Montanaro de aquí: EL ORGULLO DE SER ESPAÑOL NO ES EL DE SER GAY

Andrés Hernández

EL ORGULLO DE SER ESPAÑOL NO ES EL DE SER GAY

“Lo único capaz de consolar a un hombre por las estupideces que hace, es el orgullo que le proporciona hacerlas”, Oscar Wilde. Hay que entender que hace ya muchas décadas dejaron de ser perseguidas las personas homosexuales en España pero hoy, en este país es algo más ignorado que consentido, para bien,  ¿a quién le importa su circunstancia y el orgullo de tenerla?, creo que en este país hay problemas más importantes que estar pendientes de una asonada multicolor con un fondo de promiscuidad implícita que acaba siempre en un intento de provocación y adorna, en algún lugar las incoherentes celebraciones, en algunos casos, el apareamiento callejero como colofón a la fiesta, simplemente vulgar y ordinaria, imágenes lo plasman.

  Otra vez y un año más aparecen los ilustrados de la majadería de este siglo de oro, los de la ignorancia tácita que nos encumbra a los españoles en un desgobierno vacío de dignidad y más lleno de imperfecciones que nunca y además, ratifican un orgullo español instalado en la homosexualidad, hace unos meses era el tardo feminismo de taberna progre que solo ha traído el caos, y hoy, el de la homosexualidad compartida, pero citando a Bernard Le Bovier “El orgullo es el complemento de la ignorancia” y cuanta ignorancia hay en una y otra acera.

No sabemos desde cuando España, ancestralmente milenaria ha enarbolado la bandera de la homosexualidad o del orgullo inventado, o ¿es solo por desocupados del equilibrio? Una persona se puede sentir orgullosa de su profesión, del trabajo bien hecho, de los éxitos decorosos alcanzados, de las acciones solidarias, honestas, humildes…, de las acciones de sus hijos e hijas…, de su familia… ¿pero de su condición sexual? Berenjenal absurdo de un falso y progre ideal, condenado como su celebración estúpida, vacía e irreverente al fracaso.  

Por poner en antecedentes hagamos sucinto repaso ajenos a cualquier homofobia que ya coronan los defensores de eta juerga pagada, además por esta progresía de taberna barata dónde incluyo a conservadores petulantes como los de Cartagena; Friedrich Engels, padre del comunismo ya los criticaba en su escrito de finales del siglo XIX, claro que, según estos iletrados eso es hoy el pasado, excepto Franco que sigue siendo presente y futuro. Friedrich Engels, hablaba de la degradación de los hombres en la antigua Grecia, afirmando que "cayeron en la abominable práctica de la sodomía". Maxim Gorki, ideólogo soviético y comunista en pleno siglo XX, en su obra “Humanismo proletario”, decía que en la tierra donde el proletariado gobierna valientemente y con éxito, la homosexualidad, con su efecto corruptor sobre los jóvenes, se considera un delito social punible bajo la ley, pero, en la ‘tierra cultivada’ de los grandes filósofos, eruditos y músicos, se practica libremente y con impunidad y había un dicho sarcástico: ‘Destruid la homosexualidad y el fascismo desaparecerá”, seguramente, este le llegó a Iglesias, La Montero, la Yoli y a Sánchez solo a medias, con la ambigüedad y la sarta de mentiras en la que viven no dudéis que igual hasta lo aplican en algún vocerío tabernario y desarrollado por imperativo en leyes hasta laborales.

España es tierra de orgullosos guerreros, de nobles marinos, de ilustres inventores, es una tierra de histórico abolengo basado con denodado orgullo en el sacrificio, en la aventura e incluso en la insurrección, orgullosa de haber sido temeraria, pero nada temerosa, además de innovadora, revolucionaría, ¿más…?, un país encerrado en alma de mujer, novia del Mediterráneo y amante furtiva del Atlántico dónde en Cádiz alcanza el clímax constitucional, incluso, prometida de La Habana y con infidelidad al tiempo a Manila. Muchas cosas pueden parecer nuestro país, pero cuna y bandera del orgullo gay, la verdad es que no.

 No imagino una España gay por muy de moda que parezca y por mucho que se empeñen en sostenerla, quizás, dejando correr la mente pueda encontrar en estos movimientos subsidiarios frustraciones escondidas de aquellos y aquellas que no se atreven a expresarse, que siguen queriendo ser un centro de atención a medias, entre el pudor y la vergüenza, anclados en su propia falta de personalidad y de libertad intrínseca, como si a algunos nos importara este desarrollo pseudo-anímico con la que está cayendo. No se porqué hay que someterse a actividades pseudo Kulturales de la progresía mal entendida, por muy de moda que nos la quieran endosar, a la que, sin rubor, y con una crisis económica profunda, se suma nuestro liberal y dadivoso gobierno local y además, en pleno éxtasis de demagogia mediática, anunciando posibles absurdos o más absurdos posibles, que los hay, tanto nacionales como internacionales, ya saben, “el yo más…”, en este caso, yo más… estúpido y cretino entre otros calificativos.

