Rincón Literario de Paco Marín: “Solo que Marla no volverá”

TÍTULO:     Solo que Marla no volverá

AUTOR:      Béla Braun

EDITA:       Drácena (2020)

 

Encuadernación: Rústica con solapas. Tamaño: 14 x 21,5 cm. Número de páginas: 208. PVP: 15,95 €. ISBN: 978-84-121807-6-3

Comenzaré confesando que, hasta ahora, no había leído ninguna novela “negra” mexicana. Le doy las gracias a la editorial Drácena por haber publicado Solo que Marla no volverá de Béla Braun.

Nos encontramos con una novela distinta, muy fresca, provocadora, por momentos muy perversa e irreverente. Contenido intenso que alberga en sus páginas, además de negrura, un humor desgarrador… muy intensa en el ámbito sexual y con una claridad que hace que todo se entienda.

El lector, posiblemente como yo, se encontrará con la primera novela escrita en mexicano. Una gran labor editorial al destacar a pie de página 238 llamadas, aclarando las correspondientes palabras mexicanas.

 

Un buscavidas, que vive en el Distrito Federal de la venta de artículos para el billar, de pronto descubre que han secuestrado a su amante, una adolescente que estudia secundaria. Obsesionado por recuperar a la joven, se sumerge en la indagación de su paradero por las cloacas del tráfico y la explotación de mujeres, en México.

Ese es el punto de partida de la pesquisa en que descansa Solo que Marla no volverá, segunda novela, con todos los ingredientes del mejor “género negro”, de Béla Braun, uno de los jóvenes narradores mejicanos más sugerentes del momento.

No lees solamente… además aprendes como hablan, como piensan y como escriben los autores, allende del atlántico.

Béla Braun (Ciudad de México, 1977) es periodista, músico y escritor. Publicó por primera vez a los doce años, en la sección cultural de un diario mexicano ya extinto. Desde entonces no ha dejado de hacerlo hasta sumar cientos de crónicas, reportajes, entrevistas y hasta algunos poemas. Ha sido desde reportero a editor de varios medios impresos y electrónicos. Y con la literatura y la música, le roban el sueño el ajedrez y la carambola a tres bandas. El año pasado editó en México su primera novela, Sacrificio; ahora nos ofrece Solo que Marla no volverá.

Béla Braun nos recibe en Ciudad de México… Gracias…

P.- Por favor, presente a Béla Braun

R.- Nací en 1977, en la Ciudad de México. Mi padre fue un emigrante judío húngaro que llegó a este país tras la revolución del ’56 y luego de haber sobrevivido al Holocausto. Aunque mi pasión por la literatura tiene más de 30 años, he vivido del periodismo y la comunicación. También soy músico, instructor de artes marciales, jugador de carambola y ajedrecista aficionado. Solo que Marla no volverá es mi segunda novela publicada. Anteriormente publiqué Sacrificio (Nieve de Chamoy, 2017).

P.- ¿Desde cuándo escribe?

R.- Publiqué por primera vez a los 12 años. Al final de la adolescencia hice una pausa y luego, hace como 22 años, comencé a escribir periodismo narrativo. Hace aproximadamente 10 años comencé a escribir novela.

P.- ¿Cuándo, cómo y por qué nace Solo que Marla no volverá?

R.- Esta novela tiene una historia peculiar. Digamos que es el producto de una serie de eventos aparentemente dispersos. Yo quería hacer un documental sobre el mundo de la carambola a tres bandas en la Ciudad de México, un escenario cargado de personajes entrañables. Sin embargo, aquel proyecto tuvo que posponerse porque mi socio murió 10 días después de comenzar a rodar. Al mismo tiempo, tenía en la cabeza una historia muy estrambótica que involucraba la desaparición de una chica. Un día, conversando con mi amigo Mateo Miguel (también escritor mexicano), le hablé de mi pasión por el billar y le describí algunos personajes. “Ahí está tu nueva novela”, me dijo. Pero no fue sino hasta meses después (hace aproximadamente dos años y medio) que un sueño me reveló la novela: soñé a Marla, con nombre y apariencia, y cuando desperté me puse a escribir. En un año tenía listo el primer borrador.

P.- ¿Cuánto de personal hay en la historia y cuánto de documentación?

R.- Toda obra literaria es necesariamente personal. Uno se filtra en el texto que escribe, por más que quiera evitarlo. Muchos de los personajes de la novela son reales y aparecen en ella con sus nombres o apodos de la vida real. El personaje principal tiene mucho de mí, claramente, aunque también es dueño de su propia voz y de su propio destino. Documentación no hay, puesto que el universo que describo lo conozco bien, ya sea porque he transitado por esos lugares o porque he escrito o leído al respecto desde la óptica del periodismo.

P.- En la página 51 dice: "En este país ninguna autoridad investiga el delito. Son tantos los desaparecidos que ni queriendo podrían investigar cada caso, y no quieren". ¿Tan mal está la situación? ¿Por qué tantos delitos y tanta inseguridad?

R.- México siempre ha sido un país violento e inseguro. Las instituciones de impartición de justicia son históricamente ineficientes y corruptas. Sin embargo, fue con la llegada del expresidente Felipe Calderón, en 2006, que todo comenzó a descomponerse hasta alcanzar niveles inimaginables de violencia. En su afán por legitimarse tras una elección dudosa (y muy probablemente fraudulenta), Calderón emprendió una supuesta guerra contra las drogas. Ahora sabemos que era, en realidad, una guerra contra los enemigos del “Chapo’ Guzmán y el Cartel de Sinaloa. El Estado empleó su fuerza para desmembrar a los grupos rivales de ese cartel y, como consecuencia, estos se atomizaron, empezaron a luchar entre sí, y una violencia sin precedentes se desató en México. Hasta la fecha, cientos de miles de personas han muerto como consecuencia. Así de mal están las cosas en México, en ese sentido.

