Los herederos del Cojo Manteca, Ramón Galindo

Y con esto poco a poco los catalanes fueron a votar, y ya hechos todos los análisis vaya también el mío por delante:

Hay 7.222.203 residentes en Cataluña; de ellos solo 5.553.983 tienen derecho a voto; se contabilizaron 2.874.610; de ellos 40.966 fueron nulos (muchos me parecen) y 24.021 en blanco. De modo es que menos de la mitad de votos de declarados válidos de los votantes en potencia, y el partido con más votos (PSC) obtuvo 651.027, de modo es que de más de cinco millones y medio de catalanes con derecho a voto, con algo más de medio millón votos se dan por triunfadores; pero lo más gracioso es: Que con 36.000 más que en el plebiscito anterior de diecisiete sube a treinta y tres escaños; pero para premio ERC con 800.000 votos menos que en las anteriores gana un escaño; y para el premio gordo la CUP perdiendo 9.000 votos respecto a las anteriores elecciones sube de cuatro a nueve escaños. En resumen, que alguien me diga ¿Quién coño diseñó esa ley electoral?

Pero volviendo a la actualidad más rabiosa, llevamos cinco días despertándonos con olor a humo de basura, terrazas de bares arrasadas, mobiliario urbano destrozado y comercios presas del pillaje.

Dicen que todos estos altercados son en protesta de un vago y delincuente que han metido en la cárcel, quizás no tan vago, delincuente sí, solo estaba haciendo su trabajo siguiendo la estela de muchos como él, cuyos sabrosos y públicos emolumentos superan los seis mil del ala, y solo por alentar a los de fuera. Algo así como las chicas de las tetas pintarrajeadas. Rita Maestre solo se quedó en sujetador y ya lleva años en nómina; Iglesias alentó a asaltar el Congreso y ya está dentro, de Echenique no digamos ¡Bueno ahora que caigo! ¡De todos estos al que le salió mal la cosa fue al Cojo Manteca! Lo que los burroflautas (así lo digo pues según Pablo Iglesias el insulto, si este lo fuera, es permisible, menos para él o su familia, y estos no lo son, solo los utiliza) los de la capucha y el adoquín no saben que ellos acabaran como el Cojo Manteca, lo único que se llevarán es el chándal, el Smart tv, el microondas, o la estufa que hayan robado en la rapiña de los comercios asaltados, y que los que ya están dentro de las instituciones les cerraran las puertas y (aunque esto es aplicable a todos los partidos) les darán codazos en las sedes de Podemos para que no lleguen a alcanzar el pingüe sueldo que Lis charlatanes ya cobran, ni puedan vivir en el casoplón de Galapagar, ni tener asegurada la carga de la batería de la silla de ruedas, ellos tendrán que seguir viviendo en casa de sus padres, o independizarse de okupas en el piso de un anciano que esté en el hospital, o en una fábrica abandonada decorada con pintadas y seguir robando la electricidad, de agua no hablo porque estos la usan poco.

Mientras tanto, los Mossos protestando por la inanición de quienes les mandan y quienes tienen responsabilidad política sobre ellos y cuya palabra más de moda que saben utilizar es la “proporcionalidad”. Yo me pregunto: ¿Si miles contra cincuenta es proporcional? ¿Si adoquines contra porras es proporcionalidad? Y cuál es la diferencia entre defenderse y racionalizar la proporción. Yo me quedo con lo expresado por un jefe de policía canadiense: “La fuerza de parte de las autoridades no debe ser proporcional, debe ser mayor. Esa es la que conduce al orden público. La fuerza proporcional invita al desafío permanente porque deja a los antisociales en un falso empate en vez de en un castigo real”.

Pero todo esto solo tiene un último responsable, que hartos de tantas mentiras y sabedor de ello, ha aprendido la técnica del avestruz salvo leves declaraciones, que acto ninguno, se convierte de facto por consentimiento en cómplice necesario para tales consecuencias.

Y así y como de costumbre, habiendo encendido el puro de los domingos, que entre el aislamiento reglamentario para no molestar a nadie, entre los aromas que desprende y los sabores y del café, he teclado estas letras, que a vuestra salud y en perjuicio de la mía y con la única excusa de enviaros un abrazo a amigos y familiares, vengo haciendo, ha de esto ya varios años.

RAMON GALINDO