Rincón Literario. de Paco Marín: "Café cortado"
TÍTULO: Café cortado
AUTOR: José Francisco Alonso
EDITA: Alrevés (2024, marzo)
Encuadernación: Rústica con solapas. Tamaño: 15 x 23 cm. Número de páginas: 330. PVP: 20,00 €. ISBN: 978-84-19615-52-7
“Café cortado” es una historia distinta, muy fresca, lenguaje diáfano y sin recovecos. Aguda ironía y un humor muy penetrante.
Actuación muy destacada del profesor Loizaga.
Cuánto más se enreda la trama, más frescura destila. El profesor Loizaga se ve rodeado por una serie de personajes muy curiosos y con unos papeles muy precisos y, digamos, necesarios: Ama Loizaga: la madre del profesor de filosofía. Txipirón Gutiérrez: director del periódico “Correia”. Señor X: el que todo maneja desde la sombra. Y, como no, Anne Campuzano: jueza.
Nos encontramos, y nos hace pensar: Política, corrupción, filtraciones, crítica a un cierto tipo de turismo, amistad y mucha gastronomía.
Pasen, lean, relájense y disfruten con el profesor de filosofía Loizaga. Eso sí con un buen café.
«Un pene aparece cercenado en un apartamento turístico del Casco Viejo de Bilbao. ¿A quién pertenece? ¿Qué ha podido ocurrir allí?
La Ertzaintza y la jueza Anne Campuzano deben investigar el caso y, para ello, esta contará con la valiosa ayuda de su amigo, el profesor Loizaga, que no solo debe hacerse pasar por su pareja sentimental sino, también, vencer la atracción sexual no resuelta que innegablemente existe entre ambos.
Pronto sus pesquisas le llevan a la redacción del periódico ‘Correia’, en donde tendrá que infiltrarse Ama Loizaga para averiguar quién está ordenando al director del diario, Txipirón Gutiérrez, perseguir a la jueza».
En esta novela divertidísima, marcada por la más aguda ironía y un irreverente humor negro, en la que brilla un elenco coral de personajes a cada cual más estrafalario e ingenioso, José Francisco Alonso recupera una vez más al genial profesor de Filosofía Loizaga, ahora embarcado en una nueva aventura en la que, además de su vida, pondrá en juego su corazón.
José Francisco Alonso (Bilbao, 1968). Licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad de Deusto. Trabaja, igual que su protagonista, Loizaga, como profesor de Filosofía, en este caso en la ciudad de Valladolid. “Pisto a la bilbaína”, “Milhojas de jamón” y “Café cortado” forman el Universo Loizaga, las tres novelas publicadas en Alrevés.
Un placer dialogar, de nuevo, con José Francisco Alonso… Gracias…
P.- Por favor recuerde a los despistados quién es José Francisco Alonso.
R.- Un profesor de Filosofía metido a escritor, o mejor, un contador de historias que se gana la vida enseñando Filosofía en un instituto.
P.- ¿Cuándo, cómo y por qué nace "Café cortado"?
R.- Quería escribir una novela sobre el problema que tenemos las personas mayores para entender las nuevas identidades de género. Y dar más protagonismo a un personaje femenino. Y hacer una crítica a la manipulación de los periódicos. Juntando todo salió este “Café cortado”.
P.- ¿Por qué ese título?
R.- Un café solo, sin leche, es un símbolo de la masculinidad, pero Loizaga es más de café con un poco de leche. También quería jugar con la semántica de la palabra “cortado”, entendida como persona poco decidida (quién lea la novela lo entenderá). Además, la acción comienza cuando aparece un pene sin el cuerpo en un apartamento turístico.
P.- ¿Cómo llega a visualizar el pene cortado, precisamente?
R.- Muchas novelas empiezan cuando se encuentra una parte del cuerpo, un pie, una oreja, una mano. Y tratándose de la identidad de género enseguida se me ocurrió el pene. Además, es una parte del cuerpo que genera cierto humor. Bueno, las chicas sonríen, los chicos no tanto.
P.- En la actualidad ¿la gente joven conecta mejor con lo referente a la identidad sexual?
R.- Creo que sí, que es su gran revolución. Los que tenemos más años no lo entendemos muy bien. Nos educaron creyendo que ser chico o chica era una cuestión biológica. Ahora sabemos que también es una construcción social. Hace años que descubrimos que también la riqueza o la pobreza era una construcción social, que no está determinada por la biología. Ahora es el tiempo de repensar el género.
P.- Entre hacer pensar y entretener, en sus novelas ¿con qué se queda?
R.- No renuncio a ninguna de las dos. Pero lo primero es entretener, pues he escrito una novela y no un ensayo. Estoy convencido que animar a pensar puede hacerse desde el entretenimiento. Pero sin adoctrinar, hay demasiada gente intentándonos decir qué somos y cómo tenemos que actuar. “Café cortado” es una invitación a pasar un buen rato con sus personajes. Y luego, a darse cuenta que tenemos que pensar el mundo en el que vivimos, para entenderlo mejor.
P.- ¿Usted es Loizaga? o ¿Loizaga es usted?
R.- Somos dos individuos distintos. A veces, creo que Loizaga es un yo que fui en el pasado. O quizá alguien que me gustaría ser. La verdad, tenemos un problema de identidad.
P.- Su alumnado ¿lee sus novelas?
R.- No (o muy pocos). No estoy en Tiktok, me ven como un tipo viejo, mis novelas tienen trescientas páginas… además soy el maldito profesor. Pero si me leen sus padres y sus madres, y mucho.
P.- ¿A quién se le ocurre introducir los dibujos de las portadas del periódico? ¿Quién ha hecho los dibujos?
R.- Los dibujos son de un amigo, Gerardo Vacas, un magnífico dibujante. La idea es mía, tenía que poner los titulares del periódico y pensé, mejor que se lean la portada. Hemos intentado, dicho con mucha modestia, introducir otra forma de lectura, aportar algo más al texto. Yo estoy encantado con el resultado. No todo está inventado, todavía se pueden hacer muchas cosas dentro de la novela negra.
P.- Venda su libro ¿por qué hay que leer "Café cortado"?
R.- Una novela policíaca distinta, que no se parece mucho a lo que hacen otros autores. Dicen de ella que es actual, crítica, irónica y con personajes inolvidables. “Disfrutona”, la ha denominado alguien. Si el lector le da una oportunidad creo que no se defraudará.
P.- Sus planes a corto y medio plazo ¿son?
R.- A corto plazo escribir más novelas del Universo Loizaga para seguir encontrando lectores y consolidarme como una voz narrativa propia dentro de la novela policíaca. A medio plazo lanzarme a por otro personaje que me anda rondando por la cabeza. Escribir y escribir (y vivir un poco mientras tanto). Abrazos para todos.