A LAS PERSONAS BONITAS

 

A LAS PERSONAS BONITAS

Cuentan que la vida te regala sorpresas, justo en esos instantes en los que por un momento tú dejas de ser tú. Cuando la sonrisa se borra sin que te des cuenta, cuando andas en un proyecto que tienes que terminar a pasos agigantados y piensas que las fuerzas se están agotando.

Entonces recibes una llamada que te alegra el día, de alguien que ni siquiera conoces, de otros que llevas tiempo en sus vidas, un detalle…

Y la energía se recarga para continuar, porque todo merece la pena. Y aunque este camino a veces te pone pruebas, también te da satisfacciones.

Siempre he escuchado que en esos momentos es cuando te llevas decepciones, porque cuando hay que empujar, la gente se esfuma.

¡No será mi caso!

Estoy rodeada de la familia más bonita, y aunque no nos atrevamos muchas veces a decírnoslo, hoy les quiero dar las gracias.

A ti que no paras hasta que sabes que dejas a tus seres queridos en buenas manos, a ella que aparece con algo suculento para comer cuando no tienes hambre. A las miradas que lo dicen todo, a ese apretón de manos. A los que interiorizan pero están ahí.

Y hoy os quiero contar que se me han quemado las pestañas junto al ordenador preparando algo precioso. Algo que pensé que llegaba en mal momento. Y ahora me he dado cuenta de que me ha salvado, que ha llegado justo cuando era su momento. Porque son tres semanas intensas, donde se cruzan alegrías, esperanza, tesón, fuerza. Una de cal y otra de arena.

Pero hoy estoy feliz. Voy a ayudar a los niños con cáncer a sonreír, a que lo pasen bien, a que jueguen, a que dibujen arcoíris.

Porque he convertido estos dos años de La ventana de Eva en un libro. He hecho de contable, gestora comercial, editora, ilustradora, escritora. Justo todo lo que no soy.

Todo gracias a vosotros, que con una llamada habéis dicho que sí. Habéis corrido para llegar a tiempo, regalándome vuestras letras, la portada, el apoyo, las palabras bonitas.

He disfrutado, ilusionada, compartiendo charlas interminables con mi padre y mi madre. Observando sus caras al ver la portada bonita que me ha hecho alguien muy especial.

Gente cercana, desconocidos, cantantes, escritores. Todos habéis hecho lo imposible,  magia, para conseguir tiempo para mí.

Estoy emocionada. Sé que no estoy escribiendo muy bien hoy, pero no lo voy a modificar. No estaba previsto, pero de repente he sentido esa necesidad de contarlo.

Ya he dicho que este proyecto me ha salvado un poquito. A veces se cruzan imprevistos que no queremos y piensas, ¿podré con todo?

Pues sí. Claro que sí. Porque he acumulado mil sonrisas a escondidas para repartirlas. Algunas para mi padre, otras para mi madre, una grande para mi hermano, muchas, muchas para mis tías, otro montón para ese amigo que no falla cada mañana, con un whatsapp que es imposible no reírse. Para la amiga que intuye que algo no va bien, y me dice que vamos a dar un paseo con su perro. A esa persona especial que se volvió a cruzar hace poquito en mi vida y llega como una loca con su coche, para tomarnos una coca cola y echar unas risas.

Para alguien muy especial, que no es de mi ciudad, vive muy lejos. De no ser así, seguramente ahora mismo nos daríamos un abrazo. Generosa, luchadora, especial, valiente. Ella sabe quién es.

A todos, gracias por estar ahí. En esta vida lo importante son las buenas personas. Junto a ellas, todo es más fácil, nada puede salir mal.

La vida, la vida… Gracias, gracias, gracias.

LA VENTANA DE EVA

ABIERTA A LA VIDA, A LAS PERSONAS BONITAS