Opinión

PENSANDO EN VOZ ALTA: LO ÚNICO CIERTO: LA MUERTE

PENSANDO EN VOZ ALTA: LO ÚNICO CIERTO: LA MUERTE

PENSANDO EN VOZ ALTA

LO ÚNICO CIERTO: LA MUERTE

Desde que comenzó la maldita pandemia sumado a la actitud y acciones de los “mal mandamases” de este, nuestro, maravilloso país llamado, por si a algunos se les ha olvidado, ESPAÑA me hago la misma pregunta una y otra vez: ¿Para qué? a la espera de que alguien me responda.

Viendo ayer, hoy y mañana la situación del mundo, y en particular de España, oyendo a los que tienen responsabilidades de mando,observando sus peleas internas, sus mentiras y engaños diarios, sus hoy verde y mañana magenta… me quedo en blanco y mirando a ninguna parte pienso en la muerte, una meta a la que todos llegaremos. Pienso en la muerte, miro a mí alrededor y veo que es absurda la situación y, en cierto modo, me enfado pensando «te mueres y ya está», sobre todo si ésta se produce en forma absurda, por ejemplo, picado por el bichito covid… no me digan que no es indignante, «te mueres y se acaba la historia». Es muy triste que uno se entregue en cuerpo y alma a esta absurda competición que es vivir para desembocar en la muerte; y se acabó, ¡jopé!, pienso que es muy fuerte, no le veo sentido.

Te pasas la vida, más o menos puteado… ¿para qué?, para morirte. Tiene narices que hagas lo que hagas todos tenemos el mismo premio “la muerte”. Es lo único que iguala a tontos, idiotas, imbéciles, “poseedores de la verdad”, políticos inútiles y personas normales. Que no me venga nadie hablándome de la resurrección de la carne, del paraíso o de aquel sitio en el que esperan a uno un “puñao” de vírgenes (nunca esperan efebos para ellas); y ese puñado de vírgenes, por lo visto, hay que conseguirlo jodiendo al paisano. Por todo ello, si el premio es la muerte, pienso ¿para qué? ¿Para qué andar puteados todos los días de nuestra vida, si al final… crematorio o tierra?

¿Para qué las guerras? ¿Para qué molestar al prójimo? ¿Para qué hacer el mal? ¿Para qué pisotear y escupir al que te acompaña en esta absurda carrera? ¿Qué sentido tiene soportar las gilipolleces y tonterías que ciertas personas quieren imponernos sí o sí? Desde que uno acude por primera vez al colegio intentan marcarte, una vez unos y a la vez siguiente otros, ahora otra ley de educación, ¿para qué? Pienso que ¿para qué nos complican la vida los políticos? En definitiva, no saben hacernos el tránsito a la muerte más cómodo: Viene uno y dice que esto es blanco, al rato viene otro y dice que es gris y un poco más tarde un tercero dice que es negro. ¿En qué quedamos? ¡Leche! Faciliten el viaje, hagan que todos disfrutemos de lo mismo, si la recompensa es la muerte para todos ¿por qué no tenemos todos la misma vida? ¿Para qué tanta pelea, tanto horror, tanta inquina, tanto embuste, tanto apártate que me pongo yo, tantas gilipolleces?

Aquellos que tienen responsabilidades sobre los sistemas de seguridad/salud y, además, tienen información de primera mano, la gran mayoría de las veces se limitan a declaraciones huecas (reírse del pueblo) ¿para qué? Es muy posible que piensen qué mirando hacia otro sitio, proclamando que sí pero no, la muerte va a pasar de largo. Pues no, como todos, tierra o crematorio.

¿Para qué llevarnos mal? ¿Por qué no llevarnos bien? ¿Por qué no eliminar las rencillas, mentiras, guerras, abusos, latrocinios, homicidios… todo lo malo, todo lo que nos hace daño? ¿Por qué no ser todos iguales, si al final la muerte, lo único cierto, nos iguala?

Siempre me pregunto, cuando alguien hace daño, de cualquier tipo, ¿qué consigue con esa acción? Juro que no lo entiendo. Cuando se pisotea al prójimo para atesorar más y más indecentemente ¿qué se siente? Al final, pisoteador y pisoteado, crematorio o tierra. Aún estoy esperando que alguien venga desde la dimensión correspondiente y nos ponga al día. Seamos mejores y seamos iguales antes de acabar esta carrera, por muy de moda que esté el correr. Se que todo es una ilusión, sé que es imposible, pues la incongruencia forma parte del ADN humano. Pero sea lo que sea por lo que estamos aquí me seguiré preguntando ¿Para qué? sí, lo único cierto: la muerte.