Rincón Literario de Paco Marín: “La editorial”
TÍTULO: La editorial
AUTOR: Toti Martínez de Lezea
EDITA: erein (2020)
Encuadernación: Rústica con solapas. Tamaño:16 x 24 cm. Número de páginas: 336. PVP: 20,00 €. ISBN: 978-84-9109-622-1
Cuando me dispongo a abrir y leer un libro de Toti Martínez se que voy a leer algo bien estructurado y bien escrito, al tiempo que voy a aprender y descubrir cuestiones que no conocía. Eso ha ocurrido con La editorial, escritura dinámica, muy clara y que te atrapa desde la primera a la última página.
Al comenzar nos encontramos con un árbol genealógico que sirve, y nos ayuda, para seguir las evoluciones de los protagonistas en el nacimiento, desarrollo y evolución de la editorial.
Tras medio siglo de esfuerzos, lo que en su día fuera un pequeño almacén se ha convertido en una editorial puntera con vocación de liderazgo, aunque para ello sea preciso adentrarse en negocios que poco o nada tienen que ver con los libros. Por motivos diferentes, desde la venganza a la indiferencia pasando por el ansia de riquezas o el verdadero amor hacia la Literatura, los descendientes de su fundador, Gervasio Egurra, luchan por hacerse con las riendas de la empresa familiar, bajo la vigilante mirada de doña Lola, viuda de Gervasio y matriarca del clan, que no olvida su pasado.
Una vez más, Toti Martínez de Lezea vuelve a sorprendernos con una trama, que, en esta ocasión, ubica en el presente y dentro de un ámbito que ella conoce bien. LA EDITORIAL supone un nuevo reto que demuestra la extraordinaria capacidad de la autora para crear caracteres, narrar historias de cualquier género que no dejan indiferentes a sus lectores y, asimismo, evidenciar determinados aspectos de un mundo que la apasiona, el de los libros.
En definitiva, tenemos, junto a las luchas intestinas familiares y extra familiares, sexo, crítica social, muertos, estrategias, corrupción y secretos… Por lo que todo da lugar a una mezcla de géneros: negro, erótico, thriller, intriga… Muy buena lectura para éste y cualquier momento.
Toti Martínez de Lezea (Vitoria-Gasteiz, 1949). Escritora. Vive en Larrabetzu, pequeña población vizcaína. En 1978, en compañía de su marido, funda el grupo de teatro Kukubiltxo. Entre los años 1983 y 1992 escribe, dirige y realiza 40 programas de vídeo para el Departamento de Educación del Gobierno Vasco y más de mil para niños y jóvenes en ETB. En 1986 recopila y escribe Euskal Herriko Leiendak / Leyendas de Euskal Herria. En 1998 publica su primera novela La Calle de la Judería. Le siguen Las Torres de Sancho, La Herbolera, Señor de la Guerra, La Abadesa, Los hijos de Ogaiz, La voz de Lug, La Comunera, El verdugo de Dios, La cadena rota, Los grafitis de mamá, el ensayo Brujas, La brecha, El Jardín de la Oca, Placeres reales, La flor de la árgoma, Perlas para un collar, La Universal, Veneno para la Corona, Mareas, Itahisa, Enda,Y todos callaron, Tierra de leche y miel, Los grafitis de mamá, ahora abuela, Ittun. Llanto en la tierra baldía y Hierba de brujas.
Autora prolífica, ha escrito literatura para jóvenes con títulos como El mensajero del rey, La hija de la Luna, Antxo III Nagusia y Muerte en el priorato. En el tramo infantil, Nur es su personaje estrella, inspirado en su propia nieta. Ha publicado además ocho cuentos para contar bajo el título genérico de Érase una vez…
Ha sido traducida al euskera, francés, alemán, portugués, chino y ruso. Habitualmente colabora con diferentes medios de comunicación y da charlas en universidades, asociaciones culturales y centros educativos.
Muy agradecido a Toti Martínez de Lezeapor atendernos en estos momentos… Gracias…
P.- Por favor recuerde, a los despistados, quien es Toti Martínez de Lezea.
R.- Pues soy una contadora de historias reales, imaginadas, deseadas… Depende. Antes fui actriz, traductora, marionetista, guionista de programas infantiles para la televisión. Ahora escribo novelas, recito en público acompañada por músicos, doy charlas, me han propuesto participar en una película, de abuela claro. Y todavía no sé lo que haré cuando sea mayor.
P.- ¿Cuándo, cómo y por qué nace La editorial?
