ni va a interceder por ti ni va a resolver todos tus asuntos. Uno crece el día en que se da cuenta de que uno es el dueño de su vida y sus decisiones, por eso el mundo está lleno de adultos que nunca crecieron y de niños que tuvieron que convertirse en adultos. La adultez no es una edad sino un estado de conciencia.
P.- ¿Le sirvió de liberación y catarsis escribir el libro?
R.- Absolutamente. El libro me ayudó a repensar las dinámicas de mi vida y las de mi familia. Entendí muchas cosas escribiéndolo, muchas de ellas incómodas y dolorosas. Descubrí que al sacarlas de mi interior y exponerlas me liberaba de ellas. El gran aprendizaje fue que lo que ocultamos nos domina, en cambio, tenemos el poder sobre aquello que dejamos libre.
P.- ¿Qué le ha dicho su familia al leer la obra?
R.- Para todos fue difícil, en especial para la mamá, pero al final, el libro les sirvió para lo mismo que a mí: sacar todo ese dolor oculto, quitarle el poder dominante que le habíamos otorgado con nuestro silencio. Erróneamente pensamos que las cosas de las que no se habla terminan por desaparecer. Como si todo pudiera borrarse así de fácil. Hoy nos acercamos al tema desde un punto muy distinto: hay menos angustia, menos rabia, menos dolor. Ahora que no hay nada qué esconder nos sentimos verdaderamente libres.
P.- ¿Ha superado el duelo?
R.- Yo diría que sí. Con la liberación de la que hablaba antes llega la aceptación y eso es justamente el duelo: aceptar que la vida que quieres es una, pero la vida que te tocó es otra. No hay nada que puedas hacer para revivir a tus muertos. Nada. Puedes recordarlos, puedes fantasear con ellos, puedes escribir un libro, pero la presencia física no te la devuelve nadie. Entenderlo es vital para hacer el duelo.
P.- ¿Cuáles son sus géneros y autores favoritos?
R.- Mis lecturas favoritas son las que hablan de la condición humana, las que exponen los dilemas morales que supone estar vivo. Me encantan las novelas que tienen digresiones y los personajes que son perdedores. Adoro los finales tristes en los que el protagonista no consigue lo que desea porque pienso que se parecen a lo que nos ofrece el plano real de la existencia. Bajo esa premisa me gusta mucho Philip Roth, J.M. Coetzee, Joan Didion, Anne Ernaux, Toni Morrison, Jhon Fante, Tomás González.
P.- Cómo lectora, prefiere: ¿Libro electrónico, papel o audio libro?
R.- A mí lo que me gusta es leer, no importa cómo. Acepto que la idea del libro físico es muy romántica, casi insuperable, pero igual pienso que el libro electrónico es muy práctico. Yo no voy a ninguna parte sin el mío. No he incursionado aún en los audio libros porque me cuesta mucho concentrarme y suelo distraerme con facilidad.
P.- ¿Qué está leyendo ahora mismo?
R.- Cometierra de Dolores Reyes.
P.- ¿Qué manías tiene a la hora de escribir?
R.- Necesito café y silencio. Debo estar segura de que tengo muchas horas por delante para dedicarme a ello porque, cuando se trata de escribir, nunca se sabe qué va a pasar. En ocasiones no produzco ni una página, pero cuando me conecto puedo pasarme el día entero sin noción del paso del tiempo. A veces me agarra la noche y caigo en cuenta de que ni siquiera he almorzado.
P.- Comente alguna curiosidad literaria personal que le haya ocurrido con el libro y no ha desvelado hasta ahora... si la hubiere.
R.- En Lumen les dio mucha dificultad dar con la cubierta. Al final, el diseñador mezcló fotografía con ilustración vegetal y fue para mí una gran sorpresa descubrir que había fusionado mi cara con hojas de Mostera o Costilla de Adán, porque aquí en Colombia a esas hojas no las conocemos con ese nombre, sino que las llamamos Balazo. Creo que el diseñador, sin saberlo, utilizó una planta con gran poder simbólico.
Con la portada del libro en Colombia también hubo algo curioso. El diseñador lo abrió al azar y leyó el capítulo cuando mi hermano, luego de un accidente, estuvo a punto de convertirse en un pedazo de apio, así que decidió llenar la cubierta con ilustraciones de hojitas de apio. Me puse a llorar cuando vi la portada porque la percibí como un homenaje no planeado hacia mi hermano. A mí nunca se me habría ocurrido, pero me gusta verlo allí plasmado y eterno.
P.- Venda su libro ¿por qué hay que leer Cómo maté a mi padre?
R.- Es un libro para entender cómo la muerte de un padre impacta a una familia entera en el largo plazo. Revela que la tragedia no acaba cuando se entierra al muerto, sino que es, justamente allí cuando empieza. Habla de la ausencia, de las cosas no dichas, de las diferentes maneras como cada uno enfrenta un suceso tan trágico. Es un libro triste, descarnado y honesto que fue escrito con las vísceras. El lector ingenuamente cree estar devorándose al libro, pero es el libro el que se lo devora a él. No se sale siendo el mismo después de leerlo. Logra narrar la violencia sin usar ni una gota de sangre.
P.- Sus planes a corto y medio plazo ¿son?
R.- Mi segunda novela Donde cantan las ballenas ya está terminada y a punto de empezar a editarse con Lumen. Actualmente estoy escribiendo la tercera y, al mismo tiempo, trabajo en “ábretesésamo”, mi tienda de especias.