Rincón Literario de Paco Marín: "Complot a fuego lento"
TÍTULO: Complot a fuego lento
AUTOR: María Pérez-Tomé
EDITA: Arán Ediciones (2023)
Encuadernación: Rústica con solapas. Tamaño: 15 x 23 cm. Número de páginas: 140. PVP: 16,00 €. ISBN: 978-84-19381-66-8
Amor, secretos, mentiras y poder: Un cuarteto perfecto para presentar y dar a conocer al recién fallecido Eladio.
Todo recogido en una novela corta pero intensa. Corta, o no, en el número de páginas, pero con una tremenda fuerza. Todos sabemos que los tanatorios son puntos de encuentro muy interesantes y en los que la “lengua” se puede disparar; para lo bueno y para lo malo. Eso ocurre en “Complot a fuego lento”, pues cuatro mujeres cuatro se encuentran y ponen sobre el tapete la personalidad del fallecido. Eladio, en vida, fue un político narcisista, un trepa, infiel con pasado más que oscuro. Cómo verán un explosivo coctel.
A lo largo del relato; relato que gana mucha fuerza al tiempo que avanzamos en su lectura; las cuatro protagonistas van tomando distintas posiciones hasta llegar, en común, a un concreto punto, pues cada personaje nos habla de cerca y nos invita a seguir su propio camino para que le acompañemos a desenterrar un secreto al que alguien puso precio.
¿Qué hay detrás de la sed saciada con valentía y tequila? ¿Qué fue de aquellas cortinas de flores con las que un día alguien soñó? ¿Son las cuatro mujeres protagonistas capaces de tanto?
Todos tenemos un secreto en nuestro pasado que creemos celosamente guardado, aunque a veces el tiempo pone a cada uno es su sitio.
Pasen y lean “Complot a fuego lento” y piensen que hablarán de ustedes cuando llegue el momento de reposar en un tanatorio.
María Pérez-Tomé nace en Madrid y en su juventud se traslada a vivir a Murcia, donde reside desde entonces. Sin olvidar su ciudad natal, descubre en su tierra adoptiva el olor, la luz y la alegría del sur. Disfruta escuchando las historias que le cuentan, de esas que guardan la memoria de los hombres y las mujeres que vivieron allí en un pasado no muy lejano. Al mismo tiempo, el azul del Mediterráneo y el aroma del azahar le hacen mirar el mundo con otros ojos, dejándose contagiar por el sosiego de las horas lentas y las palabras sencillas de esas tierras.
Compagina su vocación docente con su otra pasión, la escritura. Durante diez años fue colaboradora de los periódicos ‘La Opinión’ y ‘La Verdad’, donde publicaba una columna refrescante, divertida y reflexiva. Tras ganar el premio de relatos de la Fundación Fomento Hispania y quedar finalista en varios concursos literarios como el Rendibú y Generación Estrella, ahora nos sorprende con su primera novela “Complot a fuego lento”. En ella nos invita a adentrarnos en el misterio de los secretos silenciados por el poder, el miedo y la confusión de los recuerdos. Aunque no siempre será así.
Maite, bienvenida a este maravilloso mundo… Gracias…
P.- Por favor, presente a María Pérez-Tomé.
R.- Nací en Madrid, pero aprendí a reírme, a oler el azahar y el mar en Murcia. A veces creo que en esta vida hacemos cosas sin darnos cuenta de la trascendencia que tendrán posteriormente. Cuando estudié la carrera de magisterio lo hice casi como un hobby y luego, con el tiempo, aquella decisión fue la que me permitió salir de una situación muy complicada y le debo mucho. Pues con la escritura, hay un paralelismo. Tuve una infancia tirando más bien como para aburrida. Y en ese tedio, lo único que tenía cerca para pasar las horas fueron los libros que adornaban las estanterías de mi casa. Lo cierto es que me leí las obras de Shakespeare a los doce años y le siguieron unos cuantos más. ¡A saber de qué me enteré yo de todo aquello!
Pero los relatos me empezaron a surgir solos. Uno llamaba al otro. Y me di cuenta de que necesitaba una mano que me acompañara por ese camino. Mi primera maestra literaria fue Lola López Mondéjar. Con ella aprendí a soltarme, a escuchar la voz que me acompaña desde siempre, a ser metódica y a creer en lo que crees de verdad.
