Borja, por Dios..., Guillermo Jiménez
Tranquilos. Miro de reojo la tabla de clasificación de la durísima Liga SmartBank y después de once jornadas (ronda todavía incompleta, con reparto de partidos casi todos los días y a todas horas) no hay por qué acordarse del Lexatin para recuperar la tranquilidad. El FC Cartagena en la versión presente responde con un juego que enamora y sus 15 puntos rebañados, el fruto de cuatro victorias y tres empates (y moralmente se han quedado en el camino un montoncito, por culpa de errores, por aciertos ajenos y por el VAR, y aquí recordamos las faenas continuadas del colegiado coruñés) de forma que Borja ha conseguido crédito y moralina suficiente para salir airoso y poder sacar pecho, que no es el caso, porque es modesto y hasta tímido. Creo. Es de los dicen no leer las redes sociales, aunque luego van algunos y se lo cuentan. Desde que un día hablé con Jesús ReguillosLimones, ahora castigado a una extraña e incomprensible suplencia en el Mirandés, relevado por un Laoniz que las está dando todas, el de Daimiel me convenció de la capacidad profesional del abulense, al que tuvo de míster en el ascenso de los de Anduva en Baleares, en Son Monferit, donde Vinicius Tanque saca músculo y mete goles. El brasileñó es una de las figuras y las ventas de sus camisetas blanquiazules son más baratas que las de la Marítima del Cartagena, que cuesta 90 euros menos un céntimo que solo podrán comprar los pudientes y algunos pijos. Fallo de cálculo de los jefes ByB que erraron esta vez. Pero a lo que iba: en el camino de triunfar el míster albinegro. Es justo proclamarlo así. A mí y a muchos les chifla la manera de encarar: a ganar y sin rodeos. Hasta la última gota de sudor. He visto muy buenos Cartagena conducidos por Felipe Mesones y Juan Ignacio Martínez JIM pero me pondrían en un aprieto si no situase con ambos a Borja, a la par.
Pero a mis escasas entendederas sospecho que el reciente sábado 7 de noviembre se desvió de la norma. Se le paró el reloj a Borja o, si funcionaba, dejó de consultarlo porque al joven entrenador en resumidas cuentas, con las manos en los bolsillos se le pegó el arroz, no le echó el caro azafrán de pelo, y al final no se dio la suma consoladora de un punto. Creería que el encuentro con la UD Logroñés iba a durar 200 minutos y que así tendría tiempo, sin prisas, para el retoque estratégico de las rotaciones que normalmente le han salido bien. Rotar es un verbo que tendrá que seguir conjugando porque al dictador Javier Tebas le encanta exprimir las plantillas de futbolistas con un calendario de competición que obliga a mover los peones como si estuviesen en una coctelera. Tanto trabaja el aragonés Tebas que se ha subido el sueldo a la estratosfera, si no me equivoco sobre los 3 millones y medio de euros por temporada. Equivale a medio presupuesto del Efesé.
Borja en una imagen en rueda de prensa. Sonriente como debe ser. / Foto: FC CARTAGENA
Tengo que decir y lo digo que a los riojanos leparieron los machos, que diría el extinto aficionado de solera Pablo Ruiz Vinader, con el gol de Ander Vitoria (84’) quien al saltar con determinación para cazar el balón de cabeza y rematar ganó la partida a Rhyner. Y añado: Vitoria mide 1’80 y Rhyner 1’85. Las dudas o la lentitud del central peruano, durmiendo en Pikolín, y que juega cedido por el Cádiz dejaron el 0-1 con nueve minutos para reaccionar los de Paco Belmonte.
Los cambios en los albinegros de la camiseta cebra tardaron mucho y ninguno de ellos entró a pisar el excelente césped disfrazado de Supermán o Batman: Aguza y Berto Cayarga ingresaron en el verde en el minuto 81 y de una tacada lo hicieron Simón Morenoy William en el minuto 87. Sin resultado positivo. La munición o revulsivo apenas tocó balón. El Logroñés, que realizó sus cambios en tiempo y forma, dio frescura y aguante físico al conjunto, amarró bien, echó el candado con catorce vueltas y toda la tramoya de pérdidas de tiempo fue compensada por el colegiado vasco de Rentería Aitor Gorostegui con la miseria de 3 minutos extras. La designación manda huevos (sic Federico Trillo) porque pensando mal hay afinidad La Rioja/Euskadi, no en balde los primeros escritos en habla en euskera fueron descubiertos en el monasterio de San Millán de la Cogolla, a 50 kilómetros de Logroño. Toma ya. Al Efesé le había faltado una miaja de suerte en aquel tremendo balonazo de Gallar (59’) a la madera de Santamaría, quien tuvo mucho más faena bajo palos que Marc Martínez, al que el remate en parábola del gol le pilló adelantado.
Por lo que observo y también leo y escucho, ningún aficionado se ha hecho el harakiri, el suicidio japonés al aire libre y con público inventado por los japoneses, por ese 0-1 en la única llegada peligrosa de los riojanos que pudo ser evitada y que representaba la segunda derrota en casa. La Efesemanía, ya digo, está en su sitio, tiene plena fe en su conjunto y valora el acierto en la confección del grupo humano reunido, incluido Borja Jiménez (con sus determinaciones de juvenil y todo lo que sea). El Cartagena sabe lo que hace, el 80% de las veces brinda un fútbol de calidez, brioso, automatizado, es determinante y hace daño en ataque. Rubén Castro siempre va de pesquera por el área. Y los demás compis le ayudan para que lleve balones a la red. También Elady se deja la piel a tiras e incordia con el balón. Mas el sábado los tres centrales celestes riojanos cerraron pasillos y el ataque local no acabó de funcionar. Nadie se ha desmoralizado por ello y el calendario exigente que viene no es para tomarlo a chacota: salida a Castellón, el domingo 15-N; viernes 20-N, nuevo viaje, esta vez a Miranda de Ebro; martes 24-N, el Mallorca visita el Cartagonova; viernes 27-N, a Vallecas, el ex barrio de Pablo Iglesias, algún día enarbolando en la grada la bandera del Rayo, echando sapos por la boca contra el árbitro; y miércoles 2 de diciembre, el hoy líder cohete Espanyol de Barcelona, en el estadio cartagenero.