En Las Palmas: 30 minutos iniciales y el golazo de Dauda, las únicas satisfacciones de un Efesé que dio la cara
En Las Palmas: 30 minutos iniciales y el golazo de Dauda, las únicas satisfacciones de un Efesé que dio la cara
Es cierto, vaya que sí, palabrita del Niño Jesús, que, si no llega a intervenir Marc Martínez desde el minuto 80, con varias paradas de su catálogo y desviando a lo Málaga el segundo penalti lanzado por los amarillos, el Cartagena habría regresado de su salida insular con la carga de un 6-1, digo yo, que nos habría puesto a buscar en las frías estadísticas para refrescar la noticia de una vil goleada en la puerta albinegra.
MARCADOR ENGAÑOSO: LAS PALMAS FUE MEJOR, PERO NO TANTO
De entrada, y de salida, el marcador del Estadio Insular es engañoso si se tiene en cuenta que un encuentro de fútbol dura 90 minutos, más la propina del alargue. Defiendo que los primeros 30 minutos fueron para el Efesé, hasta que consumido ese tiempo la fortuna dijo “se acabó” y dio un puñetazo en la sesera del equipo que hasta entonces mejor jugaba. El Cartagena atacó con ansia, combinando; presionó, estuvo ordenado, comprometido y el potente cuadro amarillo, que lo es, no se enteró de la película. Decir otra cosa sería mentir como Pinocho, al que Disney parió para que fuera así.
En la fase cartagenerista, que en suma es el 33’33 por 100 de un partido, el Efesé pudo y debió adelantarse en el marcador, con ocasiones que creó (una muy clara, de Rubén Castro (minuto 10) que no sería la única y, mejor que peor, su defensiva fue aceptable. En ese quesito del encuentro los gran canarios no se enteraron de la película. El buen orden de los albinegros se notó.
Después si fueron mejores los ganadores, aprovecharon todos los factores a mano y despertaron sus estrellas. Maldito penalti el que Bopateng (una fiera, en sentido no peyorativo) hizo derribando a Jhonatan, que colocó el 1-0 y rompió la dinámica. Cinco minutos después, elpejiñazo, el 2-0, de un zurdazo que ni el húngaro madridista Ferenc Puskas, Don Pancho. El 39’ nos deparó la anulación de un gol de Sergio Cardona por leve choque con Julián Delmás, y en el 42 el 3-0 del monstruo Jesé que, como Curro Romero toreando, jugó cuando le salía de las bolas.
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La Web Amiga
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EL PESO ESPECÍFICODEL CLUB CANARIO
Vamos a ver. UD Las Palmas: 32 temporadas en Primera División y treinta y cuatro en Segunda. Ahí reside el peso específico del club canario en la báscula del fútbol. Tarde o temprano tendrá que volver a la ahora llamada Liga Santander. Exceptuando los 30 minutos de esplendor cartagenerista, el brillo de los grancanario eclipsó al Cartagena, que repito las veces que hagan falta salió del Gran Canaria con la cabeza alta...y también pensando (Luis Carrión, el Mentalista) que no va a poder presentar el domingo ante el Ibiza a dos jugadores, por sanción. Álex Gallart y el expulsado por doble amarilla (63') Richard Boateng.
Por primera vez en la Liga, y tal vez en su vida, Carrión ordenó en su equipo tres cambios en el descanso: Cayarga, Bodiger y Dauda, a la escena, por Gallar, Okazaki, que parece ha venido un poco de las tierras del Sol Menguante, y Clavería. Más adelante cerró el cupo con Neskens y Alfredo Ortuño.
El gol del honor, marcado por el moreno belgaDauda, un gol de bandera, fue una de las satisfacciones de las que disfrutaron los cartageneristas esta tarde de primer domingo de octubre. Alegría por ese gol buscado y que se resistía, el puñetero. El entrenador específicoYepes ya le diría a su excelente portero Raúl Fernández, "cuidado con el '17', que tira con bala".
PROEZA DEL CARTAGENA EN LAS
PALMAS (3-4)...HACE 60 AÑOS
La única proeza conseguida por el Cartagena en Las Palmas se dio en noviembre de 1961, en Segunda División, liga en la que los del Efesé siendo Luis Cid Carriega el míster de los albinegros, con un marcador de 3-4 que puso con hipo y rebolicaos a los aficionados del club que presidía Herminio Campillo. Marcaron los goles cartageneristas el mallorquín Magín Mir, el padre de Rafa Mir, delantero centro hoy del Sevilla, tras jugar en el fútbol inglés con los lobos y cedido en el Huesca; Jesús Santamaría, dos, y Diego. De aquella sensacional victoria con remontada en el Estadio Insular se habló durante mucho tiempo. Córdoba y Málaga ascendieron a Primera de forma directa aquella campaña.
Juan Hernández Nicolás.
Uno de los triunfadores fue el defensa alumbreño Juan Hernández Nicolás, fallecido hace trece años. Era hermano de Domingo, también futbolista. No tenía Juan muchas chichas pero era más rápido que el viento, como la película de Robert Parrish y Jhon Sturges, contundente y además iba bien al cruce para desbaratar sin remilgos las jugadas de los contrarios que era un primor. Eficaz en grado superlativo. Sus calcetas siempre las bajaba hasta los tobillos. Y nada de espinilleras protectoras. En el cuadro canario actuó aquella tarde el histórico Juan Guedes, con once campañas de profesional con los isleños y dos veces internacional absoluto, que tuvo una muerte prematura, a los 28 años de edad, por culpa de un cáncer de colon que se le reprodujo tras una operación en Barcelona. Guedes ganaba entonces 2.500 pesetas al mes y una ficha de 35.000 pesetas. También jugó con los pío-pío ese día Benjamín Ríos, gran futbolista ciezano, que ya ha cumplido 77 años y que había jugado en la UD Cartagenera con el también de Cieza el ariete Jesús Milanés, quien terminó trabajando de confitero en el horno tienda de su esposa cartagenera, hija de Maestre, en la Puerta de Murcia, cerca del Bar Dénver, hoy La Tartana.
EL IBIZA LLAMA A LA PUERTA
En la vuelta al presente, el Ibiza es el siguiente en la ristra morcillera de rivales del Cartagena. Me agradó el fútbol de los ibicencos en Ipurúa. Los Molina, Diop y Castel les pusieron las peras al cuarto al Éibar, otra gran plantilla pero, hablando de pesos específicos. Los armeros la arman con futbolistas definidores como, por ejemplo, el gaditano Juan Molina 'Stoichkov', una estrella que ya encandilaba en el Sabadell y que va directo a Primera División, si no con los guipuzcoanos, con otro equipo.
El Efesé ya lo sabe: todo lo que no sea no hacer del Cartagonova una fortaleza sería peligroso. Yo sigo confiando en nuestro equipo y no voy a ser el único en este valle de lágrimas.