“Chúpame la minga Dominga”, Ramón Galindo

“Chúpame la minga Dominga”

Y con esto poco a poco se levantaron las persianas del colegio mayor, pero la cámara solo apuntaba a un edificio, y un gamberro asalvajado –no lo puedo definir de otra forma- se dedicó a proferir gritos. La cámara no apunta hacia otros edificios, donde desde sus balcones en ocasiones se izan bragas y sujetadores a modo de “provocativos estandartes de guerra” ni tampoco a la parte trasera que también mira hacia un tercero, también de chicas donde entre ellas se dicen de “tó” menos bonitas, pero entre ellas sí pueden, como en el video de Echenique cuando en un restaurante les canturreaba a sus compañeras de mesa “chúpame la minga Dominga” y se reían todos <<todas y todes>>> hasta yo me descojonaba de risa al ver el ridículo que hacia el nota, “a elles si se les consiente ”. Es lo que pasa en este país, que unos no pueden y “otres” sí pueden.

Ni por un segundo voy a disculpar al gamberro asalvajado, que ahora por tonto le va a tocar jugar el papel de “pringao”. Pero lo que no vengo a entender muy bien de toda esta historia, es como al día siguiente de la batalla veborreica balconera, preludio de una capea universitaria, el autobús se llenó de las chicas de la residencia de enfrente y juntos todos se fueron a lidiar saliendo más de uno por la puerta grande, y más de una con orejas y rabo.

¡En fin! Este Movimiento Contra la Intolerancia que ejerce de policía de la moral al estilo iraní, pero a la viceversa, debería ocuparse de ponerle las pilas a la Fiscalía en escenas más graves que suceden en las universidades españolas como por ejemplo cuando en la de Granada exhiben pancartas del genocida Stalin, o cuando el insuficiente Pablo Iglesias dijo que azotaría a una periodista hasta hacerla sangrar, o que Isa Serra y cinco más harían correr como conejos a los Policías Municipales de Madrid hasta arrancarles sus cabelleras <<esto sí es salvaje sin ningún tipo de broma de colegio mayor>> y ni media broma cuando los abertzales envían a sus criminales convictos y confesos a impartir charlas a las facultades.

Pero esto es así, en esto han convertido este país a base de charlas en los colegios de travestidos más pintados que una puerta, fundiéndose los veinte mil trescientos millones de euros, sin rebajar el número de muertes de hombres y mujeres dentro del ámbito de la pareja, artífice de esto una chica que para llegar a ministra tuvo que aplicarse la cantinela de Echenique con un individuo que no pasa de un “cuatro pelao”para dar clases en la universidad. Pero todo esto ocurre hasta que reciben su propio jarabe democrático, les okupan su casa, reciben una falsa denuncia de su mujer, estén varios años sin ver a sus hijos o les monten un centro de MENAS en su barrio y encima si se quejan les llaman fachas.

Y hoy dedico el puro de los domingos especialmente para todos y todas “aquelles” que hayan alcanzado sus “cargues” chupando traseros u otras partes y que desperdician nuestros impuestos, con la misma cantinela de Echenique “chúpame la minga Dominga que vengo de Francia, chúpame la minga Dominga que tiene sustancia”.

Y mil perdones de mi parte para Dominga, que esto no va por ella, porque tampoco es lo mismo decir que “me gusta verte los domingos, que me gusta verte las domingas”.

Para todos los demás, damas y caballeros, amigos y familiares, entre los sabores del café y los aromas del tabaco, aprovecho estas líneas para enviaros un fuerte abrazo.

 

 

RAMON GALINDO