Quizás sea un buen momento para citar a Nicolás Márquez y El libro negro de la nueva izquierda dónde se explica como entre 1934 y 1980 fueron condenados cerca de cincuenta mil homosexuales a campos de concentración y como en las cárceles soviéticas, los homosexuales sufrían todo tipo de vejaciones. Hoy todavía, la legislación penal soviética considera la homosexualidad como punible, además es extensible a China dónde Louis-George Tin dio buena cuenta de ello hablando del Laogai chino que era parecido o incluso peor que en las prisiones soviéticas.

El dictador comunista cubano Fidel Castro afirmó en una entrevista al estadounidense Lakewood que, “Nunca hemos creído que un homosexual pueda personificar las condiciones y requisitos de conducta que nos permitan considerarlo un verdadero revolucionario. Una desviación de esa naturaleza choca con el concepto que tenemos de lo que debe ser un militante comunista”. Es más, el famoso y reverenciado Ernesto Che Guevara, líder espiritual de comunistas y podemitas como Iglesias, la Yoli, Echenique o Garzón, manifestaba un especial odio por los homosexuales, a los que consideraba “pervertidos sexuales”, es más, este ejemplo democrático que se pasea reverenciado en camisetas y gorras fundó el campo de trabajo de Guanahacabibes, el fin era la reducción de estas personas que para la dictadura comunista son considerados contrarios a su “ética revolucionaria”, los homosexuales, allí sufrieron maltratos, violaciones y ejecuciones en plan nazi.

La homosexualidad ha estado perseguida en las siguientes dictaduras comunistas como Albania, Alemania Oriental, Bulgaria, China, Corea del Norte, Cuba, Etiopía, Hungría, Laos, Mongolia, Polonia, Rumanía, Somalia, la URSS, Yugoslavia, Venezuela y repúblicas bananeras, no hablo del régimen musulmán.

 En cualquier caso, creo que no es el momento de apoyar económicamente adulteradas algaradas cuando las cuentas sufren vacíos sustanciales a pesar del despilfarro de las dadivas europeas hoy en tela de juicio, los parados, tanto los fijos continuos como los discontinuos sobrepasan los 3.000.000 ni aún, con las arcas llenas se justifica precisamente para dar esa normalidad que pretenden, todos tenemos derecho a estar orgullosos de nosotros mismos, de nuestros desarrollos personales, ¿dónde establecemos la lógica frontera de lo necesario, lo real y reivindicativo en contra de lo absurdo y banal? ¿Porqué no hay orgullo de ser currante, de ser heterosexual, de crear familias y luchar día a día con los problemas de subsistencia como si fueran naturales?, el orgullo de la ama de casa al recibir la noche tras un día de abnegado y sin embargo inerte y desconsolado trabajo, ¿dónde se queda? ¿Orgullo o un consuelo tirano? ¿Orgullo o un profundo egoísmo?, habida cuenta de las ultimas noticias también quieren una renta básica por ser homosexual, paridad laboral y destacarse, definitivamente, en este país no cabe un tonto más, y esos somos la clase media trabajadora, se está promulgando la abstinencia laboral, el absentismo académico limitando los derechos constitucionales de los padres en la educación, la ocupación de la propiedad privada y las renta mínimas por la cara, nadie hace misivas -excepto Sánchez- en contra de las dictaduras comunistas homófobas dónde hoy persiguen al homosexual, tampoco contra la degradación en el Islam de la homosexualidad, y ahora, también ser homosexual pretende ser objetivo de más paguitas…, joder, trabajar en este país es de imbéciles.

Hoy en el siglo XXI, no se quien se siente perseguido para enarbolar pendones acalorados y coloreados, ¿o no es más que seguir llamando la atención con el concubinato social e institucional?, ¿complejos y frustraciones?

“Asinque”, ver “valientes” social comunistas presentándose y ubicándose como defensores de los homosexuales es el máximo del contrasentido, además de los nostálgicos partidarios de Castro, Chávez, Stalin, Marx, Mao, o seguidores de Maduro, de emires, sultanes y demás referentes de la libertad, de la democracia y de los derechos humanos.

 

-Andrés Hernández Martínez-