COLORES Y SABORES DE VERANO

COLORES Y SABORES DE VERANO

COLORES Y SABORES DE VERANO

Es tiempo de verano, donde nuestras mesas se llenan de fruta fresca  que pintan de colores rojos, amarillos, verdes, morados y naranjas nuestros días. Aperitivos eternos con encurtidos, salazones y tomates rojos y dulces, moragas en la playa donde las sardinas plateadas se confunden con el color del mar.

Y hoy me desperté con la ilusión de recorrer un lugar especial donde rebosan todos esos manjares que nos acompañan de una manera diferente estos meses de calor y vacaciones, nuestro mercado de abastos, o como decimos por aquí, “LA PLAZA”  a nuestro MERCADO DE SANTA FLORENTINA.

Me cuentan que es el segundo mercado de abastos que tuvo la ciudad, ya que muchos años atrás tuvo que ser derruido el que se encontraba en lo que hoy es la Plaza Juan XXIII. Pero desde 1.953 y gracias al arquitecto Lorenzo Ros, comenzó su actividad el Mercado de Santa Florentina, dando la bienvenida  con un pórtico clasicista y un edificio con semisótano.

¿Vosotros cuando vais de viaje no  tenéis como uno de los lugares típicos que visitar, los mercados de abastos? Yo lo he convertido en costumbre, y es que los hay espectaculares, donde los cartuchos de embutido con cerveza vuelan de mano en mano, los vasitos de fruta fresca cortada, y con lo que más disfruto, esos zumos de frutas exóticas que hacen que tu recorrido por el mercado sea diferente.

En Cartagena no íbamos a ser menos, porque si hablamos de calidad y servicio, hoy he vivido de primera mano que son personas extraordinarias, con arraigo y trabajo duro para mostrarnos desde primera  hora de la mañana la calidad, la frescura, el color y los sabores que visten sus calles.

Sin embargo un halo de injusta dejadez cubre este lugar, una dejadez contra la que todos luchamos, y ojalá pronto todas esas promesas se cumplan y podamos presumir de que esta ciudad Trimilenaria tiene uno de los mercados más bonitos de España, que los visitantes lo incluyan en sus rutas, y además de calidad, se lleven a casa un recuerdo bonito de un lugar cuidado y con el estilo que esta ciudad modernista se merece. Porque me cuenta Juan Luís, que regenta “ EL CHARRO” , con jamoncito del bueno , cecina, conservas, lomo de bellota y todo acompañado de un buen vino, que tienen la esperanza que ocurra pronto este milagro.

Tengo que decir que he disfrutado de lo lindo, observando y fotografiando, charlando con clientes y trabajadores. ¡Quién me lo iba a decir a mí, que de pequeña cuando bajaba al centro mi madre como colofón final siempre me traía aquí, y no me gustaba pero nada de nada! Y con el tiempo, todo se mira diferente, y aquí estoy hoy, quién me ha visto y quién me ve.

Las langostas vivas se han asomado a saludarme, mientras observaba las navajas y los percebes que sobre el hielo ya estaban preparados para un almuerzo muy especial entre amigos, para una comida tranquila en casa o para sorprender en algunos de los mejores restaurantes. Porque esta mañana he tenido el placer de conocer a Pepe García en el puesto de pescado TRES HERMANOS, entre zamburiñas ,coquinas ,mejillones  y otros reyes del mar,   para deleitar a todos los que vayan a EL PEZ ROJO en Cabo de Palos. Te recuerdo Pepe, que delante de todos me has prometido que tengo tus puertas abiertas para mí y mi familia hasta el 2.050. ¡Había testigos, así que no tienes excusas!

Y siguiendo mi camino, José Plazas y Yolanda me han recibido entre verduras y frutas de las que dicen ¡cómeme!, y es que la calidad y el orden te invitan a llenar un carro sin límites.  Me cuentan en Frutas Plazas que también venden a Pepe García, y a veces surten  de frescor y color a barcos de Navantia y turistas que asoman la cabeza por este lugar.

Y es que las especias pintan los puestos con los tomates secos de nuestra tierra, los frutos secos o “cascaruja” que nos acompañan bajo la sombrilla de la playa, los embutidos, salazones…..Porque ¿quién no disfruta en verano de una ensalada de tomates con bonito y “ olivas partías”?. ¿Quién no almuerza boquerones fritos con un vino de la tierra? Sino que se lo digan a este grupo de amigos que hoy han elegido este lugar para disfrutar lo mejor de lo mejor, entre charlas, cerveza y pescaíto frito.

Y antes de marcharme, no me he podido resistir a esperar mi turno en LA MURCIANICA, que ya van por la tercera generación y me cuentan que empezaron en la calle Gisbert y que los antecesores traían al mercado los productos hasta con burros, así que echar las cuentas.

Y hoy me he traído una bolsa repleta de variedades de aceitunas rellenas de anchoa, queso curado, alcaparras, pimiento y una alcachofas que ya me huelo van a dar un sabor especial a mis aperitivos en el balcón junto al mar. Ahora que lo pienso, he estado charlando con el dueño, pidiendo mis sabores favoritos a otra de las chicas, fotografiando, charlando con el cliente de al lado y dejando todo almacenado en mi memoria. Soy una todo terreno, ya que no tengo abuela, pues me lo digo yo.

En fin, a lo que quiero llegar es que siempre es grato volver a casa con buen sabor de boca,  porque hoy sólo fui a observar, a dedicar tiempo a las formas y colores, a escuchar , a quedarme con lo bonito pero sin dejar reivindicar lo que podría ser y no es. Hoy he vivido estos momentos para compartirlos con vosotros, con la certeza que a muchos os hayan entrado ganas de disfrutar del verano acompañados de nuestra increíble gastronomía.

FELIZ DOMINGO DE VERANO.