Pensarían algunos agoreros que los pinitos de progresos del Efesé, tras el mercado invernal, se podían truncar fulminados de un letal chispazo por el Rayo, el equipo de Vallecas, la barriada querida de el Coletas (vaya por Dios) del que no sé si fue o es socio infantil vallecano y si en su niñez iba corriendo a que le firmasen autógrafos Potele y Felines, un dúo dinámico sin guitarra eléctrica; los legendarios delanteros del equipo de la diagonal roja en su camiseta. El caso es que en la víspera del Día de los Enamorados, todos los que sentimos el cartagenerismo nos enamoramos hasta las cachas o más, y más pero mucho más del FC Cartagena carrionista reconvertido en un conjunto brioso, ganador, combativo, solvente, ambicioso, seguro, atrevido y sin complejos, bien ordenado que lo mismo roza el éxito total en la salida a Gijón (0-0), que gana al Real Oviedo, 2-0 (la sidra perdió sus burbujas en ambos casos antes de ser escanciada) y hoy supera en muchos duelos frente a un club que ocupa plaza de play off en busca de la Liga Santander.
Tampoco es el PSG o el Manchester City este Efesé, porque es de delicada carne de cebra con listas blanquinegras y dulce hueso de santo, pero comete algún que otro fallo hasta encajar un churro (sin chocolate) por ejemplo el del 0-1 rayista en el minuto 9. Como para operar una brusca bajada general la moral a los tobillos y bajar los brazos y hasta las orejas.
CON BORJA VIVÍAMOS PEOR
Pero, ojo, que este nuevo Efesé del lote de los ocho fichajes ya sabe pelear contra las dificultades. Está preparado para ganar y, al menos, no perder. No importa que la puerta no quede a cero. Con Borjavivíamos peor y a la más mínima le entraba cagarreta vírica al equipo, que ni defendía ni atacaba. Como el baile de la Yenka, que inventaron en los 60 los finlandeses: dos pasos palante y tres patrás, no sé. Ahora hay capacidad de reacción y vocación de subírsele a las barbas al más pintado, aunque venga bailando el chotis, y si se descuida el poderoso Rayo de Vallecas le clavan el 3-2 en el descuento, o antes. Cayarga salió diez minutos de nada al final y la lió. Una jugada del avilesino pudo dar la victoria. Y antes al Pulga De Blas le faltó dar un picotazo en aquella falta contra la puerta madrileña con todo el equipo visitante colocado delante de las narices del meta Dimitrievski, que ha dejado en la suplencia la titularidad a Luca, el hijo marsellés de CineZineZidán. El Pulguita blanquinegro está resultando un compulsivo acaparador de saques de falta. Siempre se apunta a lanzarlas y todavía estoy esperando, sentado, que marque su primer gol para celebrarlo con un cava 0/0 de 7 euros la botella. Vendrán tiempos mejores para el atacante argentino.
Digo eso: que el Efesé de la nueva versión tiene gol y no sé lo que responder a un wasap que me ha enviado esta noche la Alcaldesa Ana Belén pidiéndome consejo sobre si le ponen ya una puerta del estadio Cartagonova al magnífico Rubén Castro. Que lleva 12 goles con los dos de hoy sábado. El primero, de penalti hecho a él mismo, que lanzó con cuquería (21') y sería para el primer empate. Y luego (58´) el tanto del 2-1, de artesanía y eso que su concesión tuvo que pasar por las horcas caudinas del VAR, fisgones que son. Ya el 2-2 (68') fue de Qismi, y para dar trabajo a los varistas de la Sala también fue consultado.
(Lo que hace falta es unificar criterios; en el tema de las manos en las áreas que deviene el invento del nuevo penalti, que no es el tradicional que nos legó el Papa del Reglamento del Fútbol, Pedro Escartín. Que se aclaren con diecisiete convenciones de árbitros en Santander, la patria del ex jefe de los colegiados). La partitura no está bien interpretada y los músicos del silbato se vuelven majaras.
ELADY FRENTE A ADVINCULA, EL ARMARIO PERUANO
El gran encuentro que vimos tuvo connotaciones varias. Por ejemplo, quedó latente y patente, para los de dos o más dedos de frente, la pugna seudo grecorromana entre el gladiador Elady Zorrilla y el armario peruano caoba Luis Advincula, el mismo que leva un esparadrapo blanco en el tabique nasal. Ambos jugadores, que chocaron como trenes, tienen 30 años y caras de muy pocos amigos, me parece- Elady lo pelea todo, hasta se bate a florete consigo mismo. Tremendo el pundonor del aceitero jaenero, que en el minuto 76 salió del terreno de juego con la camiseta chorreando un extraño sudor verde, sin duda embadurnado con aceite de oliva Virgen Extra. Y es que Elady no suda, chorrea dignidad y vergüenza torera.
Y que no me digan que el Rayo tuvo una tarde mala porque hizo un partido muy digno a lo largo y ancho de un partido bronco donde pararrayos Antoñito dio cera para frenar la ofensiva, en la que el ciezano Isi Palazón hizo con intermitencias buenas jugadas y solo le faltó escupir el hueso de oliva de un gol, como ya hizo con la Ponferradina. Era el temor de nuestra afición: "Isi, Isi..¿ysi marca Palazón?" Pues no.
Sin duda, excelente equipo el del vasco cachorro y después león Iraola que lo lleva tácticamente, aun faltando Catena, qué pena, y Óscar Trejo, que no es el representante de Lejías Conejo sino un mítico futbolista criollo de relevancia internacional. Ante esa fuerte escuadra (hoy duerme 4º en la tabla general con 41 puntos en el gran colchón de la SmartBank) la nave albinegra ha cargado la bodega de su buque para la travesía a Las Palmas de Gran Canaria con cien contenedores de moral alta. Allí espera el gran Yepes, ex portero, que prepara a los guardametas del club amarillo.
Ignorante de mí (no tengo hilo directo con la ByB) desconozco si el cedido Rubén Castro va a jugar en el estadio grancanario. ¿Habrá cláusula del miedo que lo impida? O bien dejarán al goleador que juegue a pajera abierta ante los suyas. Una cosa es clara: el 7 albinegro en el área no perdona ni a su padre.