Narciso Sánchez, un hombre enamorado
Un hombre familiar y vulnerable, un presidente hogareño con su chimenea y su libro, pero sobretodo hay en Narciso un hombre enamorado. Eso nos ha dicho en su carta. Sánchez solo me escribía cartas al buzón en campaña electoral para pedirme el voto; hoy me ha escrito cuatro folios en un tuit, diciéndome que no es un político, ni siquiera un presidente, sino un hombre sensible, y además enamorado. Que es el amor de ver mancillada a su compañera lo que le hace imposible seguir viviendo, y que su vida quizá deja de tener sentido. Nadie mejor que Narciso Sánchez puede declamar hoy los febriles tercetos finales del soneto de Garcilaso:
Yo no nací sino para quereros
mi alma os ha cortado a su medida
por hábito del alma misma os quiero;
Cuanto tengo confieso yo deberos;
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir y por vos muero.
Asistimos a un nuevo episodio del manual de resistencia de Narciso. Un episodio inédito, que vuelve a recolocar a Sánchez donde le gusta, con todos los focos en él como primera vedette con plumas y oropeles.
Sánchez es un hombre familiar, y no le sonroja decirlo, enamoradísimo de su esposa, no como Isabel Ayuso que vive amancebada con su novio corrupto. ¿Cómo pudo nadie osar traspasar la línea roja de meterse con los familiares?, increpaban hace pocas semanas los ministros sanchistas. Mentar a los familiares de los progres no es elegante, y traspasa líneas rojas. ¿Quién puede acaso dudar de la integridad del partenaire cuando sabemos que por ser progresista ya fluye per se la honradez ejemplarizante? ¿Qué demonios hay que investigar, señor juez, si no estamos hablando de las derechérrimas, sino de la aterciopelada y amable progresía?
La mujer del César se veía con empresarios luego beneficiados de subvenciones gubernamentales, hacía cartas de recomendación de su puño y letra. Es antiestético y moralmente indecente, solo aceptable por la ética de Progrelandia, pero podría ser quizá no demostrable penalmente, lo desconozco. El drama para Narciso es que una persona no aforada -como somos la inmensa mayoría de los españoles-, Begoña Gómez, está siendo investigada como millones de españolitos han sido investigados por un juez, o por Hacienda, o por cualquier administración. Democracia y normalidad. Menos pucheros.
Los jueces y la prensa son los dos contrapesos principales del poder político, pero Narciso no soporta su zascandilería ultra. El indefenso Sánchez, controla la Fiscalía, el Tribunal Constitucional, el RTVE y el CIS; ¿cómo es que los jueces de instrucción de Plaza de Castilla no consultan previamente con Moncloa para archivar todo antes de comenzar las diligencias?
La política es el arte de tragar sapos, sin hacer gestos, decía un político mejicano hace muchas décadas. A la política hay que venir llorado de casa. Sin embargo, la carta de Narciso es la carta de un estudiante de instituto, dolido porque a su chica le hacen bullying. La carta es un aviso a navegantes, a periodistas y al juez titular del número 41 por si la retira de su vera una hora para tomarle declaración. Aquello que cantaba David Summers de Hombres G: Estoy llorando en mi habitación, todo se nubla a mi alrededor…devuélveme a mi chica, o te retorcerás entre polvos pica-pica.
¿Sánchez con su carta no ha sido un señor a la antigua, que no entiende de feminismo y sororidad 2030, o hizo lo apropiado en un buen socialista? El gallito, el hombre, el macho herido, defiende a su esposa… ¿Qué es eso de que una mujer se defienda sola con sus abogados habiendo un compañero varón, que saque la espada, doble el pie en tierra y recite versos dolidos en defensa de su amada? Jamás tuvimos un presidente más Tenorio:
“Su amor me torna en otro hombre
regenerando mi ser,
y ella puede hacer un ángel
de quien un demonio fue.”
Fijaos cómo se siente el “puto amo” Sánchez que ha dicho que se coge cuatro días moscosos, días de libre disposición, que el lunes 29 igual dimite, y que se va de meditación matrimonial. De momento se coge unas vacaciones de mal de amores, y pone el gobierno en piloto automático. Sánchez nos avisa de, que cancela su agenda ¡con un par! y se toma un Trankimazín, que está en un “vivo sin vivir en mí”. El rey Sol tiene mal de amores y se acuerda de Lorca:
Pero sigue durmiendo vida mía.
¡Oye mi sangre rota en los violines!
¡Mira que nos acechan todavía!
El lunes 29 ya nos dirá por facebook o instagram su decisión o quizá prorrogue más el deshoje de margaritas por decreto-ley; tal vez presente al Congreso una cuestión de confianza. No lo sabemos, ni lo sabremos aún, a él le gusta ser un un poquito golfo y mantenernos en ascuas a todas. De hecho, ha sido escribir su carta tuitera, y Narciso ya se siente mejor ahora que nos ve a todos y todas hablando de él, de lo guapo y viril que es, y de lo que sufre por su amada. Sánchez, hombre monógamo, pero no facha, hombre sencillo y progresista, humilde y sin apego alguno al cargo.
Lejos totalmente de Narciso narcisismo alguno. Sólo hay dentro de su pecho un hombre familiar y vulnerable, un presidente hogareño con su chimenea y su libro, pero sobretodo hay en Narciso un hombre enamorado… de sí mismo. ¡No eres tú Begoña, es su ego lo que le duele!
Juan M. Uriarte