Manual del sátrapa, Ramón Galindo

Y con esto poco a poco, Putin abrió el libro de táctica especial para sátrapas por la primera pagina y comenzó a seguir sus puntos al pie de la letra.

-Primero. Fingir unas maniobras militares en la zona interesada para colocar a su ejercito en el teatro de operaciones, cerca de sus objetivos

-Segundo. Busca una falsa excusa provocadora, -si lleva el nazismo aparejado mejor- para retar a los que quiere atacar. Se da la circunstancia de que el Presidente de Ucrania es judío, pero no importa también le vale.

-Cuarto. Hace lo que en estrategia militar se denomina una “demostración de fuerzas” para dar a conocer que la agresión es real y los medios son suficientes e incluso superiores, recordándole a su eterno y lejano enemigo Yankee que él también tiene maletín con botón rojo, y además se saca la foto con su amigo y colega chino para dar a entender su respaldo.

-Quinto. Permanecer en la zona comprobando el buen funcionamiento de material y equipos mareando la perdiz a la espera de observar las reacciones de los posibles aliados, que cuando ve que estos no van mas allá de las sanciones económicas que él ya había previsto y otras imprevistas como que lo dejen fuera de Eurovisión y tenga que guardar la balalaica.

-Sexto. Finge una retirada y nos manda el video de los trenes cargados de carros de combate de regreso a Moscú, que no eran mas que los mas obsoletos cuya única misión era esa y los que se les habían estropeado durante las comprobaciones.

-Séptimo. Destapa los barriles de vodka y duplica las raciones del transparente mejunje entre las dotaciones de sus blindados para que no tengan ninguna objeción en aplastar a quienes se les pongan por delate y a las tropas de a pie a modo de “asalta-parapetos etílico”.

-Noveno. Da la orden de ataque.

-Décimo. Que aunque falta por venir ya se lo adelanto yo a ustedes, invadirá y someterá la totalidad de Ucrania como ya hizo con Crimea ante la pasividad de los chicos del “no a la guerra” y la famosa frasecita del califa Julio Anguita “malditas sean las guerras y los canallas que las hacen” pero que se calló la segunda parte que yo aquí añado, “siempre y cuando ¡Claro está! Excepto cuando el espectro del martillo y la hoz la legitime”.

 

Lo peor del caso, aun por lo irónico que parezca, no es lo que está pasando, sino las consecuencias que esto arrastre y que se nos vengan arriba en banderillas el resto de sátrapas que como Maduro “and company” por ahí pululan y conviertan esto en una “primavera roja” y aprovechen para decirles a los gringos de todo menos bonitos, o que sin gas paguemos la luz si cabe aún mas cara -ya sabemos que de construir pantanos para beber, regar y generar electricidad no se puede hablar para que no te llamen facha-, o que ya sabiendo que la OTAN no responde fuera de sus limites, aproveche el Rey Moro –otro que también se está rearmando- para darle otro empujoncito a Ceuta y Melilla.

Y como ya es costumbre en la sobremesa del domingo, con la tristeza del sufrimiento del pueblo ucraniano donde tengo muchos amigos, hoy especialmente a su salud y en perjuicio de la mía, deseándoles mucha suerte, también aprovecho para enviar un fuerte abrazo a amigos y familiares

RAMON GALINDO