Rincón Literario de Paco Marín: “Morir en noviembre“
TÍTULO: Morir en noviembre
AUTOR: Guillermo Galván
EDITA: Harper Collins (2021)
Encuadernación: Rústica con solapas. Tamaño: 15,5 x 23 cm. Número de páginas: 448. PVP: 19,90 €. ISBN: 978-84-9139-705-2
Magnífica ambientación de la postguerra española. En “Morir en noviembre” nos enfrentamos a una trama muy bien expuesta y con un desarrollo impecable…a pesar, del tremendo enredo y complejidad de la historia. Perfecta ambientación.
Lombardi está convencido de que el tiempo que le ha tocado vivir está podrido. Es contrario al Régimen de la época, pero se va aclimatando a las circunstancias despreciando a los “mandamases”. Poco a poco la situación va mejorando y se le hace más soportable.
El conflicto mundial en apogeo, Franco con deseos de neutralidad, tiene deuda moral con Alemania por la ayuda recibida en la Guerra Civil. Por todo esto permite la presencia alemana en el territorio español, incluidos los elementos de la Gestapo. Los agentes dobles deambulan con total libertad. Agentes dobles, contactos secretos con los aliados…
«Noviembre de 1942, el mundo arde en llamas y España, aún arrasada y en plena represión, es un nido de espías. Carlos Lombardi, de nuevo en Madrid, sobrevive como puede con su precaria agencia de detectives. No puede permitirse el lujo de rechazar ningún trabajo por lo que tiene que investigar y seguir a un misterioso viajante de comercio alemán. Nada puede apetecerle menos que volver a meter sus narices en los asuntos del Tercer Reich pero…
A su vez una aspirante a actriz de dudosa reputación aparece ahogada y la policía del estado no tiene mucho interés en investigar y descubrir que es lo que hay detrás. Por lo que Lombardi buscará la forma de averiguarloviéndose atrapado en una sórdida trama de prostitución, cine y estraperlo.
¿Están conectados ambos casos? Guillermo Galván regresa a la más dura posguerra española para traernos una novela negra en la que, de forma magistral, junta los géneros,policíaco, histórico y de espionaje».
Final inesperado, sorprendente y curioso…
Guillermo Galván (Valencia, 1950), cursó estudios de ingeniería aeronáutica pero dedicó su carrera profesional al periodismo, trabajando durante muchos años en la agencia Efe. En 1998 publicó su primera novela, “La mirada de Saturno”, que obtuvo el Premio Tiflos (ONCE); le siguieron “El aire no deja huellas”, “Aislinn: Sinfonía defantasmas”, “De las cenizas” (Premio Felipe Trigo 2003), “Llámame Judas”, “Antes de decirte adiós” y “Sombras de mariposa”. “La virgen de los huesos” es su segunda novela en HarperCollins, después de cosechar un gran éxito con los dos primeros títulos de la serie protagonizada por el expolicía Carlos Lombardi: “Tiempo de siega” y “La virgen de los huesos”.
Deseándole lo mejor… departimos con Guillermo Galván… Gracias…
P.- Por favor, recuerde a los despistados quién es Guillermo Galván.
R.- Un valenciano criado en Madrid que ha dedicado su vida laboral al periodismo y que en 1998 se decidió a publicar su primera novela. De entonces acá ha publicado una docena de ellas y ganado, media docena de premios literarios. Al margen de todo eso, un tipo normal.
P.- “Morir en noviembre” es ¿negra/histórica o histórica/negra?
R.- A veces, el orden de los factores sí que altera el producto. Y este es el caso. Porque es realmente una novela negra. Todas las del género se desarrollan en un contexto histórico determinado, y el de esta, como el de toda la serie, es un contexto muy poderoso y negrísimo, de modo que trama y escenario se funden para hacerse unidad inseparable. Nació como negra y se revistió de histórica para contextualizar los hechos.
