Montanaro de aquí: Las pulgas de la Manga

Andrés Hernández

Las pulgas de la Manga

Podría ser una fábula, pero tristemente no lo es, no es de ahora, es de hace unos años, unos veranos y unos inviernos que, pasear un perro o sentarse en un banco del kilómetro cero de La Manga es tarea ardua arriesgada, las colonias de gatos que no están controladas y la dejación notoria y notaria del mantenimiento en invierno, primavera, otoño y también en verano es tangible y casi empírico.

La Manga se ha convertido en una suerte de irrelevancia comarcal para Cartagena, también para San Javier, pero eso son otros lópez…, como aquél cambio de titularidad en el mantenimiento de parques y jardines impulsado por el dúo sacapuntas de aquella, López y la Castejón y más tarde en el 2021 cuando las Grecas nos amaban “locamenti” y se alternaban en el consistorio se materializó de forma ACTUATIVA y con foto de paseo portuario, ambos malogrados políticamente por la tercera en suertes de Cúchares. Con el paso del tiempo, lo cierto es que mucha convergencia política en La Manga no ha habido, sí con cambio de cromos pero para nada, una mística epistolar que, como el Ave Fénix se reinventa para lo mismo, arder y perecer y volver a resurgir, ora con VOX, ora con el PP y sus necesidades nominales excepto con las expropiaciones a la venezolana, calladas y ocultas con premeditación, alevosía y casi con delincuencia embaucada, ahí si están aún, todavía no han dado explicaciones en el Ayuntamiento a las expropiaciones como objetivo entre Entremares y Marina sobre Géminis, Varadero y Hexágono, ¿quizás otro parking enaltecido con nobleza populista y popular como el de Sirenas?, por cierto, con el ilegal acceso peatonal cortado en las urbanizaciones que dan al mar.

La nueva gerente y antigua, que no vieja conocida de esta localidad parece que vive ajena a los problemas de La Manga, y mira que han dado la sonata con el inútil nombramiento mientras no son pocos, los problemas…,  ver un domingo de febrero a las 12.00 de la mañana la Plaza Bohemia desierta es un poco triste, está claro que no hay Oposición y se permiten licencias absentistas en lo municipal, unos, los locales de la bandera marítima emprendidos a reveses y revanchas políticas electorales, eternos dimes y diretes, la pela es la pela, no hay otro argumento, así pocos participantes y pocos votos para poca actitud y aptitud que no sea la de oírse y poner el cazo en la butaca. Declive generalizado en la política cartagenera. Una pensando más en Murcia y Madrid, la de Nino Bravo y quizás, cercana a un ministerio, la política es mediocre hoy en día, y el resto en la corporación sobrevive, venden agua, cuando no humo, no solo de comparsa y conciertos vive la ciudad, lo hace de su inercia, de la gestión empresarial y en el centro, del tirón sacrificado de los comerciantes gracias, eso sí, a los turistas y a un Adrián Ángel Viudes profeta lejos de su tierra, el vidente de la gestión portuaria.

La dejadez en los barrios es notoria, de hecho, hay barrios como el de San Antón que la reliquia social cartagenera es eso, una reliquia a enmarcar, poca herencia de la cultura cartagenera y cristiana podemos observar, me atrevería a decir que es el primer barrio desamortizado por el ayuntamiento y convertido en un gueto foráneo con tintes islámicos dónde, cada día el cartagenero es más ausente, dado el vecindario, al que se suma la ruina inmobiliaria del lugar.

