PENSANDO EN VOZ ALTA: EN FIN
PENSANDO EN VOZ ALTA
EN FIN
Es, lo sé, muy cansado y poco imaginativo volver a hablar de cuestiones políticas en estos días. Ahora bien, varias son las cuestiones que me gustaría comentar con ustedes.
Se dice, se comenta, se rumorea que en el mes de septiembre habrá una nueva sesión de investidura, ojalá una mente serena y consecuente no lo permita, donde los protagonistas serán los mismos que hace unos días; Pedro y Pablo, Pablo y Pedro. Hemos visto que son manifiestamente inútiles para ponerse de acuerdo en la gobernanza de España. Por otra parte, España, no se merece estar en manos de elementos que el único, ¡ÚNICO!, interés son sus respectivos egos y manejar a su antojo y libre albedrio el bienestar y la libertad del pueblo. Lo lógico, si se ha de ir a elecciones en septiembre -tope máximo, día 23- es que fueran otros componentes de sendos partidos (uno de ellos, multi partiditos, multi grupitos) los que se encarguen de protagonizar el triste espectáculo del reparto de la piel de toro.
Si desde el día 26 de abril, al 23 de julio -89 días- no se han puesto de acuerdo ¿qué nos hace pensar que el 23 de septiembre -63 días- van a llegar a un acuerdo pleno? Que no serán 63 jornadas, pues se irán de vacaciones (pagadas por todos los españolitos y no españolitos) “descojonándose” de todos nosotros y, si llegase el caso, que no lo sé, de volver a una “embestidura”, negociarán el día de antes aprisa y como nos tienen acostumbrados. Una auténtica vergüenza. Una consideración: si el gobierno está en funciones, o sea no es totalmente operativo, ¿por qué no cobran el salario mínimo? En fin.
Por otro lado, en estos días, veo en las redes sociales comentarios de esta índole: «¿Tenemos que aceptar que no podemos tener un gobierno progresista?». Pregunto: ¿Qué es un gobierno progresista? Por favor, que alguien me lo aclare. Al parecer, como yo no soy militante de “esa izquierda” no soy progresista. ¿Qué soy?
Otro pensamiento, leído: «¿Cómo vamos a reponernos de esto?». Muy fácil: expulsen a los elementos que han creado esta situación. Sustituyan a Pedro/Pablo, Pablo/Pedro.
Mucha pena, me dan personas, a las cuales respeto profundamente en lo personal, sobre todo, que van repitiendo las palabras y frasesque, el ideólogo de turno, lanza: «Si nos llevan a unas nuevas elecciones la catástrofe será completa. Y todo será posible, incluso el gobierno del TRIFACHITO». El trifachito se parece a “los pajaritos”: ‘trifachito por aquí, trifachito por allí’… en fin.
¿Qué está pasando en Ciudadanos? Tantas veces orientándose al sol que más calienta, tantas chaquetas han usado, tantas vueltas dan, que muchos de sus componentes han vuelto a llegar a la casilla de salida -o sea han girado 360º- y en vez de volver a jugar, han salido definitivamente del tablero. Gente muy valiosa, ¡y los que quedan por salir!, ha dejado a otro ¿dirigente?, uno más, ególatra, señor único de la hacienda –“yo o el caos”-. Mal futuro le pronóstico al ciudadano que se dio a conocer desnudo, y desnudo volverá a quedar, sin chaqueta con que taparse, si sigue por esa senda. En fin.
Alguien por Messenger me hace llegar la siguiente nota: «Si el 1 de septiembre no tenemos Gobierno a las 12 (me imagino que las doce horas del medio día) todos los españoles salimos a la calle para que no cobren los políticos». Me parece una idea más, pero, poco eficaz. Se volverían a “descojonar” de todos nosotros. Insisto: Doble vuelta en las elecciones y que sea el PUEBLO SOBERANO el que ponga y quite. De esa forma no asistiríamos a espectáculos tan vergonzosos. Vergonzosos, porque no tenemos políticos de altura, políticos como los que hicieron posible la transición, por mucho que les duela a muchos. Tenemos trepas, ¡OJO!, en todos los partidos; con tal de estar en el machito hacen alianzas inverosímiles. En fin.
Todo lo anteriormente expresado y la situación en la política actual se resume en la memorable frase del señor Mariano Rajoy: «Y cuanto peor para todos, mejor. Mejor para mi el suyo. Beneficio político». Esto debió pensar el dúo Picapiedra. En fin.
AVISO: A todos aquellos que hayan pensado en homenajearme o vituperarme, les pido que, como se dice por estas tierras: “Los homenajes y los vituperios en vida, hermanos, en vida”.