Opinión

PENSANDO EN VOZ ALTA : ¿POR QUÉ NO?

PENSANDO EN VOZ ALTA : ¿POR QUÉ NO?

PENSANDO EN VOZ ALTA

¿POR QUÉ NO?

Soy melillense de nacimiento y cartagenero de adopción. Nací en Melilla y Cartagena me acogió con todo el cariño del mundo -mis tres hijos son cartageneros-. Me duele en igual intensidad el desprecio, si lo hubiere, tanto a la trimilenaria como a la Rusadir de los fenicios. Todo este introito se debe a la siguiente nota de prensa: «El Gobierno -español- renuncia al viaje de los Reyes a Ceuta y Melilla por no enfadar a Marruecos».

Saben todos ustedes que los Reyes están viajando a las distintas comunidades españolas después del confinamiento para animar a sus habitantes. El pasado día 7 visitaron la comunidad murciana. Pues bien, parece ser que los “intelectuales” del gobierno no consideran que las ciudades autónomas(Ceuta y Melilla) sean lo suficientemente españolas para que Felipe VI y Letizia la visiten. “… por no enfadar a Marruecos …”. No enfadarlo ¿de qué? Mucho analfabeto, mucho ignorante, muchos intereses ocultos hay para actuar así. Esta situación me ha recordado un hecho similar ocurrido hace trece años, 2007. Los días 5 y 6 de noviembre de dicho año los reyes Juan Carlos y Sofía visitaron las dos ciudades.

Ya se imaginarán el enfado que tengo. ¿Por qué el Gobierno impide esta visita? Repasando en mi memoria, recuerdo un escrito publicado en El Manifiesto por José Javier Esparza en esos días y del cual voy a reproducir una parte para que la intelectualidad que nos (des)gobierna aprenda algo:

«Lo interesante de toda esta peripecia es lo siguiente: si en su historia antigua Ceuta y Melilla forman parte de la historia de España –romana, cristiana y visigoda-, su historia medieval es igualmente española, y ambas son tan hijas de la reconquista como el territorio peninsular. Muy rara vez fueron Ceuta y Melilla posesión de algún reino africano. Ceuta, casi siempre vinculada a los reinos de la península, mantuvo además su herencia romana y cristiana, revitalizada tras la reconquista portuguesa; Melilla, hecha ruinas por las guerras entre los reinos africanos, fue reconstruida desde cero por los castellanos en el siglo XV.

 

Es verdad que los distintos poderes que se sucedieron en el norte de África intentaron con frecuencia apoderarse de Ceuta y de Melilla. Ambas sufrieron repetidos ataques de las cábilas vecinas, más por afán de botín que por reivindicación territorial. Pero Ceuta y Melilla resistieron siempre, incluso en la época en que los piratas berberiscos infestaban el Mediterráneo. Un sultán de Marruecos asedió Ceuta durante más de un cuarto de siglo, entre 1629-1724, pero Ceuta resistirá. Ceuta no resistirá sólo a los marroquíes, sino también, en 1704, a los ingleses que habían tomado Gibraltar. Otro sultán de Marruecos sitiará Melilla en 1775, pero Melilla resistirá también. Y será otro sultán de Marruecos quien, por el Tratado de Wad-Ras de 1860, reconozca la españolidad de Melilla y de Ceuta.

 

Durante este largo ciclo de 2.000 años que aquí hemos resumido apresuradamente, Marruecos nunca tuvo en sus manos Ceuta y Melilla. Las primeras formaciones políticas que aparecen en la zona –el Reino de Nekor, la dinastía árabe de los idrisíes, las dinastías bereberes de almohades, almorávides y benimerines- no pueden ser consideradas como precedentes del Marruecos actual, pero, incluso si lo fueran, su supuesto derecho sobre nuestras ciudades es insostenible (sería como si reivindicaran Tarifa o Granada). La dinastía alauí o alauita, cuyas posesiones son el germen del Marruecos actual, surge en el siglo XVII, cuando Ceuta y Melilla ya llevan doscientos años junto a las coronas ibéricas y cristianas.

 

Ceuta y Melilla son españolas porque así lo quieren hoy sus habitantes. Además, lo son porque Ceuta decidió serlo en 1640 y porque Melilla fue reconstruida prácticamente de la nada por los españoles en 1497. Y son españolas, en fin, porque toda su historia ha estado íntimamente ligada a la del resto de España desde tiempos de los fenicios. Que los Reyes de España visiten Ceuta y Melilla es tan normal como que visiten Guadalajara o Santander. Y nosotros, españoles, debemos saber que esas dos ciudades no son “posesiones africanas”, sino suelo español».

Por otra parte, completamos el relato recordando que Marruecos consigue la independencia en el año 1956… parte de los primeros años de independencia los viví, siendo un chaval lógicamente, personalmente en territorio marroquí. Si algún iluminado gobernante lee esto -lo dudo- que facilite la visita de los Reyes a Ceuta y Melilla ¿por qué no?