CARTAGENA EN CRISIS

CARTAGENA EN CRISIS
Es palpable el descontento entre los cartageneros sobre el Centro de Estancia Temporal de Inmigración (C.E.T.I.) en el Hospital Naval. Muchos vecinos se están uniendo a la Iniciativa Vecinal NO AL C.E.T.I. EN CARTAGENA. Comparten su preocupación, sus experiencias y las ganas de poner freno a la imposición de este centro por parte del gobierno central. En palabras de Isabel Espejo, cartagenera jubilada: “Es comprensible que busquemos soluciones para el sostenimiento de las pensiones en el futuro, pero creo que la respuesta no debe ser la inmigración ilegal. En lugar de eso, deberíamos centrarnos en el regreso de nuestros hijos, jóvenes que se han marchado legalmente en busca de oportunidades en otros países. Estoy de acuerdo en que la inmigración legal y controlada, especialmente cuando viene con contrato de trabajo, puede ser beneficiosa. Sin embargo, no podemos ignorar las consecuencias negativas de la inmigración ilegal: aumenta la delincuencia, dificulta la integración y supone un costo público considerable. Es esencial recordar que nuestros mayores también merecen solidaridad y humanidad. Muchos necesitan residencias públicas que no existen, y las pocas plazas disponibles tienen listas de espera de hasta dos años. Se denegó al antiguo Hospital Naval su uso para residencia de mayores. Incomprensible. Son ciudadanos españoles que han cotizado durante toda su vida, y es injusto que no reciban el apoyo necesario”.Según otro vecino jubilado, José Luis Fernández: “No creo que nuestras pensiones se vean afectadas a corto plazo, pero sí veo un riesgo creciente para la convivencia a largo plazo. El aumento de la inmigración puede generar tensiones, y es importante que hablemos con nuestras autoridades locales y regionales para abordar este grave problema. Debemos trabajar juntos para encontrar soluciones que promuevan la armonía y el entendimiento entre todas las comunidades. Es hora de actuar y hacer oír nuestras voces ante quienes tienen el poder de tomar decisiones”. Sin embargo, Felipe Saura, miembro de la portavocía Iniciativa Vecinal NO AL C.E.T.I. EN CARTAGENA, declara que "la gente suele pensar que los inmigrantes pueden echar una mano con las pensiones, pero la cosa es más complicada. ¿Por qué? Primero, ¿cómo podemos estar seguros de que van a ser productivos si no sabemos nada sobre ellos? Y luego, las barreras de idioma, cultura y formación hacen que encontrar trabajo les sea difícil. Además, mantenerlos implica gastos grandes en ayudas, salud y seguridad, que ya nos tienen endeudados. Eso de tener una 'hucha de las pensiones' suena bonito, pero en realidad el Estado gasta todo lo que tiene y más. Al final, lo que realmente necesitamos son finanzas sanas y un gobierno responsable para asegurar nuestras pensiones."
El problema de la inmigración ilegal no es solo para los cartageneros, sino que se está creando un grave problema en Cartagena para todos los españoles. En declaraciones de otro portavoz vecinal, Patricio Carrasco: “Nos sentimos engañados y continuamente desinformados. Es inaceptable que algunas localidades españolas tengamos que soportar las consecuencias la imposición de centros como los CATE o CETI. Es totalmente irresponsable permitir que personas sin identificación entren ilegalmente en España y sean alojadas temporalmente en estos centros, solo para ser liberadas en nuestras calles sin ningún tipo de control. Se nos pide solidaridad, pero ¿esta situación es justa? La mayoría de estos inmigrantes ilegales son jóvenes en edad militar o menores extranjeros no acompañados, y ninguno proviene de países en conflicto. La responsabilidad y las medidas deben recaer en sus países de origen. El gobierno español está generando un efecto llamada que agrava la situación de Europa en cuestión de meses. Además, la instalación de puntos de wifi industriales tiene un costo excesivo que también asumimos los vecinos con nuestros impuestos ¿para qué? ¿A quién llaman los inmigrantes por videollamada cuando llegan? Estamos hartos de que se compare este fenómeno con la emigración española, ya que son situaciones completamente diferentes. África no cabe en España, y mucho menos en lugares como Cartagena. Seguimos esperando respuesta de la Delegación del Gobierno en la Región de Murcia sobre las cuestiones de seguridad ciudadana que hemos planteado. Parece que no tienen tiempo para nosotros, pero sí para poner freno a nuestras acciones. Hacemos un llamamiento a todos los políticos, partidos, asociaciones e instituciones para que se unan a nuestra causa. ¡NO AL CETI! ¡Defiende CARTAGENA!”.