PENSANDO EN VOZ ALTA : ANOCHE SOÑÉ
PENSANDO EN VOZ ALTA
ANOCHE SOÑÉ
El día 28, del presente mes, celebramos elecciones para elegir a los componentes del Congreso y del Senado. Dicen que la democracia consiste en que los ciudadanos se manifiesten indicando quienes tienen que ocupar los distintos escaños; eso está muy bien, pero, la gran mayoría de las veces no sabemos si los elementos que van en una determinada lista -eso, es para mí, el mayor fallo… votamos siglas que amparan a una serie de nombres- saben o no saben leer y escribir, y a esta altura, si tienen o no estudios… pues la mayoría se apuntan conocimientos de los que carecen. En fin, un auténtico disparate. Por todo esto, propongo lo siguiente:
Todo aquel que quiera ser, por ejemplo, presidente de gobierno, previamente tiene que aprobar unas oposiciones -exactamente igual que cualquier españolito que desea pertenecer a la administración pública-. Oposiciones en las que tendrá que hacer frente a una serie de temas relacionados con, si aprueban, su futuro cometido. ¿Qué pasa si dos o más aspirantes obtienen la misma nota? Pues que, sabiendo de sus conocimientos, entonces el pueblo elegiría a uno de ellos.
El mismo sistema para el resto de congresistas y senadores. Porque lo que resulta chocante es que nos podemos encontrar con un grupo de legisladores que no sepan hacer la “o” con un canuto y sean quienes deciden sobre la vida y hacienda del resto del personal. O sean quienes firmen las convocatorias de oposición para ocupar tal o cual cargo. Propugno porque este sistema, para ocupar cargos públicos, se extiendan a los Ayuntamientos y Comunidades Autonómicas -aunque soy partidario de que no existiesen-. Deberían de ser profesionales cualificados los que se ocupasen de solucionar, al igual que en una empresa, los diversos problemas que se presentan a nivel nacional, provincial, comarcal o ciudadano.
El estado sería la empresa matriz, desde la que emanarían las reglas generales, y los entes provinciales y ayuntamientos las sucursales. Se tendrían que cumplir objetivos, sin robar y sin aumentar los costes, y aquel que a final de año no los hubiese conseguido sería despedido.
Las metas, los objetivos se tendrían que cumplir sin depender de partidos, ni banderías… hay que huir de las comisiones, subcomisiones y mamandurrias varias para conseguir que todos vivamos mejor.
Quizás muchos de ustedes dirán que me he vuelto loco o que, y ahí les doy la razón, soy un iluso. Pero es que me da mucha rabia ver como todo aquel que quiere llegar a ocupar un puesto en cualquier lugar de la administración, reitero, tiene que prepararse a fondo y superar muchas, y duras, pruebas. A veces es un peregrinaje desesperante, amen del desembolso económico que puede supones la preparación.
Hoy día cualquier puesto de trabajo es un recorrido por un incómodo desierto. Uno, que bien conozco, es el científico. Ser científico en esta maravillosa España es una proeza… personas más que preparadas tienen que peregrinar dentro y fuera para, al cabo de muchos años, tener un plato de comida caliente, fijo. Mientras tanto aquí para llegar a mal gobernar se pelean por ver quien la tiene más larga, quien contrata más o menos toreros, quien dice la estupidez más grande o quien plagia mejor y se compra un master. Es una auténtica vergüenza el ver como unos mindundis, se embolsan buenas cantidades para hacer nada. Me duele el tener que remunerar la incapacidad y la inutilidad de gran parte de la clase política, o pagar tremendos sueldos a cargos de designación política… Efectivamente, anoche soñé.