Opinión

ASI LO VIVI YO, por Pencho Angosto

ASI LO VIVI YO, por Pencho Angosto

ASI LO VIVI YO

Los amigos de Cartagena actualidad me pidieron un artículo de cómo viví el partido del ascenso del FC Cartagena. Bueno, intentare hacerlo de la manera más amena para que os resulte entretenida la lectura.

Cuando uno siente una pasión por unos colores (sé que aunque algunos de los que leáis el artículo no entenderéis esa pasión y por supuesto que lo respeto, pero otros os sentiréis plenamente identificados por esa pasión), desde el mismo momento que se supe que se jugaría en Málaga y a puerta cerrada, entendí que no podía quedarme en Cartagena y que tenía que haber alguna manera de que nuestros jugadores no se sintieran solos.

Aparte de la labor que desempeño junto al resto de la Junta Directiva de la FPFCCT y de intentar que durante los días previos al partido nuestros jugadores se sintieran apoyados (pancarta gigante en el entrenamiento, caravana de coches, dibujos y frases motivadores en el vestuario…), tenía que hacer algo, lo que fuese, pero algo. Uno no tiene en su trabajo el mote de “Pencho Efesé” por algo. ¡Ya está! La solución la tenía al alcance de la mano. Un megáfono bien potente, el más potente que pudiese encontrar y a la puerta del estadio a animar como si no hubiese un mañana. Compre el más potente que encontré. Me dijeron que alcanzaba 900 metros de distancia, con eso, valdría.

Llegaba el fin de semana y el único plan era ir a Málaga. Solo, sin hotel, a la aventura. Ya decidiríamos sobre la marcha si me volvía después del partido o me quedaba allí a dormir en el coche.

El sábado por la mañana me llamo mi compañero de desventuras Pedro “Cabopaló” para decirme que se venía conmigo. No sé, yo quería ir solo, teniendo en cuenta que no iba a ver el partido y que estaría todo el rato en la puerta animando al equipo, pero al final accedí a que me acompañase. Eran muchos años y muchos km. juntos recorriendo toda España detrás del equipo, desde aquellos viajes hace más de 24 años en tercera división.

El sábado toco prepararlo todo: banderon gigante, bufandas (siempre un par de ellas por si hay que intercambiar alguna con el rival, pilas de repuesto para el megáfono, banderas más pequeñas, bridas, cinta aislante…).

Quedamos el domingo para salir a las 12 desde Cartagena, pero la noche del sábado al domingo fue casi imposible dormir, así que salí de la playa a las 10 de la mañana y cuando llegue al punto de salida a las 10:30, Cabopaló ya estaba esperándome una hora y media antes de la hora de salida. Jajajaja! Sabíamos que eso pasaría.

Camino de Málaga, paramos a comer. Como no, íbamos cargados de pan de La Puebla y de embutidos de la Aparecida, todo de la comarca de Cartagena. Nos pegamos una “tripá” a longaniza, morcillas, morcón, sobrasada… había que estar fuerte para el partido.

3 horas antes ya estábamos en los aledaños del estadio y nos encontramos con Genaro y su familia, con el “patas” y con algún aficionado más que esperaba ya llegada del autobús de los jugadores.

Por allí había un grupo de chavales seguidores del At. Baleares. Un saludo, una fotico juntos y cada uno a lo suyo.

Después de la llegada de los buses de los jugadores, de allí desapareció todo el mundo. La gente se fue a buscar bares donde poder ver el partido. Solo 10 personas nos quedamos allí para animar al equipo: mi fiel escudero Cabopaló; Genaro, su esposa y sus 2 hijos pequeños; un matrimonio de Cartagena que vivía en Melilla ya 38 años y 2, para mí, también claves del éxito de esta plantilla, las mujeres de dos de nuestros jugadores, Cordero y Andujar; y un servidor.

Gracias a la intervención del presidente d la FFRM, las mujeres de los jugadores y 2 de estos aficionados, entraron al partido. Allí nos quedamos 2 críos de menos de 10 años, 2 mujeres y el Cabopaló y el Pencho. 6 personas para animar a nuestros jugadores.

Antes de empezar el partido ya tocaba tirar de pulmones. Los que me conocen saben que los tengo y que se me oye, pero con el megáfono era la caña. A muerte, a animar aun perdiendo la voz.

El partido no lo vi, todo el rato cara a una reja del estadio que daba acceso a una escalera al fondo de la cual veía a los jugadores de reserva del Baleares. Esa fue mi visión de un partido donde mi equipo se jugaba un ascenso. Los jugadores del baleares no paraban de darse la vuelta y pedirme que me callara que los estaba volviendo locos. La lleváis clara chavales. Se siente, he venido para eso. Y más cuando no paraban de entrarme mensajes de amigos por WhatsApp diciéndome que se me oía hasta por la tele. Perfecto, si se me oye por la tele, nuestros jugadores también me están oyendo. A cantar más fuerte aun.

En el descanso, un refresco y unos trozos de longaniza seca para reponer fuerzas. Y a seguir. En eso, una visita de la policía nacional para decirme que eran las 11 de la noche y que estaba molestando con el megáfono a los vecinos de un barrio cercano y que era un barrio conflictivo y que algún vecino, podría dispararme con un escopetin, que era algo usual en ese barrio. Uff, le baje un poco de volumen pero seguí animando. No había ido a Málaga para estar callado.

Llegaron los penaltis. Hay si me calle. Tenía que escuchar lo que pasaba dentro del campo para saber que equipo tiraba y si marcaba o no.   Eso sumado a las reacciones de los jugadores del Baleares que estaban en el vomitorio que yo veía desde fuera del estadio, fue mi forma de seguir los penaltis.

Y después, la euforia. Lágrimas de alegría, saltos, gritos, canticos esperando la salida de nuestro equipo. Un abrazo con Paco Belmonte (hay un video por ahí que se ve que hasta me levanta en peso)…

Y después… eso, otro día. Solo que no recupere la voz hasta el miércoles.

5 años después de crear un servidor la plataforma salvemos al FC Cartagena, estábamos en segunda A. ¿Cómo no iba a emocionarme por lo conseguido? Di la salud, me costó hasta problemas judiciales aquella historia del 2015, pero MI equipo estaba en segunda A y con mejor salud que nunca.

Si habéis aguantado hasta aquí, gracias por leerme. Un abrazo a todos los que profesáis pasión por los colores de nuestro FC Cartagena.

 

Pencho Angosto

Incondicional del FC Cartagena