Al mismo tiempo, la vida me hizo un pequeño regalo y me puso en bandeja colaborar con una columna semanal en la prensa regional de Murcia. Comencé en el diario La Opinión y, al poco, di el salto en número de lectores al fichar por el periódico La Verdad. A través de las columnas Con tacones y a la calle y Desde mis tacones estuve durante diez años disfrutando enormemente contando pequeñas historias llenas de sensaciones de la vida loca y de la montaña rusa de las emociones en la que hemos convertido el mundo de las relaciones, pero siempre con una sonrisa.
Y llegó el Club Renacimiento, todo un descubrimiento. A través de este taller de escritura y de sus magníficos escritores y profesores Ginés Sánchez, Miguel Ángel Hernández y Leo Cano me encarrilé, me limaron las ilusiones, me zarandearon las tonterías y me pusieron en la línea de salida. Entendí que escribir es una cosa muy seria. Que entrar en el mundo de la literatura había que ganárselo haciendo caso a los maestros, leyendo cosas buenas, trabajando y trabajando, corrigiendo y corrigiendo, pensando y poniéndole ganas. Y así llegué a escribir relatos divertidos, relatos serios, relatos de esos en los que parece que no pasa nada y pasa mucho, relatos ganadores de concursos, relatos que te empujan a plantearte: ¿Seré capaz de enfrentarme a una novela?
Y la escribí. Mis amigos y familia me preguntaban para cuándo iban a poder leer la novela y yo me encogía de hombros. Sin editorial no había nada que hacer. Y entre barbecho y barbecho llegó Pepe Jiménez de Arán Ediciones, mi ángel de la guarda. Y ya todo fueron prisas, ilusiones cumplidas, emociones encontradas y letras impresas en papel con mi nombre y el título de Complot a fuego lento. Todo lo que venga seguro que será bueno porque me he rodeado de buena gente, grandes profesionales y no me faltan ganas por conseguir lo que tantas veces he deseado.
En mi otro lado de la vida, soy maestra de Ed. Primaria con vocación y pasión, y dirijo el Club de Escritura del centro educativo Montepinar donde trabajo.
He participado en varios concursos de relatos cortos ganando el tercer premio del V Premio de Relato Fundación Fomento Hispania 2021, finalista del premio Generación Estrella de relatos 2021, finalista del Premio Rendibú de relatos 2018, …
P.- ¿Desde cuándo escribe y por qué?
R.- Si no contamos esas cosillas que se escriben en la adolescencia y que el destino ha hecho bien en que desaparecieran, podría decir que hará unos treinta años que comencé una novela con ilusión, pero sin ningún oficio y que nunca terminé. Después comencé con relatos en los que me sentía muy a gusto y paralelamente colaboraba La Verdad. Pero era consciente de que necesitaba formarme y así lo hice de la mano de Lola López Mondéjar, Juan Cano y en el Club Renacimiento con Miguel Ángel Hernández, Leo Cano y mi querido Ginés Sánchez del que aún sigo aprendiendo.
No creo que haya un porqué. Simplemente es una voz interior que me acompaña, que me saca de mi lugar de confort, que me exige no ser conformista con algunas cosas que existen y yo lo hago escribiendo. A lo mejor si supiera cantar, cantaría.
P.- ¿Fue complicado pasar del cuento, relato corto, a la novela?
R.- Al principio yo pensaba que escribir una novela era algo inalcanzable. No sé, como si mi límite estuviera en un puñadito de folios o así. De hecho, ni me lo había planteado. Fue Ginés Sánchez el que me animó, me ofreció su mano y me fue acompañando en todo ese momento. Él fue el que me hacía repetir los capítulos mil veces o me decía por aquí no… Y al final, la novela cuenta la historia que yo quería contar, pero sin lo que sobraba y que yo no me daba cuenta.
P.- ¿Cuándo, cómo y por qué nace "Complot a fuego lento"?
R.- Un año antes de la pandemia la novela estaba escrita. Le vino bien ese reposo porque luego la retomé y cogió cuerpo y sentido algunas cosas que podían deshilvanar la trama.
