Rincón Literario de Paco Marín: “La isla más remota del mundo”
TÍTULO: La isla más remota del mundo
AUTOR: Myriam Imedio
EDITA: RBA (2022, febrero) -Serie Negra-
Encuadernación: Rústica con solapas. Tamaño: 14 x 21,3 cm. Número de páginas: 368. PVP: 19,00 €. ISBN: 978-84-9187-966-4
«¿HASTA DÓNDE SOMOS CAPACES DE LLEGAR SI CRUZAMOS LOS LÍMITES?»
Una palabra resume la lectura de La isla más remota del mundo, “impresionante”.
Cuando abres el libro y lees: “Me llamo Lis de Fez. Soy la psicóloga más famosa de España y he matado a dos personas”. Puedes esperar cualquier cosa y te anima a leer. Pero conforme nos vamos adentrando en las páginas todo se vuelve de un color indefinido y se ha de ir con pies de plomo para no perderte en los entresijos de la historia, historia que en cada paso te atrapa un poco más y te vuelve a capuzar en ella. Igual que si te aventuras en un mar de aguas nada tranquilas en busca de una isla, de momento, desconocida.
«Lis de Fez es una psicóloga diferente. Por sus cualidades, fue elegida para participar en un proyecto secreto que podría revolucionar el análisis de la mente humana.
Pero eso fue antes de que una misteriosa mujer se suicidara delante de ella en un autobús y su vida cambiara para siempre.
Ella está convencida de que la pesadilla que acaba de empezar tiene relación con el proyecto en el que trabajó, pero tendrá que demostrarlo. Y el primer paso para hacerlo es huir».
Myriam deja al descubierto lo frágiles que somos; sobre todo, a nivel mental. Brutal la exposición sobre el abuso femenino, el comportamiento asqueroso de algunoshombres y llamo mucho la atención el relato del comportamiento familiar… indescriptible.
He de felicitar a RBA -Serie Negra- por acoger a autores españoles en esta nueva etapa. ¡Chapeau!
Myriam Imedio (Valencia, 1984) es escritora y periodista. Ha trabajado como redactora de diversos periódicos (Las Provincias, La Voz del Mediterráneo) y páginas web, así como en gabinetes de prensa y en la televisión valenciana. En 2015 se autopublicó en Amazon su primera novela: “El séptimo punto de Selleck”. Su sorprendente propuesta se mantuvo durante meses en el Top 100 de las novelas de ficción más vendidas en España y México. Su segunda novela, “La esperada Lluvia” (Roca Editorial), ganó el premio Premio Marta de Mont Marçal 2019.
En Valencia nos recibe “en su isla”… Myriam Imedio… Un placer…
P.- Por favor, presente a Myriam Imedio.
R.- Soy una chica de 37 años, de Valencia. De jovencita me embarqué en Periodismo porque mi pasión era y es escribir. Con dieciocho años muchas cosas están difusas, se abren puertas, se bifurcan caminos, dudas… pero yo tenía clara mi vocación. Siempre digo que, si algún día me pierdo, que me busquen cerca del mar o en una librería. Soy feliz paseando por un rastro, por una biblioteca, descubriendo joyitas. Soy muy curiosa y observadora. Me gusta mucho escuchar, sobre todo a las personas mayores. Siempre tienen algo que contar.
P.- ¿Desde cuándo escribe y por qué?
R.- Desde siempre. A los seis o siete años pedí a los Reyes Magos una máquina de escribir. Y me la trajeron. Ahí empezó todo. Aún la conservo: medio de verdad, medio de juguete, gris y azul. Se empieza como un juego y acabas metida hasta el fondo. Escribo por necesidad y porque me gusta. Disfruto creando una historia, inventando personajes, diálogos. Las ideas bullen en mi cabeza y digo: ¡Tengo que contar esto! Duermo con una libreta al lado y si tengo una idea, aunque sean las tres de la madrugada, me levanto y la apunto. No sé si estoy fatal o muy entregada a la causa.
