Rincón Literario de Paco Marín: "Condenados relatos"
TÍTULO: Condenados relatos (Más mala vida)
AUTOR: Carlos Quílez
EDITA: Editorial Alrevés (2023, noviembre)
Encuadernación. Rústica con solapas. Tamaño: 15 x 23 cm. Número de páginas: 244. PVP: 20,00 €. ISBN: 978-84-19615-56-5
“Condenados relatos”, pero, excelente lectura. Dieciochos relatos basados en hechos reales, plasmado, negro sobre blanco, por Carlos Quílez. Una vez más la realidad supera a la ficción. Algunas de las lecturas, nos parece imposibles, pero no. Después de llegar al final de las mismas cada uno tendremos un relato favorito; tal y como tiene el autor.
Pasen y lean “Condenados relatos (Más mala vida)”.
“Condenados relatos (Más mala vida)” es un compendio de historias criminales que Carlos Quílez ha conocido de primera mano tras más de treinta años como cronista de la información policial y judicial. Las ha conocido y en ocasiones las ha sufrido. Solo esa proximidad con el delincuente, el policía, el juez y la víctima permite construir este relato desinteresado, pero extraordinariamente revelador, de las flaquezas de nuestra sociedad. Quílez, tras más de treinta años de periodismo de la Mala Vida, ofrece como fogonazos de realidad estas historias protagonizadas por tipos que un día decidieron iniciar un camino sin retorno, pistola en mano, hacia ninguna parte.
Las historias que en este libro de true crime presenta el autor van acompañadas de otros relatos escritos de puño y letra por presos y expresos que, desde la sinceridad y totalmente desmaquillados, explican su perspectiva de la vida, de la libertad, de la cárcel y del extraordinario dolor que han provocado a sus víctimas.
“Condenados relatos” es un puñetazo de realidad en la boca del estómago y una foto en primerísimo primer plano de esta sociedad nuestra tan cómplice como víctima de sus propios fracasos.
Carlos Quílez Lázaro (Barcelona, 1966) es licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona y máster en Periodismo Judicial por la Universidad Autónoma de Madrid. Tras veinte años al frente de la sección de tribunales y policía de la cadena SER en Barcelona, Carlos Quílez recaló en la Oficina Antifraude de Catalunya como director de Análisis. Tras su paso por esta institución, retornó al periodismo de la mano de Crónica Global, la Sexta TV, Rac 1 y TV3. En 2019 fundó el diario digital ‘Eltaquígrafo.com’ especializado en periodismo de sucesos. Desde 2022, coordina la sección de sucesos en el programa ‘Y ahora Sonsoles’ de Antena3.
Quílez ha sido profesor de periodismo de investigación en la Universidad Pompeu Fabra y en la Universidad Internacional de Catalunya y autor de una docena de libros de true crime. Ganador del ‘Premio Rodolfo Walsh’ de la Semana Negra de Gijón y del Premio ‘Crims de Tinta’ de novela negra de la Generalitat de Catalunya.
Dialogamos con Carlos Quílez… Un placer… Gracias…
P.- ¿Cuándo, cómo y por qué nace “Condenados relatos (Más mala vida)?
R.- Es la culminación de una trilogía, pero es, realmente, el cuarto libro de relatos que empecé hace años con “Atracadores”, continuó el libro “Mala vida”, siguió con otro texto “Sigue la mala vida” y ahora este volumen “Condenados relatos” contiene “Más mala vida”. Hay quien llama a estas historias ‘Crónicas de sucesos’; a mi, me gusta llamarle ‘Mala vida’. Son historias que yo he conocido y he dado cuenta periodísticamente a lo largo de mi carrera. Historias que tenía guardadas y otras que saldrán próximamente.
P.- ¿Tiene algún capítulo favorito? Si es así ¿por qué?
R.- Te diría que el capítulo dedicado a “Ángela”. Es todo cierto hasta el desenlace, que me lo tengo que inventar. Le tengo un especial cariño. También al de “Andrea” -una mujer maltratada-. Así como al de “Manzanita”, es un guardia civil de otra época, con el que tuve una relación de claros/oscuros que me marcó mucho en mi carrera profesional y lo he querido retratar en este capítulo.
