PENSANDO EN VOZ ALTA: LO QUE EL VIENTO LLEVA Y TRAE
PENSANDO EN VOZ ALTA
LO QUE EL VIENTO LLEVA Y TRAE
Es incuestionable que vivimos días convulsos, días raros, días con poco o nulo sentido. Días en los que, al parecer, todo el mundo quiere vestir ropajes que no son los suyos la mayoría de las veces por analfabetismo adquirido. Días con censuras sin motivo, por desconocimiento o persiguiendo alguna prebenda de minorías aupadas ahora en lo de mandar y (des)gobernar.
He nombrado ‘censura’ y es impensable que hoy día pueda existir a nivel terrestre o normal un censor. No digo a nivel estelar o a niveles gubernamentales donde por un inconfesable interés hay que esconder ciertas cuestiones. Definamos censura: Acción de examinar una obra destinada al público, suprimiendo o modificando la parte que no se ajusta a determinados planteamientos políticos, morales o religiosos, para determinar si se puede o no publicar o exhibir.
Según la definición siempre habrá censura pues siempre habrá planteamientos políticos de uno u otro signo. ¿Quién determina lo que es moral o religioso? Lo que es inmoral para unos para otros no lo será y lo que en una religión puede estar mal en otra es ordinario. Pero voy más allá por qué no dejamos que las personas en general dictaminen sobre una película, libro, panfleto, obra de teatro…, etc, etc.
El censor interviene en el contenido o en la forma de, por ejemplo, una obra, atendiendo a razones ideológicas, morales o políticas (como he apuntado anteriormente). Pudiendo suspender material de comunicación que puede ser considerado ofensivo, dañino o inconveniente o innecesario para el gobierno de turno o para algún medio de comunicación. Digo yo que sería la justicia la que tendría que intervenir si en algún momento alguien plantea una demanda sobre este o aquel escrito, discurso, dibujo u otro medio de expresión.
El viento bien podría llevarse la mal llamada ‘corrección política’. Pues a este paso vamos a tener que ir atesorando libros y obras de distintos tipos antes de que lleguen las sinrazones de la corrección política y los cambien para siempre a fin de no herir los castos ojos de las nuevas generaciones educadas, en general, por pedagogos iletrados. El viento se ha llevado para adelante o ha puesto en tela de juicio una película mítica del cine universal: Lo que el viento se llevó… el título ya era premonitorio. Película estrenada el 17 de enero de 1940. Cuenta una historia situada en Georgia, en el año 1861. Adaptación de la novela homónima de 1936 de Margaret Michell.
Otro sí. En Estados Unidos están haciendo nuevas ediciones de los textos de Mark Twain. Textos que se han mutilado para reemplazar algunas palabras que ahora ofenden a los correctos bien pensantes actuales, cada vez más feroces en sus censuras a todo aquello que les molesta, aunque sea ligeramente. ¿Por qué la corrección política persigue no molestar, en especial, a ciertas minorías? Prepárense D. Quijote y su escudero Sancho si algún ‘analfabeto’ es capaz de leerlos. Fíjense que el viento se ha llevado por delante las tablas de sumar. ¡Tela!
¿Qué nos trae el viento? Hace unos días vi una viñeta (desconozco al autor) en la que tenía lugar el siguiente diálogo: --Quiere reservar toda la terraza, ¿para qué tipo de celebración sería? --… para dar una clase a mis alumnos, que aquí si les dejan reunirse.
Toda una declaración de intenciones. Terrazas si, aulas no (a día de hoy no tienen ni puñetera idea de como administrar el próximo curso los centros de enseñanza). Hay mucho interés en que el ocio, la ocupación de bares, restaurantes, salas de fiestas, terrazas estén lo más pronto posible al 100 %. Reitero, el viento trae el máximo interés en este particular. No voy a poner en evidencia dicha disposición, sólo exijo desde aquí que se tenga el mismo cariño a la hora de poner en marcha las aulas.
Quizá por mi edad no vea muy claro ese afán de echar mano de plataformas y soluciones para apoyar el aprendizaje a distancia. No lo veo claro porque en ciertas edades (o a cualquier edad) el contacto personal es fundamental en la formación de las personas. Hay que implementar soluciones para que ese contacto sea posible sin poner en riesgo a nadie.
La enseñanza tiene que ser presencial, sea cual sea la asignatura, se tiene que ver la reacción del alumno ante lo que se está explicando. Dudo mucho que la atención sea la misma en directo que con pantalla por medio. Como apoyo práctico no es mala idea,pero no como único medio de aprender.Estaremos atentos a la movilidad del aire en los próximos días para ver lo que el viento lleva y trae.