Los socialistas, entre el Parque Torres y el de la Cerda o Los Canales, dicen, “salimos a ganar, ofreciendo a los ciudadanos de nuestra Región una línea de izquierdas y humanistas”, increíble, las izquierdas se agotaron con Escudero. “No creo que hayamos hecho las cosas mal o bien. Simplemente, la ciudadanía no ha entendido el mensaje que le hemos trasladado”, ¿Qué Mensaje?, ¿el sectarismo y el desprecio del sánchismo?, el día 2 de marzo con la visita del “regente”, todos de palmeros, Sí Bwana…, a tus pies, un admirador, un amigo, un esclavo, un siervo, un vodevil en Cartagena a mitad de camino entre Andrés Pajares y López Vázquez. Por lo demás y aquí no hay disonancia política entre PP y PSOE o el SÍ de las niñas de la Castejón, otra que tal baila, humo y demagogia, sillones y confabulaciones, de ahí las juntas de vecinos y demás movimientos del pueblo y la sociedad que no quieren, o sí…, manipulaciones políticas, más manipulaciones políticas…, como el Mar Menor y sus comerciantes y empresarios que se apartan de la excusa operativa política, son explotados por un Ayuntamiento divergente con la gestión en las playas más allá de julio y agosto, ya ni siquiera junio y septiembre y el abandono es general, vuelvo al inicio y a la fábula de las pulgas de La Manga, son como la meigas, no las ves pero haberlas haylas, Una pulga se aferró al lomo de un perro y le dijo: De aquí no me muevo hasta que me dé la gana. El pobre perro, oyendo esto, se echó a dormir triste y preocupado. Pero de repente, se enfureció, y se rascó y se rascó hasta que la pulga no tuvo más remedio que huir corriendo. Así son algunas personas; se creen con el derecho a tratarnos como quieran y a veces no sabemos cómo deshacernos de ellos, o SÍ...

En informática hay una máxima, “si funciona no lo toques”, en el vulgo hay otra, “si me he equivocado vuelve al punto de certeza”, claro está que, los interés subterráneos también influyen, si la anterior empresa fumigaba y mantenía limpios y frondosos los jardines, plantas y aledaños, además de la ciudad con los parques y jardines playeros durante el año, libres de pulgas…, el cambio debe ser para bien, debería de hecho serlo, hay o hubo hasta trato judicial en el trasiego, sin nombrar empresas y según el concejal del área. Copio literal, “fruto de las inspecciones se han detectado ciertas irregularidades que tienen que ver con la insuficiencia del personal asignado a las tareas o maquinaria por debajo de lo ofertado”, ¿qué falló, interés, nepotismo, hartazgo, relevancia contractual?, sabe Dios. ¿La negligencia por qué no la pagan los que gestionan los contratos?

“El Ayuntamiento ha tomado dos medidas principales. ha requerido a la empresa que subsane estas carencias tanto en recursos humanos como materiales a través de reuniones de seguimiento del contrato. En segundo lugar, se ha iniciado un expediente de penalidades económicas contra Actúa como respuesta a los incumplimientos detectados”. Control para garantizar la calidad de los espacios verdes, calidad, ni pulgas ni demás parásitos.

Lleva razón Contreras cuando litiga sobre el Ayuntamiento, el contrato de Jardines gestionado por el PP "es un absoluto despropósito". Ha tardado más de dos años en tramitarse "y, aún así, ha sido recurrido y paralizado al menos en cuatro ocasiones" y cómo podemos ver y según el concejal, con resultado adverso, insisto, los culpables son los gestores, no las empresas.

No sé si es otra muestra de la incapacidad de Noelia Arroyo y su gobierno, no sé si es de Esperanza Nieto en La Manga o de la contrata en uno de los principales contratos del Ayuntamiento de Cartagena, debería haber sido transparente y claro, por el contrario, ha sido recurrido y paralizado de forma constante, y encima con incidencias contractuales y de calidad. Es cierto que, al final, quienes pagan la ineficacia y la mala gestión son los cartageneros, que ven como sus jardines siguen ofreciendo un estado lamentable por la falta de mantenimiento y conservación, y empulgados...

Recuerdo una noticia de septiembre del 21 donde la Castejón y Arroyo se idealizaban cuales modelos de Dunia. Así, “el Ayuntamiento doblará el gasto en zonas verdes para conseguir los jardines que merece Cartagena”, pues os habéis lucido. Héroes de Santiago de Cuba y Cavite estará impoluto, pero playas, algunas como La Manga y Cabo de Palos y barrios limítrofes, destartalados. Decía la arenga periodística…, “La alcaldesa presenta el nuevo contrato de jardines, que pasará de los 5 millones de la actualidad a más de 10 millones de euros al año para cubrir más de un millón y medio de metros cuadrados de zonas verdes del municipio, y habrá un 70% más de personal”.

Moraleja, las pulgas de La Manga son las pulgas del Ayuntamiento, las del Consorcio y las de la mala gestión, en definitiva, hechos. Seguimos para Bingo…

Andrés Hernández Martínez