ALTO RENDIMIENTO EN ÁRBITROS DE FÚTBOL, por José Linares Celdrán
ALTO RENDIMIENTO EN ÁRBITROS DE FÚTBOL
Es importante poner en valor la labor arbitral, tan cuestionada y sujeta a grandes debates. Muchas veces, el esfuerzo que hacen temporada tras temporada, físicamente, técnicamente, fin de semana tras fin de semana, estudio de reglas, exámenes, no se ve recompensada en muchas dimensiones.
En este artículo, nos vamos a centrar en la perspectiva física, y su alta exigencia de entrenamiento de alto rendimiento.
El fútbol ha ido evolucionando hasta la actualidad, donde nos encontramos con un deporte muy profesionalizado, con alta exigencia física, técnica y táctica, con un aumento de los clubes en número de jugadores, entrenadores y personas cualificadas profesionalmente para el deporte. Los jugadores han progresado a una mayor preparación a todos los niveles, también en el aspecto físico. Del mismo modo podemos afirmar que los árbitros han tomado un papel importante, son indispensables para la práctica del fútbol dentro de una competición, y su preparación tiene que ir acorde a un entorno de juego en constante cambio, con carreras de distintas longitudes y paradas. Debemos puntualizar que existen diversas categorías, con lo que la exigencia física no es la misma en todas.
En este fútbol de hoy en día, el árbitro tiene un papel relevante dentro de él, tanto en fútbol amateur como profesional. Las dimensiones de un campo de fútbol, hacen que los futbolistas realicen un gran esfuerzo, con carreras a distintas intensidades, que hacen que, en este entorno cambiante de juego, el árbitro realice para seguir el mismo, grandes distancias.
Debido a la evolución y desarrollo de los métodos y técnicas de entrenamiento, ha aumentado la intensidad en el juego del fútbol, por lo tanto, las demandas físicas y fisiológicas para el árbitro también se han incrementado (García, 2017).
Además, los colegiados han de superar varias pruebas físicas durante la temporada para controlar su estado físico, mínimo 3 en España, además de servirles para sumar puntos a lo largo de la temporada, para un posible ascenso y evitar también el descenso de categoría.
Todo esto se traduce en que un árbitro debe pasar las pruebas de control para poder dirigir un partido de la categoría a la que pertenece, que todo aquel que aspire a subir de categoría o llegar a la élite, debe trabajar y mejorar físicamente.
Podemos afirmar que no sólo los árbitros de “élite” (1ª, 2ª y 2ª división B) necesitan un entrenamiento de alto rendimiento físico, también los árbitros 3ª división y preferente, así como los árbitros asistentes, lo precisan. Y lo requieren, tanto para un óptimo estado de forma para los partidos que arbitran semanalmente, como para la superación de dichas pruebas físicas.
Para esta afirmación, se pueden aportar datos e investigaciones, referentes a la percepción del esfuerzo y recuperación, efectos de un período competitivo en el somatotipo del árbitro, consumos de oxígeno en pruebas de rendimiento cardiovascular y esprints repetidos, kilómetros totales recorridos en encuentros de fútbol, monitorización de las frecuencias cardíacas, etc.
En próximos artículos iremos profundizando en estas cuestiones.
JOSÉ LINARES CELDRÁN