Las mejoras silenciosas de Carrión, José Manuel López Nieto
Tres partidos en una semana, cualquier aficionado al fútbol lo celebraría, pero en este club significa sufrimiento y mucho. Tres partidos donde queda claro que Cristian López es una pieza más importante que Rubén Castro en la delantera, donde Cayarga ha liderado el ataque y ha mejorado el rendimiento del equipo y donde ha destacado la irrupción de Forníes como un jugador más que válido para suplir a De la Bella.
Empecemos por el primer paso, el partido contra el Málaga. En este partido las principales variantes que aportó Carrión se basaron en meter a Cayarga y Cristian. Cristian aportó algo que necesitaba este equipo desde que comenzó la temporada, un jugador que pudiera ganar un balón largo o un despeje, aportar presión alta y sobre todo lo más importante, un jugador con capacidad para rematar de cabeza. Muchos creen que Rubén Castro debe ser pieza clave en la delantera por sus números goleadores, pero en los últimos 15 partidos estuvo desaparecido tanto a nivel de juego como en niveles de concentración y generación de ocasiones. Muchas personas estuvieron criticando la decisión de Carrión con la idea en la cabeza de “juegan los mejores”, sin embargo, los mejores no tienen que ser los que más nombre tienen si no los que mejores condiciones ofrezcan en las circunstancias actuales.
Otro paso importante es el “descubrimiento” de Cayarga, un jugador que aporta desborde, visión y amplitud en las bandas. Este curso con Borja nunca tuvo la continuidad deseada, entrando fundamentalmente como revulsivo y dando siempre un buen nivel, ahora que se le han abierto las puertas estamos viendo ese jugador con hambre, mordiente y verticalidad que tanto nos faltaba con De Blasis, el cual estaba dando un rendimiento muy decepcionante.
Estos dos jugadores han aportado al equipo un ritmo en la presión mucho más alto, lo cual dificulta la salida de balón del rival, además de transmitir un hambre y una intensidad mental a un equipo que necesitaba una buena descarga de un desfibrilador. Otro punto a resaltar son las bajas en defensa de Raúl Navas y Datkovic, las cuales han acabado por no notarse demasiado debido a la buena actitud del equipo y la reestructuración táctica de Carrión.
De Carrión tengo que aplaudir varios aspectos posicionales del equipo y en la gestión del vestuario. Por un lado, tenemos la disposición defensiva, empezamos jugando con un 4-4-2 sin embargo, en fase defensiva utilizamos un 4-2-3-1, esto conlleva que el jugador que menos presiona (en este caso Castro) esté en la parte central, donde menos distancia hay para recorrer, desembocando en una presión más equilibrada gracias a los esfuerzos de Cristian y Cayargaacompañados por la cobertura de De Blasis, donde para situaciones de robo en tres cuartos del campo posee una buena visión para filtrar pases y generar daño aprovechando las subidas en apoyo de Antoñito y Forníes para centrar y tener a Cristian en el primer remate y Castro o Elady para las segundas jugadas. También debo aplaudir la oportunidad que le está brindando a Teddy (y en menor medida a otros canteranos), que cada vez está jugando más entonado y da la sensación de que pronto va a tirar la puerta abajo definitivamente. Y por último la personalidad que está demostrando sentando a ciertos jugadores que necesitaban un “tirón de orejas”.
Pero Carrión también tiene algunas lagunas que debe resolver. La más importante es el rendimiento preocupante de Azeez, este jugador es un portento físico pero el equipo no termina de adaptarlo bien en su ecosistema y pierde ese factor diferencial. Luego aparece el “caso Carrasquilla”, sinceramente creo que se debe a un factor de actitud, anímico o personal y en mi opinión no se resolverá hasta que acabe la temporada y se planifique bien el equipo. A nivel táctico tengo que señalar la salida de balón que sigue destacando por su ausencia y que sería un buen recurso a trabajar para poder tener aún más opciones a la permanencia. Se puede seguir creyendo en este proyecto y sobre todo se puede ver la mejoría silenciosa la cual no nos enseña el marcador.
José Manuel López Nieto