Montanaro: NEGACIONISMO IDEOLÓGICO
NEGACIONISMO IDEOLÓGICO
“Frecuentemente me acusan de oscuridad y melancolía. Y creo que probablemente sea el hombre más alegre de todos”, esto de Leonard Cohen es lo que piensan muchos de los lectores casuales, no mis lectores, no quiero ser soberbio, “Asinque” hoy…, el diccionario establece el negacionismo como la actitud que consiste en la negación de determinadas realidades y hechos históricos o naturales relevantes, especialmente el holocausto, curiosamente otro parecido es el sufrido con el coronavirus en pleno siglo XXI con distorsión del causante. Pero ojo al dato, nace una nueva palabra con el beneplácito de la RAE, -para Lastra y demás analfabetos progres es la Real Academia de la Lengua…, - se trata de ‘covidiota’, que define a toda persona que «se niega a cumplir las normas sanitarias dictadas para evitar el contagio del COVID.
Lo cierto es que no todos estamos de acuerdo con la singularidad de la vacuna, posiblemente es más un fármaco, rápidamente constituido, diseñado e inventado para dar trazas de levedad a este acaso pandémico y a la vez enriquecer también a las farmacéuticas mundiales y como en España a adictos al régimen actual, y esto son hechos vergonzosos y reales, pero lo cierto es que hemos de acatarlo, sanitariamente y socialmente, el sistema nos encasilla y nos oprime poco a poco y es absurdo negarse a ello, a vacunarse máxime con la debacle y disparidad de opiniones y de técnicos que nos bombardean con sus ansias de protagonismo y mientras, el gobierno a por uvas, a lo suyo, a contaminar el escenario y a establecer hasta 400 leyes en un mes a golpe de chequera, perdón, de decretazo.
Que si mascarilla sí -por algún interés y no sanitario-, que si mascarilla no, que si emergencia anticonstitucional macerada con soberbia y arrogancia, que si libertad medida a imagen de esa altivez presidencial, lo cierto es que ha sido una oportunidad para que estos gobiernos nos midan la cantidad de aborregamiento y sumisión, la destreza de acojonarnos y moldearnos y esto se basa también o es la “génesis” de los negacionistas progres, y cada vez más difundidos o diseminados como el virus, no por progres, sino por inocuos y así estamos embutidos en un negacionismo generalizado ideológico dónde lo más absurdo es el dogma de fe.
La estrategia de quien dirige a los negacionistas ideológicos adaptando la falta de libertad es la mediocridad, aquí destacan los proetarras vascos, los delincuentes golpistas catalanes, los sánchistas de mercadillo, los siempre ventajistas podemitas de chequera y casoplón o casopollon según el contexto, y así llegar a establecerlos en lo absurdo, en la vida alegré y fácil, subvencionada y vacía, anárquica y sin problemas cortoplacistas, un falso ideario de bienestar furtivo, peligroso e inoperante para el desarrollo de un país, ejemplo claro es el nivel intelectual del Congreso y demás instituciones con el denominador común de la indigencia intelectual con certificado de calidad dando lecciones de estupideces y además, soliviantando a las masas, se exporta la estúpida y bisoña idea de hacer dinero como en el Monopoly, se ignora al pueblo y la educación económica que supone la “deuda” de un país, se incrementan los puestos públicos y los impuestos desatinados sin medida, maquillando las estadísticas y los guarismos, se estrangula el verdadero motor de desarrollo macroeconómico que es la empresa privada y el desarrollo productivo de los autónomos, incluidos agricultores y ganaderos dónde el paro sigue establecido y el crecimiento recesivo.
No hay estabilidad y seriedad, se encajan los presupuestos a modo de aborregar al pueblo con beneficios de los socios antes citados y con algún escarnio “naranja”, Ciudadanos que atenta continuamente contra su propia dignidad política, y esto son hechos, como es la vergonzosa por siniestra y oprobia acción de unir el uso absurdo de mascarillas con subida de pensiones, hechos dignos de una república bananera y de un presidente en bermudas con camisa floreada, sin dar una clase de macroeconomía…, así no hay crecimiento ni inversores, sí miseria bananera y bolivariana con ancestros cubanos y venezolanos, por eso la determinación del comunismo de Podemos en acotar la inteligencia de sus seguidores. “Asinque”, con una población negacionista de la realidad, de todo lo que no sea el subsidio, el botellón y la fiesta se puede conjugar y jugar a la lidia ciudadana, en esto se han esforzado los maestros en Moncloa del capote de la mentira y la suerte de la farsa, alejada de la de Cúchares.
La gestión del COVID ha naturalizado el desagravio y el insulto, el anacronismo y el nepótico anarquismo, el despropósito gubernamental se ha instaurado gracias a su aparato mediático de propaganda que es asolador y hasta húmedo para alguna que otra presentadora y “presaentadoro” que no presentador. La isla de la Palma despintada de la actualidad e ignorada por un gobierno de sátrapas resurgiendo literalmente de sus cenizas y sin asistencia, ya vemos que el COVID se ha transfigurado en un desatino de acciones y en un enriquecimiento sectario y selectivo a costa de un desconocido pero ingente número de víctimas usado como arma arrojadiza entre farsantes, una guerra de trazas delatoras auspiciada por los gigantes económicos mundiales y sus intereses y no son los gobiernos precisamente, y ahora…, en este país de idiotas, de shows mediáticos irracionales lo importante es una secta de divas gallegas berreando o lo que sean, un jurado nepótico y una cantante hablando de tetas defendida por la cajera rica, como si nos importara un festival de mierda a los españoles. Hemos llegado a naturalizar la estupidez mediática como elemento determinante del futuro de España, ya la libertad de expresión se ha limitado al comentario estúpido del tonto de guardia, hoy cualquier opinión contaría al progresismo de pandereta es víctima de ser contraída por la fuerza o el insulto, hemos caído en un pozo moral al que nos han llevado estos socialcomunistas de riqueza y chequera abultada, que como bien dicen, pueden mentir porque están en política, mantenidos por nuestros impuestos.
A ello suman la utilización torticera de las instituciones para que el aparato de propaganda de Sánchez, que ya lo quisiera Franco, y su régimen autoritario sigan haciendo propaganda electoral fraudulenta con la descentralización de los organismos de Madrid o los beneplácitos para la comunidad electoral de turno, hoy Castilla León.
Pues tendremos que ir incorporando al diccionario otros conceptos como el “progridiota”, o como seguir ciego ante las políticas de barraca de feria actuales, disfrazadas en un ataque inventado a las derechas que no existen. A veces uno sabe de qué lado estar, simplemente viendo quienes están al otro lado. Leonard Cohen
Andrés Hernández