Rincón Literario Dominical de Paco Marín: “El lazarillo español”
TÍTULO: El lazarillo español
AUTOR: Ciro Bayo
EDITA: Drácena (2021) -ensayos y memorias-
Encuadernación: Rústica con solapas. Tamaño: 14 x 21,5 cm. Número de páginas: 228. PVP: 15,95 €. ISBN: 978-84-122734-1-0
Es toda una experiencia enfrentarnos a las descripciones de los paisajes, de las calles, ciudades y costumbres de las gentes en el principio del siglo XX, no olvidemos que “El lazarillo español” se publicó en 1911.
Cuando comienzas a caminar junto a Ciro Bayo es imposible dejar el camino.
“El lazarillo español. Guía de vagos en tierras de España por un peregrino industrioso”, está considerada como la obra fundamental de Ciro Bayo —un raro predecesor del Noventa y ocho, al modo de Silverio Lanza-, donde relata su viaje desde Madrid a Barcelona, a través de Andalucía y por la costa levantina, durante los primeros días del siglo XX.
Este extravagante periplo se urde con episodios de lo más variado (limosnas y aguinaldos, trabajos ocasionales, actuaciones como cómico, mediador entre guardias y delincuentes…) aderezado con descripciones de los tipos y de los escenarios del camino, sin que falte algún que otro diálogo «filosófico» o alguna explicación histórica del paraje, lo que conforma, todo mezclado, un peculiar estilo que será modelo para los futuros escritores de libros de viajes españoles, como Josep Pla o Camilo José Cela.
Ciro Bayo (Madrid, 1859-1939). Se lo puede considerar uno de los grandes escritores de literatura de viajes de la lengua española por la huella que dejó su estilo, de un perspicaz y peculiar costumbrismo, en los escritores posteriores.
Fiel a su vida aventurera, oscureció sus orígenes familiares con testimonios confusos, aunque se sabe que viajó desde muy joven primero por Europa, de la que dominaba varios idiomas, y luego, porla América hispana, donde llegó a emplearse como maestro en Argentina y en Bolivia, si bien se licenció en Derecho por la Universidad de Barcelona.
En España, ejerció el oficio de traductor y escritor con obra desigual,aunque cosechara la admiración de los jóvenes escritores del Noventa y ocho; en especial, de los hermanos Baroja y de Azorín.
Nos dejó una obra irregular sobre la que destacan sus libros de viajes apenas publicados en dos años, como “El peregrino entretenido; viaje romancesco” (1910), “El peregrino en las Indias” (1911), “Vocabulario criollo-español sud-americano” (1911), y este “El lazarillo español” (también de 1911); títulos a los que posteriormente acompañará una curiosa variedad de ensayos historiográficos y divulgativos sobre las repúblicas americanas.