Y de relatos aportado por presos y expresos, de su puño y letra, el de Rosa Peral pues dice cosas que jamás a dicho y el de Sandro Rosell -expresidente del Fútbol Club Barcelona- que estuvo dos años en la cárcel. Le robaron dos años de su vida, siendo inocente.
P.- ¿Hay algún criminal que le haya impresionado más que otro?
R.- Lo cito tangencialmente, Germán Delgado Girona, un atracador, un burlanga. Fue el principal conseller de uno de los principales clanes de distribución de heroína de nuestro país. Fue asesinado en la cárcel, de una forma horrorosa. Tuvo una vida de película. Quizás también Antonio Bernal Romeu, aparece citado como un psicópata violador que elaboró un tratado titulado “Doce formas distintas de eliminar un cadáver”.
P.- ¿Cómo se comportan los delincuentes en las entrevistas?
R.- El delincuente es un mentiroso compulsivo. Va en su oficio. Fíjate si es mentiroso que hasta la ley le permite mentir. Pero a mí, a ti o a cualquiera, un delincuente cuando coge confianza miente un poco menos que lo que le miente a la policía. Hay que ser consciente que en algún momento te la pueden colar. Pero existen mecanismos de consulta…atestados policiales, si ha sido como yo testigos en los juicios se tiene una primerísima información de lo ocurrido que te permite contrastar y contrarrestar las eventuales inexactitudes que te puedan decir. Lo fundamental es demostrarle que vas a ser sincero en las preguntas y vas a ser sincero en las respuestas. Ni vas a inventar nada, ni vas a mentir, ni vas a prometer nada que no vayas a cumplir. Yendo de cara con un delincuente es la manera de tener menos sobresaltos.
P.- ¿Hay algún hecho que le haya impresionado más que otro?
R.- Quizás la historia de Andrea, mujer maltratada por un animal, por un bestia que está en la cárcel porque se vengó de ella, cuando ella recurrió a la policía y protegida por la misma, asesinando a su padre, al que iba a ser su suegro, lo quemó en una cabaña en la población de Santa Perpetua de Mogoda en Barcelona.
P.- ¿Qué manías tiene a la hora de escribir?
R.- Jajaja. Suelo escribir con una copa de vermut negro. Que nunca esté agotada, que siempre halla y voy sorbito a sorbito saboreando el dulzor del vermut negro mientras me tomo un respiro para pensar, para reflexionar sobre alguna escena. Me suelo lavar las manos antes de escribir, es una manía ridícula porque escribo cuarenta y cinco mil veces sin pasar por este preámbulo, pero me gusta. Es como el gimnasta que va a subir a las anillas y se pone cal en las manos para no resbalar. Es un pequeño tic que tengo.
P.- Venda su libro ¿por qué hay que leer “Condenados relatos”?
R.- Se ha de leer si te gusta la crónica negra de verdad, si te gusta el ‘true crime’. Si te gusta tener una foto en primerísimo plano. Tú no eres delincuente, pero está en tu hábitat. No es producto de una mente calenturienta de un director de cine de ficción o de un mentiroso. Estos personajes te los has encontrado en la panadería, te los has encontrado en la gasolinera, en el dispensario médico, en la farmacia… Están entre nosotros. A mi me gusta decir que, “aunque a ti no te guste el crimen, al crimen le gustas tú”. Todo esto queda reflejado en este libro que, por otro lado, no es nada objetivo, no es nada objetivo, no existe la objetividad. Pero se puede ser lo más honradamente subjetivo y lo más sinceramente subjetivo que es lo que soy yo a la hora de mostrar las historias y los personajes. No es un libro de parte, no es un libro que justifique nada. Pero le va a mostrar situaciones muy singulares del crimen que está entre nosotros. Me ha enriquecido, aunque después de treinta años tengo la piel curtida, me han afectado estas historias que he conocido y, a veces, sufrido en primer plano.