PENSANDO EN VOZ ALTA: SOPONES O SOPITAS
PENSANDO EN VOZ ALTA
SOPONES O SOPITAS
-- ¿Para quién son esos sopones? –- Para ti. --¡¡¿Para mí esas sopitas?!!
Este diálogo, chusco, refleja perfectamente el estado de ánimo y la disposición de muchas personas ante hechos varios de la vida; cómo percibimos la realidad cuando nos afecta directamente o le afecta al de enfrente. ¡Sopones!, si es para los demás; ¡sopitas!, si son para mí.
Viene a colación todo esto como consecuencia de algunos hechos que están circulando, estos días, por la piel de toro -o sea España-. Determinada política, pillada en pecado, no quiere marcharse de su actividad -quizá no tenga otra- y perder sus múltiples privilegiosen la Comunidad Valenciana, cuando ella misma tiempo ha, aconsejaba a un contrario que si su ser se encontrara en algún momento en sus circunstancias se marcharía a casa… en ello está, o peor, más no se marcha -sopones o sopitas-.
Ayer se celebraron elecciones en Andalucía;triunfo rotundo, “mayoría más que absoluta del PP”; esperemos a ver lo que tardan en hablar de sopones o sopitas y de si la “gente”ha votado mal o bien. Según la politiquería: El pueblo, la gente es inteligente y razonable, hace lo mejor para la democracia y para la comunidad; todo esto antes del 19 de julio. El día después, incluida la noche electoral, si el resultado le es favorable el pueblo es sabio, es inteligente (sopones). Pero este pueblo comienza a pasar de inteligente a tonto, de responsable a irresponsable, de listo a asno, si los resultados no son los esperados (sopitas).
Supongamos que los resultados no son los deseados; a partir de ese momento, los insultos van aumentando exponencialmente… ‘gilipollas/borregos/incultos’, entre otros; todos salidos de los cuarteles generales de algunos partidos que se creían que ya tenían ganado al pueblo, sin pensar que el pueblo, individuo a individuo y todos juntos son más inteligentes que todos ellos, uno a uno y en común. Rápidamente puede correr el bulo de la manipulación –sopones-. Sencillamente eso es no conocer al pueblo español. Lo más curioso es el que personas, en plan individual, también se llevan las manos a la cabeza, ¡no se explican lo que ha sucedido!, y además califiquen de todo lo peor a los que, en conciencia, han votado en dirección contraria a los deseos de los ‘intelectuales y poseedores de la verdad absoluta’, amen de orinar colonia.
Es muy cansado el estar oyendo y leyendo que: ‘Vivimos en un país de mierda’, ‘la gente es imbécil’. Yo vivo en España y afirmo y reafirmo que no es un país de mierda (háganselo mirar y recapaciten si la gente no vota determinadas tendencias para que España, efectivamente, no se convierta en ese país que ellos definen como mierda). Además,decirles que yo, creo, no soy imbécil; ni yo ni nadie que ejerce la soberanía del voto, vote lo que vote. Nadie está en posesión del saber total, todos tenemos defectos y virtudes, nadie es perfecto, por lo que, entre todos, hemos de sacar España adelante, cada uno tiene que ceder en algo y no ir con el no por delante. Que nuestro sistema electoral es imperfecto, ¡por supuesto!; que los votos tendrían que valer lo mismo en todo el territorio, pues sí. Pero de momento es lo que tenemos y si los grandes partidos no le han puesto remedio o no lo han mejorado, será por algo, quizás les vaya bien esta dinámica,pero hay que ir ajustando las piezas para llegar a lo mejor y más justo para todos.
Insisto, España y su gente son maravillosas. Nadie puede pisotear al personal; y tengan en cuenta, insisto, que quien no ha entendido el resultado electoral y se ha llevado una sorpresa –yo no- es que no entiende la idiosincrasia y los genes hispanos. Ya lo decía Madariaga: «España… es mucha España».
Siéntense y reflexionen. No todo es ‘sopones o sopitas’.