Opinión

PENSANDO EN VOZ ALTA: MI NAVIDAD ME PROTEGE, TU NAVIDAD ME PROTEGE

PENSANDO EN VOZ ALTA: MI NAVIDAD ME PROTEGE, TU NAVIDAD ME PROTEGE

PENSANDO EN VOZ ALTA

MI NAVIDAD ME PROTEGE, TU NAVIDAD ME PROTEGE

Son muchos los disparates que cada jornadaflorecen al amanecer y que evolucionan a peor a medida que avanza el día. Son muchas las incoherencias que brotan en la mañana y varían deficientemente según sople levante o lebeche. Los desatinos gubernamentales son los más negativos y los que más daño hacen. Sigo pensando y me mantengo firme en la creencia que el paisano de a pie le importa un comino a todos aquellos que forman el núcleo central del gobierno, rodeado por los electrones (negativos) que se mueven al son que en cada momento corresponda a sus particularísimos intereses.

Una de las mayores “estafas” a la que estamos sometidos en estos momentos es la no gobernanza del equipo que nos debería gestionar. No gobernanza porque no quieren o no saben administrar la maldita pandemia y les pasan el testigo a las distintas comunidades. Comunidades que, algunas, corretean como pollo sin cabeza y, a veces, parece que asistimos a un concurso de “quien mea más lejos” o “quien la tiene más larga” sin reparar en el daño que hacen a muchos, muchísimos, de sus ‘súbditos’.

Hay cuestiones que no se quien las piensa: Cortar el servicio de bares y cafeterías de 18 a 20 horas. Anecdótico. Ahora bien, llega la Navidad. Faltan 3 días, jueves, para Nochebuena y 4 para el día de Navidad. Una semana después, Nochevieja. Pues bien, esta es la hora en la que los “politiquillos”, basándose en no sé que arcano, no se deciden por el número de personas que podrán juntarse para conmemorar dichos días. No tengo ni idea de cuál es el fundamento para manejar cifras, las más comunes: seis, diez, ocho comensales… sin niños, con niños. En algunos lugares: 10 personas los días 24, 25, 31 de diciembre y 1 de enero. El resto de las fechas no se podrán superar las seis personas ¿…? No entiendo si es que se le da ‘franco de ría’ al bichito en algún momento o qué pasa.

Tengo la gran suerte de estar en contacto personal con un gran matemático, Santiago García Cremades; natural de Molina de Segura (Murcia), investigador y profesor de la Universidad Miguel Hernández de Elche; que ha tenido la deferencia de enviarme sus predicciones -gráficos- en los que se ven cosas muy claras, entre ellas que la Región de Murcia está con una proporción de contagios menor que la media nacional, de momento.Ahora bien, la probabilidad, comenta, de encontrar contagiados es mayor cuanta más gente se reúna. Por eso deberíamos de no hacer números de si 6, 8, 10, 12… ¡no! reunámonos en familia, pero la familia conviviente a diario. Hagamos el sacrificio este año de celebrar unas Navidades disminuidas, disminuidas en cuanto al número de personas no en alegría y alborozo. Demos gracias que nuestros seres queridos están bien al otro lado de la linde, al otro lado de la ciudad o de la acera de enfrente. Personalmente estoy contento con saber que en la Comunidad Valenciana están mis nietos y mis hijos tan “agustito” que es lo importante. El salvar la Navidad es un eufemismo, la salvaremos si nosotros no nos ponemos en riesgo. Solo de esa forma podremos juntarnos en años venideros.

Hagamos caso a los matemáticos y estadísticos. Se de primera mano que los modelos matemáticos y econométricos son muy, muy fiables. Y no hay manera de entender la evolución de esta, u otra, pandemia sin las dichosas matemáticas. La batuta para domesticar al ‘bicho’ no se puede dejar en manos de personas que no están preparadas, nadie sabe de todo, o, lo que es peor, con intereses personales o de partido.

Insisto, reitero, celebremos las fiestas dentro de los núcleos familiares convivientes a diario, ya vendrán más años para “enfrentarnos a los cuñados” pero este año 2020 hagan caso a este dicho: MI NAVIDAD ME PROTEGE, TU NAVIDAD ME PROTEGE.