PENSANDO EN VOZ ALTA: ENFADADO E INDIGNADO POR EL CIERRE DE LA HOSTELERÍA

PENSANDO EN VOZ ALTA

ENFADADO E INDIGNADO

Tranquilos. No he perdido la concepción espacio-temporal. Sé que hoy no es lunes. Es jueves, 5 de noviembre. Más he sentido la urgencia y la necesidad de plasmar mi sentir por la noticia, calentita aún, del cierre de los negocios de hostelería durante dos semanas… no solo es la hostelería es, además, todo lo que ello arrastra -proveedores, productos sin consumir, etc…-.

Me hago un par de preguntas: ¿Por qué? y, si tan urgente es el cierre ¿por qué no cerraron ayer miércoles y esperan al sábado?

Es muy duro el ver que no tienen ni idea de que hacer, no me creo que esa orden de cierre venga amparada por estudios científicos a pie de calle, a pie de negocio. ¿Qué hay infecciones?, por supuesto, pero ¿cuántas de ellas se han desarrollado en bares, cafeterías y restaurantes? ¿Cuántas?

Ayer me acerqué a la puerta de la Asamblea Regional para apoyar a mis amigos hosteleros e hice una rápida encuesta, le pregunté a ellos: ¿Cuántas comunicaciones de infectados habéis tenido en vuestros negocios? “Ninguna”, era la respuesta. Yo voy habitualmente a comer, tomar un aperitivo, cenar, desayunar… lo típico, y no estoy infectado, ni ninguno de mis acompañantes. Es más, doy fe de como los responsables de un mesón próximo a mi casa tratan al público, como se preocupan de las correspondientes distancias, desinfección cada vez que una mesa queda libre, como llaman la tención cuando alguien no se comporta como es debido… saben, lógicamente, que ese comportamiento es vital para su negocio.

Es muy fácil decir “ciérrese” cuando, trabaje o no, tenemos el riñón cubierto. ¿Van a pagar sueldos y todo los gastos inherentes al negocio, durante los días de cierre?

Reitero que sé que hay mucho irresponsable a los que hay que fichar y señalar… más, seguirán siendo irresponsables, aunque se cierren estos locales. Yo propongo que se vigilen bares, cafeterías y restaurantes. Multando a quien no cumpla. ¿No hay personal? Doy una solución…

Los 45 diputados de la Asamblea Regional, por ejemplo, pueden dedicarse, cuando no están deambulando por la Asamblea, en sus circunscripciones a controlar dichos quehaceres… preguntando, haciendo pruebas por sorpresa… en fin. Si definitivamente se lleva acabo el cierre sin más, continuaré enfadado e indignado.