Rincón Literario de Paco Marín: "La carne del cisne"
TÍTULO: La carne del cisne
AUTOR: Teresa Cardona
EDITA: Siruela (2023)
Encuadernación: Rústica con solapas. Tamaño: 15 x 23. Número de páginas: 380. PVP: 21,95 €. ISBN: 978-84-19744-78-4
Me planteo una pregunta: ¿Las primeras impresiones son siempre veraces?
Nos enfrentamos a una historia con mucha violencia física y mental. Teresa Cardona desafía al lector a poner en evidencia supuestas verdades que siempre ha aceptado. No continuamente se toman malas decisiones por tener un carácter fuerte o estar relacionados con ciertas personas.
La lectura de “La carne del cisne” es intensa y en algunos momentos, dura. Dureza que la autora relaja con desayunos, chatos de vino y tapas de tortilla.
«Cuando la teniente Karen Blecker contempla la espesa niebla del invierno de San Lorenzo de El Escorial no espera que su rutinario desayuno con su compañero el brigada Cano se vea bruscamente interrumpido por la aparición de un cadáver en uno de los chalets de la carretera que conduce al club de golf de la localidad».
Una muerte violenta, un juicio que no ha conseguido esclarecer con nitidez quién ha sido la víctima y quién el verdugo… Un caso que, con sus numerosos interrogantes, obligará una vez más a la pareja de la Guardia Civil a revisar sus convicciones: ¿son los hechos inequívocamente monocromos?, ¿es su verdadero color el que muestran a primera vista? ¿O, como el cisne, ocultan bajo un níveo plumaje su carne oscura?
Teresa Cardona (Madrid, 1973) ha publicado en Francia junto a Eric Damien las novelas negras “Un travail à finir” y “Terres brûlées” bajo el seudónimo de Eric Todenne. En Ediciones Siruela han aparecido “Los dos lados” (2022) y “Un bien relativo” las dos primeras entregas de su serie policiaca ambientada en San Lorenzo de El Escorial. Ha recibido el Premio Villanúa Rural Noir en 2023.
Un placer volver a dialogar con Teresa Cardona… Gracias…
P.- Por favor recuerde, a los despistados, quién es Teresa Cardona.
R.- Teresa Cardona nació en España, vivió treinta años en Alemania, ha publicado a cuatro manos dos novelas negras en Francia, “Un travail à finir” y “Terres brûlées” (Viviane Hamy/Flammarion) y tres en España, “Los dos lados”, “Un bien relativo” y “La carne del cisne” (Siruela).
P.- ¿Cuál es el germen de "La carne del cisne"?
R.- El germen fue un caso ocurrido en Alemania que en su día dividió a la población y la prensa. Un tema muy actual, el consentimiento, las consecuencias de una acusación de violación en la víctima y en el acusado.
P.- Creo que esta pregunta es reiterativa, pero ahí va: ¿Por qué el eje de sus libros es San Lorenzo del Escorial?
R.- San Lorenzo ha sido para mí una constante en mi vida: ya mis abuelos tenían San Lorenzo como sitio de vacaciones, mi madre llegó en pañales. Cuando nos trasladamos a vivir a Alemania, lo único que quedó fue esa casa y era donde nos reuníamos, nuestro nexo con España. Cuando empecé a escribir novela negra, busqué un sitio que conociese verdaderamente bien, y decidí que el Real Sitio cumplía todos los requisitos.
P.- ¿Por qué hay tanta violencia sexual en esta historia?
R.- No sé si hay más violencia sexual en esta historia de la que existe en la realidad. Además, hay otros tipos de violencia, algunos obvios, otros con los que nos cruzamos en nuestro día a día y que, a lo mejor, a primera vista no reconocemos como tal.
P.- ¿Le gusta jugar con el lector? ¿Le gusta sorprenderlo?
R.- Los escritores de novela negra debemos ser forzosamente unos mentirosos. Todas las novelas negras deben ser un juego con el lector, un engaño. Hay que presentar pistas que desorienten, posibles culpables que a lo mejor no lo son y víctimas que a lo mejor tampoco son lo que parecen. Si el escritor no jugase y llevase al lector a sorprenderse en el desenlace, no sería una novela negra.
P.- ¿Comprende usted a sus personajes?
R.- Siempre intento meterme en la piel de mis personajes, malos o buenos. Todo el mundo tiene unas razones para actuar como lo hace, puede que no nos parezcan (y no sean) las correctas, pero existen. Creo que sólo intentando comprender a todos los habitantes de tus novelas, su situación personal e histórica, eres capaz de describirles bien. Hasta los malos malísimos, a veces, despiertan en nosotros una cierta simpatía (acordémonos de Ripley …), lo que es maravilloso. Si una novela negra tiene un personaje tan oscuro y turbio que sólo puede ser rechazado por cualquier lector y al final, resulta que es el culpable, creo no hay mucho misterio …
P.- ¿Qué tiene el mundo rural que tan bien casa con la novela negra?
R.- El mundo rural, al ser más pequeño, da mucho juego. Hay en los pueblos historias antiguas conocidas por todos, pero no por los forasteros, que pueden haber influido en el crimen. La gente se conoce, puede participar en desentrañar los misterios y los investigadores tienen un radio limitado de acción. El lector conoce las calles, conoce la topografía y se puede meter en la piel de “detective”.
P.- Venda su novela ¿por qué hay que leer "La carne del cisne"?
R.- Creo que es un tema muy actual, visto desde diferentes puntos de vista. Da lugar al debate, a replantearse posiciones. Creo que la mejor manera de venderlo es decir que los clubs de lectura duran hasta dos horas y media …
P.- Sus planes a corto y medio plazo ¿son?
R.- Estoy muy contenta de que Siruela publique la novela que salió en Francia y que aparecerá esta primavera bajo el título de “Tierra quemada”. Además, estoy trabajando de nuevo en subir la mortalidad de San Lorenzo … Esta vez con un crimen en el centro del pueblo.