Rincón Literario de Paco Marín: “Presentación Alaquàs”

Rincón Literario de Paco Marín: “Presentación Alaquàs”

Hoy sábado, 27 de noviembre, presento en Alaquàs (Valencia) la novela “El sueño del alfarero” de Emilio Gil Ibor, a las 19:00 horas. Por supuesto que repasaremos sus otras dos novelas “Violín roto” y “Seres de cristal”.

“Violín roto”. Caligrama.

El cuerpo sin vida de una joven estudiante de violín, ucraniana de origen y en acogida por estudios, aparece degollado en una cabina del Conservatorio de Valencia. Junto a ella, en el suelo, el instrumento presenta una mancha de sangre en el puente. Resulta evidente que han limpiado el resto, ya que no presenta ninguna huella, ni las de su dueña. Algo no cuadra en la escena del crimen.

“Seres de cristal”. Ende.

Cinco pacientes víctimas de acoso laboral se reúnen semanalmente en su sesión de terapia con la doctora Irene Albors, en su consulta de la plaza de la Reina. Sus historias, sus decepciones, sus deseos de romper el círculo tóxico que les atenaza y les abruma, transcurren en paralelo a una serie de homicidios perpetrados en la comarca de l’Horta Sud de Valencia y rompen la bien ganada tranquilidad de los inspectores Alfonso Escrihuela y Gustavo Calabuig. Tardarán en descubrir a quién o quiénes se enfrentan, pero su oficio y la siempre brillante perspicacia del forense jubilado, Antonio García, contribuirá a ello. O a casi todo.

“El sueño del alfarero”. Amarante.

En “El sueño del alfarero” confluyen personajes ligados a situaciones de corrupción política y policial, venganzas, traiciones e insólitas historias de amor. Todo ello solapado con un análisis de las consecuencias que la maternidad en soltería provocaba en la mujer a principios de los años ochenta del pasado siglo. Y de fondo un sueño que hunde al inspector Escrihuela en las raíces de su pueblo, Alaquàs, históricamente un lugar de alfareros con el que comienza y cierra la narración.

Cuando reseñé “Violín roto” apunté lo siguiente: «Llama poderosamente la atención la fuerza narrativa y la contundencia de la prosa. Al leerla resulta muy difícil pensar en que es la primera obra de Emilio Gil. Obra que, por supuesto, tiene que volar más allá de las tierras de Alaquàs. Magnifica trama, urdida con eficacia -muchos son los sentimientos a tener en cuenta- para que cada pieza vaya encajando sin apenas darnos cuenta».

Me reitero en lo apuntado y en estos tres años se ha ido superando a sí mismo, deseo de corazón que nos deparé más alegrías literarias en un futuro.

Quedan invitados a la presentación de “El sueño del alfarero”.