Opinión

Montanaro: LA FAMILIA Y LA MATERNIDAD EN EL PUNTO DE MIRA SANCHISTA POR FASCISTA

Montanaro: LA FAMILIA Y LA MATERNIDAD EN EL PUNTO DE MIRA SANCHISTA POR FASCISTA

LA FAMILIA Y LA MATERNIDAD EN EL PUNTO DE MIRA SANCHISTA POR FASCISTA.

Es curioso, pero no digo ninguna tontería, los valores que entrañan la familia tradicional, madre, padre, hijos o espíritus santos revoloteando por la casa, la imagen de una familia cristiana aunque no sea practicante de ritual, los valores que atesoran, solidaridad y promediando educación con respeto y amor, con sacrificio y hasta sufrimiento, es un atentado contra la línea de flotación del comunismo, la maternidad, si no es una maternidad sublevada, arrogante y hasta insultante dónde, lo excepcional de ayer hoy es natural con lo que implica, si no es una maternidad mantenida por hipocresías de mercadillo como la de la ministra por la gracia de Sánchez, hablo de la cajera Montero, ella puede permitirse lo que sea, son ataques a la idea recesiva del comunismo en su máxima expresión, o lo que es lo mismo, son fascistas, la institución y la naturaleza mamífera. Mientras, España, encabeza el retraso en la maternidad en Europa y tiene la edad de tener el primer hijo más elevada del mundo, del mundo, sí. Solo el desahogo económico y la facilidad de asistentas como tiene la Montero facilita ser madre de tres hijos en tiempo récord, además, explotando los recursos que le proporciona el cargo de mantenida que no ministra, esta avispada majadera con certificado de calidad es gracias al macho alfa, que no semental de Iglesias, claro exponente nada feminista ni libre de lo que es una mujer dependiente de un macho, como en una manada.

Podemos leer en el Manifiesto del Partido Comunista de 1848 donde estos deficientes intelectuales se estancaron, que, Los comunistas no tienen necesidad de introducir la comunidad de las mujeres. El matrimonio burgués es, en realidad, la comunidad de las esposas… el teórico comunista y socialista alemán Engels en su obra El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado de 1884, lo estudia más concretamente en donde establece un paradigma ideológico en la familia donde el hombre en la familia es el burgués; la mujer representa en ella el proletariado, oprimida y explotada, incluso haciendo este apología de la bigamia y la anarquía familiar, donde el orden es una amenaza, expresa Engels que es en el matrimonio monogámico donde se produce la primera manifestación de explotación social y sexual de la mujer. De hecho, es en el marxismo donde se establece el objetivo de abolición de la familia y del matrimonio, calificada por ellos como la sede de explotación y prostitución de la mujer, con dos cojones y la gente aplaudiendo a estos indigentes morales e intelectuales anclados en el siglo XIX…

Fue en el siglo pasado, cuando Simone de Beauvoir, pensamiento ideal de estas social comunistas frustradas establecían como dogma la poligamia y el arrebato pansexual como ideal de vida, así lo reflejó en el libro “El segundo sexo” en 1949, quien ha dado alas a la lucha contra el matrimonio y la familia, así el decálogo podemita de hoy basado en un majadero y arcaico precepto de hace dos siglos donde tenemos ejemplos claros, camina en paralelo con la ideología marxista y promiscua a la vez donde la mujer es víctima de la trampa de la maternidad que la subordina al varón, ¡enfrentamiento de género! Afirman estas ideólogas de lo absurdo que hay que liberar a la mujer de las ataduras de su naturaleza y de las funciones asociadas a ella, como es predominantemente la maternidad y el hogar, incluso contra su voluntad si es necesario, no debe permitirse a ninguna mujer quedarse en casa para criar a sus hijos, efecto de dictadura autoritaria. Para ellos no existe una naturaleza femenina, sino que ésta es una creación de la historia y de la cultura, el feminismo radical que defendían socialistas, comunistas y su exponente femenino como Simone es que, no se nace mujer, la hacen mujer. La anormalidad mental en su máximo exponente para un aforo limitado intelectualmente, claro

Todo esto entra en contraposición con las que luchaban por una igualdad inusitada en la sociedad, la que hoy defiende Carmen Calvo o la otra socialista Matilde Fernández y antaño Clara Campoamor o Concepción Arenal, entre otras, con las particularidades de cada género, haciendo de excepcional, eso, excepciones que han de ser solucionadas en libertad. Ejemplos, la homosexualidad o la transexualidad no son hechos banales que puedan diluirse con cuatro cantamañanas en un ministerio de niñatas consentidas y viaje en Falcon. Ya es oído el miserable mensaje que los hijos no son de sus padres, son del Estado, además de la ofensiva feminista contra la natalidad y a favor del control poblacional auspiciado por la agenda 2030 que a nadie le importa y nadie ha votado ni quiere, sumado lo de la violencia obstétrica, de hecho, en algún lugar han amenazado a una matrona por decir que solo la mujer puede parir, ¿serán capaces estas imbéciles de hacer una campaña también dónde el hombre nuevo pueda parir, es más, conociendo su grado de estupidez, quizás lo exijan?, la imbecilidad no tiene límites, es gratis y en este país no cabe una, uno y sobre todo “une” imbécil más.

