Opinión

“Y la China callada”, Ramón Galindo

“Y la China callada”, Ramón Galindo

Y con esto poco a poco que yo me preguntaba, cómo era posible ese aspecto desaliñado del pelo del Primer Ministro del Reino Unido. Normalmente el tiempo suele sacar a relucir las verdades ¡Y claro! Con tanto gasto que lleva el 10 de Downing Street en catering para los bote-johnson, era lógico que no quedara mucho para peluquería. Y los súbditos de su Graciosa Majestad, incluidos los de su propio partido se lo quieren cepillar por unas fiestecitas de nada, incluyendo la que se organizó con el Príncipe de Edimburgo aun de cuerpo presente en la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor. Menos mal que no pusieron la música muy fuerte, la del bote-johnson me refiero.

No me imagino las pataletas que liarían los británicos en la tarima de la Cámara de los Comunes si su presidente se fuera de concierto o a la boda de su cuñado en el avión presidencial, taittinger aparte.

Mientras tanto, cambiando de punto cardinal europeo, yéndonos al este 100.000 soldados rusos (de los 2.500.000 de los que disponen) acosan la frontera ucraniana. El Ejército de Tierra Español tiene 80.000 en total, de los que 700 están desplegados en países cercanos al conflicto; la Armada ha enviado un cazaminas, una fragata y un patrullero habilitado como buque de mando; y estamos a la espera de ver cuántos Eurofighter con sus correspondientes apoyos envían desde el Ejército del Aire. Pero por el simple hecho de que Kiev haya demostrado interés por alinearse a la OTAN, eso no es excusa para Putin, él hará lo que crea conveniente como lo hizo con Crimea y de paso recordándole a los norteamericanos que ellos también lo hicieron con Texas y California. Lo que está claro es que el Ejército Ruso es muy superior numéricamente, incluso sumando todas las fuerzas de la OTAN, sin contar lo que pudiera venir de EE.UU y por supuesto sin hablar de armas atómicas. Las preguntas son ¿Implicaría una guerra? Al fin y al cabo Ucrania no es de los nuestros “aun” ¿Cuáles son intereses entonces? De todos es sabido que los Yankees no quieren tiros cerca de su casa y que cada vez que en el mundo se ha producido un cambio sustancial de la energía, ha coincidido con una guerra mundial, y ahora precisamente solo veo anuncios de coches híbridos ¡Que casualidad! Igual que le están llamando a esta aún no-guerra, y la China callada.

Y con mi satisfacción por la victoria de Nadal sobre el moscovita Medveded y esperando que no se le atragante el café a Putin, yo por ahora voy a ir disfrutando del mío que junto con mi puro de los domingos, a vuestra salud y en perjuicio de la mía os dedico y aprovecho para enviaros un fuerte abrazo a amigos y familiares.

RAMON GALINDO