P.- ¿Cuándo, cómo y por qué nace "La isla más remota del mundo"?
R.- Esta novela nace del horror. Del real. Vi una noticia en la televisión sobre el magnate de Wall Street, Jeffrey Epstein, sobre su isla Little Saint James, un paraíso en el Caribe. Decían que la llamaban la ‘isla pederasta’ o ‘isla de las orgías’. Que ricos y famosos iban allí y abusaban de chicas, de menores, que hacían todo tipo de aberraciones. Un escándalo. En primer lugar, pensé: Maldito poder… En segundo lugar, me dije: Quiero una isla en mi próxima novela. Y, en tercer lugar, la sorpresa me invadió, porque ni siquiera me extrañé al escuchar la noticia. Eso es curioso, ¿qué pasa? ¿Me estoy volviendo insensible al horror? ¿He normalizado tanto la maldad que ya no me sorprende que ocurran estas cosas? No es eso. Pero lo macabro siempre hace más ruido. Simplemente soy consciente de que hay un mundo oscuro ahí fuera. Asesinatos, violaciones, secuestros, parricidios… Lo vemos todos los días en las noticias. Lo mires por donde lo mires, la realidad siempre superará la ficción. Y lo que vemos es la punta del iceberg. Lo peor es lo que no sabemos.
P.- ¿Cuál ha sido su base documental?
R.- Leer artículos y libros de psicología. Visitar los escenarios de la novela. Pasar tres días en un monasterio con frailes mercedarios. Mirar a mi alrededor, bucear en mi interior, dejar volar la imaginación y voilà… Tenemos “La isla más remota del mundo”.
P.- ¿Ha llegado a visitar "su isla"?
R.- Una persona que no ha visitado “la isla” no hubiera escrito esta novela.
P.- ¿Llegó a perderse, en algún momento, entre los entresijos del relato?
R.- Siempre me pierdo, es el primer paso para encontrarse. Sé cómo va a terminar la novela, pero llegar hasta ahí es un misterio. Creo que perderse en algún momento es bueno y más cuando escribes un relato tan profundo a nivel de sentimientos y emociones y en algunos casos de su ausencia. Miento si digo que escribir esta novela fue un camino de rosas, como si me la estuvieran dictando al oído. Mira, no. He tenido baches que he solventado, como la vida misma.
P.- ¿Cómo planteó el viaje y manejo de los personajes?
R.- Tenía claro que quería un viaje sincero, honesto. Si viajamos a la isla más remota del mundo que es puro glaciar, vamos a pasar frío y miedo y vicisitudes. Escribir desde la verdad, sin filtros, desde donde duele. Respecto a los personajes, son ellos los que me manejan a mí. Llega un punto en que tienen voz propia, que deciden su destino, el siguiente paso y cómo se relacionan con el entorno. Ese momento es magia. Y llego hasta ese momento porque me gusta trabajar mucho los personajes. Cómo piensan, cómo hablan, qué hay detrás de ellos, sus temores, sus logros, qué mochilas cargan. He leído novelas con tramas brutales pero los personajes no estaban a la altura y es una pena que una obra se vaya al garete por eso.
P.- ¿Tiene algún referente en la novela negra/policiaca/de misterio?
R.- Referente como tal, no. No tengo ningún autor de cabecera. Ahora estoy leyendo “Invisible” de Paul Auster y luego me está esperando una novela de John le Carré. ¡Ah! Y estoy con un libro muy interesante llamado “Valle-Inclán Noir” de editorial La Felguera. Una antología de sus poemas, relatos, ensayos… pero enfocados hacia el ocultismo, el misterio y lo sobrenatural.
P.- ¿Cuál es peor muerte: la física o la mental?