Al principio, solo sabía que quería que el protagonista muriera, pero cómo lo tenía que matar, no lo tenía claro. Por eso en el primer capítulo ya está muerto, no fuera ser que me arrepintiera. También quería ver una misma historia desde diferentes puntos de vista. Al fin y al cabo, nadie somos iguales a todas horas. De ahí surgieron las cuatro mujeres que están en el tanatorio del primer capítulo. La otra mujer, la de la intrahistoria, surge después. Para mí ella es fundamental, es mi personaje favorito, es esa voz que me obliga a contar lo que normalmente se prefiere ocultar. Porque al fin y al cabo todos tenemos un secreto y es ese secreto el que va a hacer que los personajes evolucionen a lo largo de la novela.
P.- ¿Todo es imaginación o hay algún tipo de documentación?
R.- Desde luego que no está basado en hechos reales de mi vida ni nada parecido. Pero en cualquiera de los personajes podríamos reconocer a alguien de nuestro entorno, son personas de carne y hueso que viven en el mundo real. Y, por descontado, está todo lo relacionado con la corrupción política. Personajes así, sin escrúpulos y manejando el poder, salen todos los días en el periódico. Pero en este aspecto seguro que se cumple aquello de que la realidad supera a la ficción.
P.- ¿Los personajes son "inventados" o, de algún modo, existen realmente?
R.- Los personajes, como tal, no existen. Pero yo soy muy observadora y me gusta mucho indagar en la personalidad de la gente. Desde luego que he conocido a unos cuantos que se parecen un montón a Eladio Marchesi, o a Fany, Amelia, Helena y Roma. Y estoy segura de que los lectores tienen algún cuñado, alguna vecina o ellos mismos se ven identificados en los diálogos de la novela.
P.- ¿Le costó trabajo encontrar editorial? ¿Quién diseñó la portada?
R.- Encontrar editorial fue más complicado que escribir la novela. Actualmente el mercado está muy saturado y todos queremos publicar. Y, salvo que tengas un buen padrino, es casi imposible que un editor crea en ti y apueste por tu obra. En mi caso, la Editorial Arán, que no se dedicada a la literatura, me apoyó desde un primer momento. Tengo que agradecer ese paso que dieron por mí, ya que ha sido algo muy importante en mi vida. El problema es que, al no estar en el mercado literario, su difusión está siendo más complicada de lo normal.
La portada es espectacular. Me la diseñó Isabel Sánchez de Intro Agencia. Comimos juntas, le conté la historia y en el postre me dijo: “Lo tengo”. Hicimos un par de bocetos y salió lo que la historia pedía.
P.- ¿Cuáles son sus géneros y autores favoritos?
R.- Me gustan muchísimo los relatos. Sobre la novela no me gusta cerrarme en un estilo determinado, pues eso reduce demasiado las posibilidades. Creo que también influye el momento vital de cada uno y es bueno dejarse aconsejar. Me encanta la literatura hispanoamericana, nuestros maestros como Delibes, Galdós, Torrente, Matute… De vez en cuando, cuando estoy un poco despistada, vuelvo a ellos y me ponen las pilas. Siempre recordaré cuando a los quince años leí a Dostoievski, hasta entonces yo no me consideraba una gran lectora, pero ahí me di cuenta de todo lo que me estaba esperando al otro lado del espejo.
P.- Como lectora, prefiere ¿libro electrónico, papel o audio libro?
R.- He usado los dos primeros, el otro me recuerda a mi infancia cuando la chica que limpiaba en mi casa por las tardes ponía la radio y escuchaba “Simplemente María”. Cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes. Me siento a gusto leyendo. Con lo que sea, pero leyendo.
P.- ¿Qué está leyendo ahora mismo? Recomiende, por favor, un par de títulos.
R.- De lo más reciente, me quedo con “De tigres y gacelas” de Ginés Sánchez y “Malasanta” de Antonio Tocornal.
P.- ¿Qué manías tiene a la hora de escribir?
R.- Como ya no fumo ni bebo Coca-Cola, me quedan pocos vicios. Pero al menos, sí que sé que necesito silencio, paz interior, siempre en ordenador y estar rodeada de un espacio interior o exterior que tenga armonía estética.
P.- ¿Como ve el panorama literario nacional y el murciano, en particular?