P.- ¿Cuándo, cómo y por qué nació Lombardi? ¿Tenía prevista la serie?
R.- Carlos Lombardi nació a fuego lento, después de algunas aproximaciones al tiempo de la dictadura, como “Antes de decirteadiós”. Me llamó la atención que una época tan rica desde el punto de vista narrativo como lo fueron los primeros años de la posguerra estaba prácticamente huérfana de novela negra. Se había escrito mucha novela testimonial, política, etc., pero novela negra apenas hay hasta que concluye la II Guerra Mundial. Y me pareció de justicia reivindicar el derecho al recuerdo de aquellos durísimos años. Carlos Lombardi nació para una sola novela, “Tiempo de siega”, pero antes de acabarla quise reflejar también la realidad rural de aquellos años y de ahí nació “La Virgen de los huesos”. Nunca hasta entonces había escrito una serie.
P.- ¿En algún momento se la ha rebelado Lombardi y ha ido por libre?
R.- Lo ha intentado, por supuesto. Es su obligación. Con actitudes o frases impropias de su personalidad. Si no se trata de aspectos graves, lo dejo ir, pero siempre queda claro que quien conduce es el autor. Faltaría más.
P.- ¿Cómo se ha documentado?
R.- Leyendo mucha historia. Y mucha prensa. Al fin y al cabo, es una época de la que quedan testimonios escritos, aunque manipulados por la dictadura. Otra fuente inagotable son nuestros padres o abuelos, que nos dan una visión mucho más cotidiana, alejada de cifras oficiales. Cierta literatura de la época ofrece también testimonios impagables sobre aquel tipo de sociedad.
P.- ¿Qué está leyendo ahora mismo? Recomiende, por favor, un par de títulos.
R.- Acabo de terminar “Un asunto rural”, una novela de Mercedes Rodrigo que ha ganado la última edición de Getafe Negro. Es su primera novela, y parece escrita por una veterana: muy recomendable. Y ahora mismo, para acompañar mi convalecencia, he elegido “El libro de Miguel Delibes” editado por Jesús Marchamalo.
P.- ¿Como ve el panorama "negro" nacional e internacional?
R.- En expansión. Cada vez hay más autores y autoras y el número de lectores no decae. Los subgéneros crecen como un árbol sano y frondoso. Después, cada lector elige de cada rama el fruto que más le satisface.
P.- Por favor, recuerde alguna curiosidad literaria personal que le haya ocurrido recientemente...si la hubiere.
R.- La hay. Imaginen ustedes que, de repente, se presenta alguien que te dice ser el nieto de uno de los personajes de tu novela. Naturalmente, tú sabes que ese personaje es histórico, aunque tan oscuro e inaccesible que ni siquiera imaginabas que hubiera podido tener descendencia. Pues bien, el descendiente se pone en contacto contigo para pedirte información sobre su antepasado. Es una situación entre embarazosa y divertida que, si se lleva bien por ambas partes, crea un poso de amistad. Un hecho emocionante, en todo caso.
P.- Venda su libro, ¿por qué hay que leer “Morir en noviembre”?
R.- En primer lugar, porque creo que es una buena novela, y ese es un aspecto que debe primar por encima de géneros. Después, porque satisface las exigencias de la literatura negra y de la histórica. Y por si eso fuera poco, enseña un montón de cosas sobre una época de la que jamás se ha hablado en las escuelas de este país, ni siquiera después de la dictadura.
P.- ¿Cómo ha convivido con el bichito Covid-19? Sus planes a corto y medio plazo ¿son?
R.- A distancia y con resignación. Solo así se puede ser testigo pasivo de una pandemia. Durante el confinamiento escribí “Vísperas dedestrucción”, un relato de medio centenar de páginas que sirve como precuela de “Tiempo de siega” y que solo se ha editado en e-book. Y actualmente intento concluir la cuarta entrega de Carlos Lombardi.