La selección política social comunista contra la biología y la naturaleza y la selección natural, ese es el mensaje, una salvajada ideológica para intentar disuadir o, al menos influir en la mujer en el deseo de ser madres y convertirlas, aún más, en esclavas del distorsionado movimiento feminista en contra de la maternidad, la familia, la educación y la iglesia, obvio, una sociedad desformada, intelectualmente disminuida como esta izquierda recesiva es su objetivo, el mensaje y el mantra claro para descerebrados, la base de la familia, el matrimonio, la maternidad y la educación se dibujan con un halo fascista para estas comunistas de panfleto pero millonarias.

Nos hablan de envejecimiento de la población, lo que dispara el gasto sanitario, pero no se preocupan de incentivar la natalidad para rejuvenecer la población. La idea es el asilo de ancianos para todos y negar el derecho a decidir, esa es la filosofía marxista, la que abogó por la abolición de la familia y promovió la crianza colectiva de los hijos, ¿les suena? Alexandra Kollontai, dirigente bolchevique, en su discurso al I Congreso de Mujeres Trabajadoras de Toda Rusia en 1918, declaró y abogó por que “Gradualmente, la sociedad se hiciera cargo de todas aquellas obligaciones que antes recaían sobre los padres...”

Siguen la hoja de ruta, la apología de la pornografía y descaro sexual infantil, más allá de la legalización del matrimonio homosexual, la aberrante educación sexual para niños cada vez más pequeños y digo aberrante por los pornográficos desarrollos que limitan en la estigmatización legal en base al imperativo hedonista como justificación son su actual exponente, y ojo, hay personas que se prestan a ello y hasta lo justifican.

No dan puntada sin hilo y además, en todos los frentes, no cabe duda que destruir la familia conlleva la destrucción del cristianismo y sus pilares, no es perfecto, sin duda, pero no es autoritario como otras religiones déspotas y dictatoriales. Ya marcó el objetivo Marx “El secreto de la Sagrada Familia es la familia terrenal”. “Para hacer desaparecer a la primera, la segunda debe ser destruida, en teoría y en la práctica”.

Lo cierto es que, como Simone de Beauvoir, todos los agitadores sexuales tienen sus raíces espirituales en el marxismo, la revuelta sexual induce a la destrucción de la libertad en nombre de la propia libertad. El ataque coordinado está claro, el permanente atentado discriminando las diferencias de los sexos, la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo y los derechos otorgados dándole excepcionalidad, pero, sobre todo, la aberrante reasignación de género para los niños al gusto, a la moda, sin paradigma psicológico que lo justifique. El desprecio manifiesto de la maternidad en contra de la natalidad el país con el feminismo de excusa, pero favoreciendo la numerosa familia de inmigrantes musulmanes mantenidos con nuestros impuestos disfrazando la crítica y la discriminación a las familias españolas con un falso adjetivo de homofobia, una mentira como su ideología y el ataque demonizado a la masculinidad, son las ideas que la nueva liturgia social comunista favorece. Algo condenado en el reciente pasado como locura hoy se está naturalizando. Hay una guerra cultural y de principios, una onda sinusoidal ascendente en el osciloscopio de la historia, del presente y del futuro, la batalla está cerca, con seguridad que la vida eventualmente regresará a la normalidad, pero, con Sánchez y su banda en el desgobierno de España, la cuestión es cuántas víctimas, herrumbre, destrozo y sufrimiento se producirá en el camino.

Espero y deseo que Feijóo esté a la altura, tengo mis serias dudas, y después de derogar todas estas leyes dictatorialmente bolivarianas establecidas, denuncie en los tribunales para ser investigado a un autócrata sectario y autoritario por abuso de poder como es este genares de Sánchez y, sobre todo, relegue al vertedero de donde nunca debieron salir a los asesinos de ETA y a los golpistas catalanes hoy socios del gobierno y de sus simpatizantes y votantes, que nadie lo olvide en las urnas, ni en España, ni en Murcia ni en Cartagena, no hay socialistas, son de mentira, son una farsa, son simplemente, una estafa sánchista.

Andrés Hernández