Juan Carlos Espín, investigador del CEBAS, recibe el Premio Internacional Hipócrates

Juan Carlos Espín, investigador del CEBAS, recibe el Premio Internacional Hipócrates

¡   Este prestigioso galardón, dotado con 7.000 euros y otorgado por la Real Academia de Medicina y Cirugía del Principado de Asturias, reconoce la destacada contribución del Dr. Espín a la investigación en el área de Nutrición y Salud.

 

 

Juan Carlos Espín recibiendo el premio el pasado jueves en Oviedo.

La Real Academia de Medicina y Cirugía del Principado de Asturias ha concedido su XX Premio Internacional Hipócrates de Investigación Médica sobre Nutrición Humana a la trayectoria de Juan Carlos Espín de Gea, profesor de investigación del Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura ( CEBAS-CSIC ) de Murcia. El acto de entrega se celebró el pasado jueves en el Paraninfo del Edificio Histórico de la Universidad de Oviedo.

El profesor Espín (Cehegín, Murcia) ha publicado más de 230 artículos científicos en revistas internacionales, con diferentes patentes registradas y, desde 2018, está incluido de manera consecutiva entre los científicos más citados del mundo, un logro reservado para tan solo el 0,1% de los investigadores con mayor impacto. 

“Los superalimentos no existen”

Sus investigaciones se centran en el campo de la alimentación y la salud, especialmente en los polifenoles, compuestos beneficiosos para el organismo que se encuentran en alimentos vegetales. Durante la conferencia ofrecida en el acto de entrega, titulada 'Polifenoles, microbiota y salud: ¿hacia la alimentación personalizada?', Espín advirtió acerca de los peligros de la pseudo-información y los mitos en torno a la alimentación. “Los llamados superalimentos no existen. Ningún alimento por sí solo previene o cura nada: ni el chocolate negro salva vidas, ni el chorizo mata…, aunque así lo parezca en las noticias”, afirmó el profesor Espín.

Un hallazgo fundamental de sus investigaciones ha sido identificar el papel de la microbiota intestinal, que puede llegar a modificar los polifenoles y los efectos saludables de los alimentos vegetales. “La microbiota intestinal participa en procesos que antes no imaginábamos. Puede influir en nuestras emociones y gustos alimentarios y estar relacionados con muchas enfermedades”, explicó el Dr. Espín.

En sus estudios han identificado que las personas se pueden clasificar según su microbiota en diferentes metabotipos : “Según el metabotipo de la persona, podemos explicar distintos efectos en la salud de ciertos alimentos. Ahora estamos investigando cómo universalizar estos efectos”. También investiga el uso de exosomas, pequeñas estructuras obtenidas de subproductos lácteos que podrían servir para encapsular los polifenoles y optimizar su efecto al escapar de la acción de la microbiota.

Actualmente, el Dr. Espín dirige un ambicioso proyecto de investigación enfocado en mejorar la salud de las mujeres durante la menopausia, una etapa en la que la microbiota intestinal se ve alterada por la disminución de estrógenos. Su objetivo es desarrollar estrategias personalizadas para mejorar la calidad de vida y reducir el riesgo cardiovascular en esta fase, teniendo en cuenta la microbiota específica de cada mujer.

Estos avances abren una ventana al futuro de la nutrición personalizada, donde la dieta pueda adaptarse a las necesidades de cada individuo.