Al Efesé le salió un partido de "trágame tierra", a merced de un Huesca netamente superior (0-3) , Guillermo Jiménez
UNA TARDE TRISTE DEL FC CARTAGENA
Sí: 0-3. Y pudieron ser más en el estadio Cartagonova. El Huesca se enseñoreó, hizo lo que quiso como si estuviese en su cortijo, y que levante la mano derecha el que diga que no ganó justamente.
Fue la tarde del soponcio. El Cartagena, que vibró e hizo vibrar aun perdiendo sin merecerlo el miércoles anterior, víspera de Reyes, en Copa ante el Valencia, ofreció este sábado en Liga Smartbank el partido del dislate. Se colocó en las antípodas. De jugar muy bien frente a los de Pepe Bordalás, zas, a hacerlo peor que peor frente a los de Xisco. La segunda parte se mostró como un juguete en manos del Bayern de Huesca. El Efesé se salió con descaro de la norma de hacer mejores segundos tiempos y dejar buenos sabores. Hoy el menú fue todo amargo como la tuera.
Primera fase de tedio, insulsa, aburrida, pachanguera, sin juego profundo, ausente de velocidad, muy rácana en calidad (Gallar puso de su parte para dejar buen sello y la defensa medio aguantó el tipo, con Pablo Vázquez manteniendo su regularidad), pero el conjunto acabó con la mente puesta en las Musarañas. Y con la abominable pájara asomándose a la ventana advirtiendo que iba a entrar a jugar a saco haciendo estropicios, y ya lo que siguió rozó lo aberrante. Dicho esta vez con acritú.
Rubén Castro erró en el penalti...o acertó el portero.
Como para invitar a que el cronista ponga aquí el punto final a este comentario. "Sanseacabó, hala, a tomar viento a la Farola del Lago". El recordado periodista Pepe Monerri diría que en estos trances es saludable, razonable y estaría justificado que el comentarista hiciese "faena de aliño", tan utilizada en la tauromaquia. Esta tarde hasta fallaron los cuernos del Vikingo y su grito.
Afirmo con rotundidad que la afición estuvo de 10 cuando en el tiempo final de descuento aplaudió a su equipo y coreó "Efesé, Efesé, Efesé", en un intento de inyectar moralina ante el desastre presenciado. Más que vías de agua en el aspecto defensivo hubo cataratas. La descolocación de los hombres del Mentalista Carrión fue enorme. Descentrados. Aletargados. Anulados. Si me pongo a dar nombres me quedo solo, pero citaré únicamente a Delmás, otros días figura y hoy desbordado.
Las cosas se torcieron para el Efesé en el minuto 41 cuando un muchacho castellonense, de Burriana, llamado Dani Escriche, clavó el 0-1, y se retorcieron en el minuto 45 con el penalti cometido por el Huesca sobre Boateng y confirmado por el VAR. Rubén Castro, el especialista, lanzó el balón por el centro de la portería y paró Andrés Fernández, el murciano, el único futbolista altoaragonés que ha jugado todos los encuentros. La posibilidad de obtener el 1-1 de cara a la segunda parte se esfumó.
Después se vería que el Huesca no tendría problemas para hacer el 0-2 (58') y el 0-3 (73') en un trallazo de Escriche. Se lo pusieron como a Fernando VII para conseguir un marcador de escándalo, por las ocasiones creadas.
MARC MATEU ESTABA EN TODAS PARTES
Enseguida, desde el minuto 1 se vio que Marc Mateu (qué bien lo veu, decía un seguidor aragonés colocado bajo el marcador) era futbolista clave en el esquema. El valenciano se movía por la izquierda, participaba como nadie, lanzaba los saques de esquina con veneno y comenzaba a originar el desasosiego en el sistema defensivo albinegro que ya alcanzó el estado de desintegración en la segunda mitad.
Carrión se acordó de Mo Dauda, de los mejores ante el Valencia, y lo llamó para que ayudase como apagafuegos en el minuto 56 de juego. Con él ingresó en el equipo Tejera y 6 minutos después Neskes se retiró relevado por Ortuño (más artillería) pero que si quieres arroz, Catalina. El Huesca seguía terco, dando un recital de fútbol de apoyo, desmarques y dispuesto a firmar una goleada.
El partido no dio más de sí. El Cartagena buscó al menos agradar a los que aplauden el 'gol del honor', que sirve de poco o de nada. A cambio los jugadores perdedores salieron del recinto aplaudiendo a los seguidores que esperan la vuelta a la normalidad.
Marc Mateu, una de las claves del Huesca.
Se acerca el día. Muy pronto. el libro de 'El Efesé y su guerra contra la Pandemia'._______________________________________________________________________
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