Opinión

PENSANDO EN VOZ ALTA: EL PREMIO NOBEL DE LITERATURA

PENSANDO EN VOZ ALTA: EL PREMIO NOBEL DE LITERATURA

PENSANDO EN VOZ ALTA

EL PREMIO NOBEL DE LITERATURA

En el mes de octubre de 2070 aquellos que estén vivos, y se acuerden, podrán conocer las razones por las que la Academia Sueca le ha concedido, este año de 2020, a Louise Glück el Premio Nobel de Literatura. ¿Por qué en 2070?  Porque son cincuenta los años que la Academia declara confidencial el archivo en el que se recoge todo el proceso de decisión, propuestas recibidas, informes requeridos a expertos ajenos al círculo académico, así como la correspondencia entre los miembros de la Academia y notas diversas.

Sorpresa ha causado esta concesión porque ha echado por tierra todas las previsiones; ya que, sí, se pensaba en una mujer, pero, en una línea distinta de la de Glück.Inmediatamente surge la pregunta sobre el criterio seguido…me intereso por el tema y descubro que los responsables de otorgar dicho premio no han seguido una línea definida y clara a lo largo del tiempo, apareciendo una serie de interrogantes que no tienen equivalencia en los premios científicos (Espmark, Kjell. 2008, El Premio Nobel de Literatura. Cien años con la misión. Nørdica, Madrid): ¿Por qué Sully Prudhomme, Rudolf Eucken, Grazia Deledda y Pearl Back? ¿Por qué no a Tolstói, Ibsen, Proust, Kafka y Joyce? ¿Había una intención política detrás de la concesión del premio a Solzhenitsin? ¿Por qué hay tan pocos asiáticos premiados? ¿Por qué tan pocas mujeres? Tomen nota: Junto a Olga Tokarczuk, Svetlana Alexiévich y Alice Munro, Glück es la cuarta mujer en una década en recibir el galardón, y la décimosexta de la historia del premio. Y ¿Por qué hubo una época en que la Academia Sueca apostó por candidatos populares como Sinclair Lewis y John Galsworthy para sorprender unos decenios más tarde con nombres como Isaac Bashevis Singer y Czeslaw Milosz, hasta entonces desconocidos?

Si se estudian con atención, sobre todo, los dictámenes del comité Nobel, aparecen rasgos de una ideología y una estética que explican muchas de las elecciones y rechazos que la posterioridad ha cuestionado. Al mismotiempo, se ve cómo cada época tiene supropio sello. Son muy curiosas las interpretaciones que se han hecho del testamento de Nobel del año 1895. Poco claro según diversos especialistas de la Academia. Veamos, en lo referente a la literatura, las instrucciones, más o menos, eran: El premio se concederá a quien «haya producido lo mejor en sentido ideal». La cuestión es qué significa «ideal» en este contexto. Hay que tener en cuenta, además, que Nobel parece haber escrito primero «idealirad (idealido)», con «idealiserad (idealizado)» en el pensamiento, pero se echó atrás ante el componente de embellecimiento de este estimulante concepto y cambió las últimas letras por «sk, idealisk (ideal)». Sture Allén –Lingüista sueco, miembro de la Academia Sueca desde 1980-, que ha investigado el tema, ha estudiado también el uso de la palabra «ideal» entre los contemporáneos de Nobel, y ha llegado a la conclusión de que el testador quiso decir «orientada a un ideal» y la esfera del ideal queda especificada por la disposición general de que el premiado haya hecho «el mayor servicio» a la humanidad.

Verán que, hasta lo redactado en estos momentos, no están muy claras las instrucciones que dejó D. Alfred y no ha habido una línea permanente y constante en la que aferrarse a la hora de distinguir a este u otro autor. Es muy posible que al día de hoy estemos ante un cambio de ciclo interpretativo de las normas. Parece ser que cada decenio, años arriba o abajo, hay un golpe de timón.

He de confesar que leo muy poca poesía. Tengo conocimiento de Louise Glück a través del catálogo de la editorial española Pre-Textos, que ha publicado por lo menos la mitad de su obra poética, traducida al castellano, entre otros, por los poetas Eduardo Chirinos o Mirta Rosenberg.

Muy estimada en Estados Unidos donde ha recibido todos los premios posibles. Este año a causa del bichito la medalla y el premio en metálico -un millón de euros- se le haránllegar privadamente a su domicilio de Cambridge Massachusetts, al haberse anulado la gala de concesión, el próximo 10 de diciembre, del Premio Nobel de Literatura.