R.- Se me ocurrió a comienzos de este año, o quizás ya se me había ocurrido antes. Suele hablarse de la “inspiración” en los escritores, pero, en mi caso, las ideas fluyen de continuo porque leo, escucho, recuerdo. Quería escribir sobre un tema habitual: el abuelo monta el negocio, los hijos lo mantienen, los nietos lo agotan… y ha salido ‘La Editorial’.
P.- Esta novela ¿es un desafío personal?
R.- Podría decirse que así es. Me gustan los retos y odio las etiquetas del tipo “autora de novela histórica”. Soy lectora de ese género desde muy joven, me gusta situar mis tramas en épocas pasadas, pero eso no significa que no pueda escribir otro tipo de novelas. ‘La Editorial’ ha sido un ejercicio de géneros: negro, erótico, thriller, intriga… un poco de todo ¡menos ciencia ficción!
P.- ¿Ha querido criticar la concentración empresarial en general o en la edición en particular?
R.- También. Aunque más que crítica, ha sido un repaso a la industria editorial y al mundo literario, una forma de contar a los lectores que tras un autor/a y su libro existen muchas personas de todos los tipos, vocacionales y no: editores, correctores, maquetistas, impresores, diseñadores, críticos, plagiadores, “negros”, escritores “fantasmas”, envidiosos…
P.- El apellido Egurra ¿existe?
R.- No. Esto de los apellidos tiene su miga, nocreas. Yo he utilizado todos los míos y procuro ser original para que nadie se dé por aludido. “Egurra” en vasco significa “madera”, de la que sale el papel, del que salen los libros. Pero también significa “leña”...
P.- Los grandes premios literarios ¿están amañados? Y, ¿los premios en general?
R.- Lo están, por supuesto. En el caso de los grandes premios comerciales existe toda una industria que pretende vender su producto. En el de los institucionales, priman intereses políticos a veces, parciales en otros. Los únicos que se salvan son los premios humildes de pueblos y asociaciones que no conllevan fama ni dinero.
P.- ¿Se ha callado muchas cosas?
R.- Jajajaja, sí. El tema da para mucho más, pero tampoco se trataba de hacer un ensayo exhaustivo, solo de contar una historia. Llevo veintidós años en este mundo y algo sé.
P.- ¿Como ha sido y es su experiencia personal con las editoriales?
R.- Buena en general. He publicado con varias, aunque nunca en exclusiva, y no tengo quejas. Pero en los últimos diez años solo publico con EREIN porque me da lo que quiero, acepta mis propuestas, colaboro a la hora de elegir portadas y maquetaciones, conozco a todos los trabajadores de la editorial y soy parte integral del proceso de comienzo a fin.
P.- Bajo su criterio a las editoriales les importa más ¿la cantidad o la calidad?
R.- Depende del tipo de editorial. Cierto que para sobrevivir es preciso vender y, en ocasiones, es necesario publicar novelas sin la menor calidad literaria, solo porque lo ha escrito algún famosillo o toca un tema que provoca cierto morbo, pero todavía existen buenos editores que buscan la calidad antes que la cantidad.
P.- ¿Por qué el título en castellano es La editorial y en euskera Egurra S. A.? S. A. ¿es sociedad anónima, como en castellano?
R.- En realidad, en euskera se dice igual. El vasco es una lengua viva que asume anglicismos y, naturalmente, castellanismos.
P.- ¿Como lleva la pandemia? ¿Qué está leyendo ahora mismo? Recomiende, por favor, un par de libros.
R.- La llevo muy bien. El trabajo de un escritor/a es solitario, además vivimos en un pueblo pequeño, en una casa con huerta… El último leído es ‘Mongo Blanco’ de Carlos Bardem, una historia muy bien escrita, pero dura, dura, sobre el tráfico de esclavos en el siglo XIX. ¿Recomendar un par de libros? ¡Difícil! Recomendaría el ensayo “El infinito en un junco”, la historia de los libros, una delicia. También recomendaría echar un vistazo a cualquiera de los grandes escritores clásicos, Victor Hugo, Zola...
P.- Sus planes a corto y medio plazo ¿son?
R.- Debido a la maldita pandemia no he escrito una línea en los últimos meses, “mañana, mañana…" pero ya me he puesto las pilas y empiezo con otra novela. ¿De qué va? Todavía no lo tengo claro, siempre ocurre; escribo párrafos sueltos y luego me decido. Sí sé que va de la enemistad entre dos familias por asuntos que ya nadie ni recuerda.