LA VIEJA GUARDIA

LA VIEJA GUARDIA

Fuimos el relevo generacional de los que se batieron el cobre en los 80, recién estrenada la democracia y que una anministia puso en las calles a lo mejorcico de cada casa.

Nosotros cogimos las riendas a finales de los 80 y nuestros fueron los 90, donde cabalgamos con la heroina, vimos mucha míseria y muerte, familias destrozadas por la droga, jóvenes enganchados al caballo, que vendían su alma por una dosis. En este escenario y con una ciudad debastada por la crisis económica y en ruinas, empezamos a trabajar. Eran tiempos dificiles, con pocos medios y a veces con ningún apoyo, pero dimos la cara.

En esa Cartagena oscura y sombría, un grupo de policías locales manteniamos el orden, colaborando con nuestros compañeros de la policia nacional, en la época que más unidos estuvieron los dos cuerpos.

Este panorama era el que teníamos todas las noches la brigada nocturna de la policia local de Cartagena, de la cual era Pedro un pilar.

Eran noches muy duras y frías, donde no se paraba de trabajar, la delincuencia desbordaba la capacidad de atención del cuerpo, había noches que para toda la ciudad y diputaciones sólo había un Patrulla, pero no reculabamos, así era la vieja guardia.

Pedro vivió con los que conformabamos ese grupo de la noche, el periodo de más actividad de la policia.

Pasamos frío, calor, miedo, nervios, dolor.. No podriamos contar los golpes recibidos y también devueltos, éramos la delgada linea azul que protegia a los cartageneros y nos sentíamos orgullosos. Nuestra labor era silenciosa e invisible, ya que todo ocurría cuando la ciudad dormía, y eran los periodicos los que contaban las historias que pasaban en el mundo nocturno.

Ese mundo, era en el que viviamos y donde se afianzaron lazos inquebrantables de amistad y lealtad, éramos hermanos de armas en la trinchera.

Por eso Pedro, para los que tuvimos el honor de conocerlo, siempre será nuestro hermano.

Donde quiera que estés, siempre estarás en nuestro corazón, eres nuestro hermano, eres de la vieja guardia.

Vamos quedando pocos y se nos va uno de los mejores.

Respeto y Honor hermano