El Rincón Literario de Paco Marín: “El lunes existencial y el domingo de la historia“

El Rincón Literario de Paco Marín: “El lunes existencial y el domingo de la historia“

TÍTULO:     El lunes existencial y el domingo de la historia

AUTOR:      Benjamin Fondane

                Traducción y prólogo de Gonzalo Torné

                Introducción de Alejandro Roque Hermida

EDITA:       Hermida Editores (2019) -El jardín de Epicuro-

Encuadernación: Rústica con solapas y sobrecubierta. Tamaño: 14 x 21,5 cm. Número de páginas: 232. PVP: 19,00 €. ISBN: 978-84-949989-4-2

Los ensayos del poeta y pensador francés de las vanguardias europeas Benjamin Fondane son publicados por primera vez en castellano. El valor imprescindible de los ensayos de este discípulo de Shestov, pese a estar considerado como el gran poeta judío y uno de los pensadores más originales de comienzos de siglo, se desconocía hasta ahora.  

Fondane, junto a su maestro Lev Shestov, es uno de los filósofos más importantes del siglo XX, en la estela del primer existencialismo que se dio particularmente en Francia, aquella corriente de pensamiento de comienzos de siglo que combatió original y fervientemente la deshumanización del ser humano.

Su pensamiento impactó en Camus y en Sartre, y fue él mismo antes de morir en Auschwitz quien criticó las obras más importantes de estos dos famosos existencialistas por haber desviado y desvirtuado el mensaje original de los precursores del existencialismo: Pascal, Kierkegaard, Shestov y Heidegger.

Emil Cioran comentaba aludiendo a su estilo, que «él como Shestov, amaba partir de una cita, de donde luego iba sacando conclusiones de lo más inesperadas». 

Al respecto de su importancia en el panorama cultural de la época añade Stéphane Lupasco«Hoy sabemos demasiado sobre el existencialismo que los jóvenes fenomenólogos franceses han estado lanzando, desde 1943, desde París a todo el mundo, para que insistamos en ello. Sólo notaremos que a Shestov y Fondane no se les puede pagar el tributo que merecen: han pasado casi veinte años desde que Fondanecomenzó a difundir este pensamiento existencialista de la primera hora, y no sólo a través de su maestro Shestov, también a través de Kierkegaard, Nietzsche, Husserl y Heidegger, por medio de sus artículos a Cahiers du Sud y a la revista Europe», algunos de ellos recogidos en este libro.

Benjamin Fondane -su nombre denacimiento era Benjamin Wechsler- (Iasi, Rumanía, 1898 Auschwitz, 1944), poeta (considerado en vida como el más importante poeta judío), crítico y filósofo existencialista rumano, fue también conocido por su trabajo en cine y teatro. En Rumanía tomó contacto con el que sería su maestro, Lev Shestov, y pronto hizo la crítica de uno de los libros de éste.

Fondane emigra a París en 1923. Afiliado al surrealismo, cercano a Georges Ribemont-Dessaignes y al grupo Dada, acabó decantándose por el teatro, la poesía y sobre todo la filosofía. La relación con su maestro Shestov, quien le introdujo en los círculos intelectuales de la época, se hizo más estrecha. Paralelamente, hizo carrera en el cine: crítico y guionista de Paramount Pictures, más tarde trabajó en Rapt con Dimitri Kirsanoff y dirigió la película Tarariraen Argentina, con motivo de los dos viajes a los que fue invitado por Victoria Ocampo.

Su crítica es digna sucesora de la de Shestovy va especialmente dirigida contra el dogma político, el racionalismo, la historia y la creencia en la salvación a través del arte, lo que se plasmó en su poesía y en sus ensayos sobre Charles Baudelaire y Arthur Rimbaud. Además de a Shestov, estudió, entre otros, a Martin Heidegger, Nietzsche, Husserl, Bergson, Freud y Kierkegaard.

Prisionero de guerra a la caída de Francia, fue liberado y pasó varios años de la ocupación nazi en la clandestinidad. Habiendo sido nuevamente capturado, fue su amigo Emil Cioran (éste se acercó a Fondane debido a su interés en la obra de Shestov, ya que junto a Nietzsche era uno de sus filósofos de cabecera) quien trató de liberarlo en dos ocasiones. Fondane rechazó su liberación. Al negarse a dejar sola y afligida a su hermana, que también había sido hecha prisionera, pagó esta decisión con su vida. Fue entregado a las autoridades alemanas nazis, deportado a Auschwitz-Birkenau y enviado a la cámara de gas en la última ola del holocausto.