R.- La mental. Si esto (señalo mi cabeza) no funciona, no funciona nada. Tu cuerpo se paraliza o va hacia donde no debería ir. Lo sabrán muy bien las personas que han sufrido depresión o algún trastorno psicológico. No hablo de un bajón o de una temporada de hastío. Hablo de DEPRESIÓN, en mayúsculas. Desconectas del mundo, de tu cuerpo, del exterior… Empieza un viaje peligroso lleno de dolor, de oscuridad, de confusión. Tener en orden la mente y tus pensamientos es prioridad absoluta. Lo más importante para vivir y no caer en el pozo.
P.- ¿Cuáles son sus géneros y autores favoritos?
Bebo de todos los géneros, no me enfrasco en uno solo. Leo el libro que me apetece leer sin importarme si es histórica con romance, contemporáneo, true crime, thriller, intimista… Me enriquezco más y es más inspirador. El thriller me atrae, pero porque me gusta que pasen cosas, que los personajes se muevan, que se enfrenten a dilemas, que salgan de su zona de confort y que me sorprendan.
Me encantan Oscar Wilde, Salinger, Zafón y la dulzura con la que escribe Susanna Tamaro, su obra “Donde el corazón te lleve” es un paseo por los sentimientos. Y tengo muy pendiente leer a Carlos Zanón y a Jo Nesbo. Serán los próximos. Como ves, doy unos saltos entre géneros increíbles.
P.- Como lectora, prefiere ¿libro electrónico, papel o audio libro? Recomiende un par de títulos, por favor.
R.- Papel, siempre. Pero todos los formatos tienen sus ventajas y se complementan muy bien. Me fascina la novela “Los renglones torcidos de Dios” de Torcuato Luca de Tena. Así que la recomiendo. Y ayer mismo terminé “La ridícula idea de no volver a verte” de Rosa Montero. Rosa me encanta, es una escritora completa, curtida, de verdad. Escucharla y leerla es un espectáculo. Vi una charla entre Juan José Millás (otro escritor que me gusta mucho) y ella en el confinamiento y tomé más notas que cuando estudiaba en la universidad.
P.- ¿Cuáles son sus manías a la hora de escribir?
R.- Tener un café a mano. Y según la escena, poner música instrumental que me inspire. Tengo una mesa preciosa de escritorio que no utilizo, suelo escribir en la cama rodeada de cuadernos, libros, folios… Un caos organizado.
P.- Relate alguna curiosidad literaria personal que le haya ocurrido y no ha contado hasta ahora...si la hubiere.
R.- Estoy pensando y creo que no tengo ninguna. Qué aburrida soy.
P.- Venda su libro ¿por qué hay que leer "La isla más remota del mundo"?
R.- Como dijo Kafka: “Un libro debe ser el hacha que rompa el mar helado que hay dentro de nosotros”. Eso pretendo con “La isla más remota del mundo”. Que sea un zarandeo, un grito, una llamada de atención. Quien lea la isla va a acompañar a la protagonista en todo momento, descubrirá cuando ella descubra, correrá cuando ella corra… Es una novela rápida con personajes muy reales que viven experiencias que nadie debería vivir. Además, encaja a la perfección con la actualidad que estamos atravesando. Se tocan temas candentes y la salud mental es el eje central de la novela. La salud mental, tan vital, tan imprescindible y tan abandonada.
P.- ¿Cómo ha toreado al bichito Covid-19? Sus planes a corto y medio plazo ¿son?
R.- Al bichito, bien. A lo que está provocando, regular. Esta situación se está volviendo agotadora y a la larga pasará factura. En realidad, ya está pasando factura. Han nacido conceptos como “coronafobia” o “fatiga pandémica” que lo explican muy bien. Hay personas que han congelado sus vidas, tienen terror a salir de casa y eso ha desembocado en el aislamiento. Yo soy de las de fatiga y hartazgo.
Mis planes a corto plazo que “La isla más remota del mundo” llegue a mucha gente. Y a medio plazo, escribir la siguiente novela.