P.- ¿Tiene usted miedo cuando sale a la calle? ¿Dónde vive?

R.- No, para nada. Yo vivo en la Ciudad de México, que no es más insegura que cualquier gran ciudad del mundo. Objetivamente hablando, las probabilidades de ser víctimas del delito en esta ciudad son bastante altas, en el tiempo de una vida, pero las de ser asesinado no lo son tanto. Trato de confiar en la probabilidad. Antes de la pandemia, salía y disfrutaba la ciudad de forma intensa. Aquí tenemos una escena cultural y artística de primer nivel, además de una gastronomía difícil de igualar. Ahora vivo más o menos confinado, como buena parte del mundo, pero confío en que llegue la vacuna y pronto podamos todos recuperar las calles de nuestras ciudades.

P.- Cuando crea historias, prefiere ¿psicología o sangre?

R.- En realidad, yo no creo las historias. Atiendo a una especie de llamado, a una pista, un mensaje que se presenta en un sueño o que se revela de alguna forma. Luego encuentro una voz narrativa y dejo que el personaje que la porta me cuente su historia. En ellas siempre hay sangre, sí, y sexo. Mucho sexo. Pero también hay psicología. Mis textos están cargados de unos inmensos afluentes de contenidos inconscientes o inconsciente-colectivos, por eso pueden leerse a distintos niveles: desde la simple anécdota hasta la profundidad más primitiva.

P.- A la hora de matar ¿tiene usted un arma favorita?

R.- En esta novela descubrí el taco de billar como un arma letal. En mi cabeza, jugué mucho con la sensación de atravesar una sien con la cuerda metálica que sirve para unir ambas piezas del taco. Antes de eso prefería las pistolas. Ahora bien, como practicante de artes marciales, siempre me quedaré con el poderoso cuerpo humano, la mano desnuda, el estrangulamiento mecánico.

P.- ¿Cuáles son sus géneros y autores favoritos? ¿Tiene algún referente en el género negro?

R.- Me formé leyendo literatura fantástica latinoamericana: Borges, Cortázar, José Emilio Pacheco… Sin embargo, hace tiempo que no leo por géneros. Me apasiona la novela estadunidense del siglo XX, desde Henry Miller hasta Chuck Palahniuk. También tengo una fascinación por los autores “raros”: Mario Levrero, Mario González Suárez, FelisbertoHernández. Me gustan varios escritores japoneses, como Kenzaburo y Haruki Murakami. El escritor húngaro LászlóKrasznahorkai es probablemente mi autor vivo favorito. En cuanto al género negro, mi mayor referente es la novela El complot mongol, del magnífico autor mexicano Rafael Bernal. Toda una joya.

P.- Como lector, prefiere: ¿Libro electrónico, papel o audio libro?

R.- Papel, totalmente.

P.- ¿Qué está leyendo ahora mismo?

R.- Nuestra parte de noche, de Mariana Enríquez y La novela del Cangrejo, de Víctor Weinstock

P.- ¿Qué manías tiene a la hora de escribir?

R.- Fumar y escuchar música. Beber cerveza y mezcal. Dar paseíllos por mi habitación cada cierto tiempo.

P.- Relate alguna curiosidad literaria personal que le haya ocurrido y no ha desvelado hasta ahora... si la hubiere.

R.- Cuando era niño, un amigo de la familia venía de visita frecuentemente. Se llama Martín Hernández. Yo sabía que era hijo de un escritor de relativa fama, pero nunca le puse demasiada atención porque a mis padres no parecía entusiasmarles su obra. Muchos años después, cuando conocí la magnífica antología de Mario González Suárez llamada Paisajes del Limbo, descubrí ahí a Efrén Hernández  unode los escritores más extraños y magníficos de la lengua española. De trataba del padre de Martín. También me di cuenta de que, entre mis libros (que heredé de mis padres) había un ejemplar de Cerrazón sobre Nicomaco, primera edición, ilustrada por el autor. Una joya invaluable que pronto se convirtió en uno de mis objetos más preciados, y el texto, en uno de mis grandes favoritos.

P.- Venda su libro ¿por qué hay que leer Solo que Marla no volverá?

R.- Se trata de una novela vertiginosa que no da tregua al lector. En ella se combina un lenguaje procaz y obsceno con un tono evocativo y a menudo poético. Es una novela de acción (ese rasgo lo apreciarán más los jugadores de billar) y de sexo; es una novela sobre las propiedades místicas del amor sexual y sobre la idealización del amor romántico; es un grito de resistencia contra un mundo que se vuelve cada día más absurdo, vacío y violento; es una reivindicación del derecho a amar como una forma de resistencia contra el mundo. Es, ante todo, una obra auténtica y honesta que se desmarca de una literatura, la del mainstreamactual, que más parece destinada a que de ella se hagan series para Netflix.

P.- Sus planes a corto y medio plazo ¿son?

R.- El próximo año voy a lanzar mi primer disco como solista. Una obra pop electrónica densa y oscura pero luminosa y cargada de amor y gratitud. Estoy en fase de preproducción. También comenzaré a escribir mi siguiente novela: una ucronía sobre encuentros extraterrestres, DMT y la búsqueda de la identidad. Un tema que ha estado presente en mi vida y en mi obra desde que tengo memoria.