R.- Pues depende. Si vas a la sección de libros de Carrefour, pues un horror. Pero claro, hay lectores de todos los tipos y mientras, al lado de un bote de leche condensada, también se venda un libro, sea cual sea, estamos salvados. Luego está la otra literatura, menos comercial, más complicada… pero que no siempre es la mejor. Creo que cada uno debe leer lo que le gusta, lo que le hace bien, lo que le hace disfrutar, pensar y sentir.
En Murcia está habiendo una revolución cultural, y me alegro. No me gusta que esta tierra sea solo conocida por memes que nos hacen sentirnos incomprendidos o por los concursantes televisivos tipo First Date, Gran Hermano… En Murcia hay mucho arte, pero los primeros que nos lo tenemos que creer somos nosotros y orgullecernos de tanto que hay en esta Región, cuidarla y promocionarla con glamour, con clase y sin complejos.
P.- Relate alguna curiosidad literaria personal que le haya ocurrido y no ha desvelado hasta ahora... si la hubiere.
R.- Pues cuando estaba ya en la imprenta la novela, me llamó mi hermana que se estaba leyendo una de las pruebas y me avisó de un fallo tonto del segundo capítulo y gracias a ella, pudimos arreglarlo.
También me acuerdo de que cuando tenía unos treinta años leí “El amor en los tiempos del cólera” y me quedé emocionada por esa novela, la vi muy romántica. Hace poco, la volví a leer y pensé que Florentino Ariza era un putero sinvergüenza y que, con la excusa de que Fermina Daza no le hacía ni caso, se había pasado toda la novela, liado con unas y con otras. Son los años, te dan diferentes perspectivas de la vida y todas sabias.
En el último momento, tuve que cambiar el título de mi novela, pues nos dimos cuenta de que ya había una obra así titulada (“Todos los días muere alguien”) y surgió la actual.
P.- Venda su libro, ¿por qué hay que leer "Complot a fuego lento"?
R.- “Complot a fuego lento” es mi forma de autorizarme a ser escritora. Ese es mi propósito al presentar mi primera novela.
“Complot a fuego lento” es la vida de un hombre, pero contada por las personas que han compartido con él el amor, los secretos, las mentiras, los miedos, la ambición, el dinero, el poder… Es una historia con muchas versiones diferentes, aunque todas verdaderas. Quizá sea cierto eso de que nadie somos únicamente como nosotros mismos creemos ser. Y cada personaje tiene su propia forma de hablar y, entre esos diálogos, hay mucha carga de humor y desenfado como para intentar aflojar una cuerda que comienza tensa desde la primera línea.
En la vida de cada uno, siempre hay algo secreto. Pero hay secretos más interesantes que otros, más peligrosos que otros, más oscuros que otros. Los personajes de la novela, al tiempo que van evolucionando, también van tejiendo una telaraña invisible alrededor de Eladio Marchesi y, por no pensar en ese secreto durante tantos años, Eladio llegó a creer que nunca había sucedido aquello.
Quizá sea una novela para leerla de una sentada, o incluso de dos. He visto quien la ha comenzado con una sonrisa entre los labios y ha ido dejándose fluir mientras les ponía voz y cara a los personajes. Hasta que, de pronto, ha necesitado dar un giro en su gesto de lector y ha empezado a replantearse muchas cosas, a zarandearse por dentro, a sentirse incómodo y a necesitar ser cómplice de ese complot a fuego lento que comienza a bullir entre los renglones.
He disfrutado enormemente escribiendo y reescribiéndola. Hasta el último momento siempre hubo un duende escondido que me cambiaba las palabras de sitio, volviéndome loca a mí y al editor. Mi mayor deseo es que los lectores disfruten con su lectura y que este sea el comienzo de una gran amistad con ellos.
P.- Sus planes a corto y medio plazo ¿son?
R.- Tengo una novela en un cajón lista para despegar. Claro, si consigo que un editor confíe en mí y en mi historia. Es una novela muy diferente a la primera, pero tan actual como especial. Actualmente estoy terminando otra que comenzó siendo una novela corta, pero no sé yo si lo de corta lo vamos a tener que ampliar un poco, ya veremos. También me gustaría presentar una selección de relatos de los que me siento muy orgullosa y con los que he ganado algunos premios.